Los aspirantes demócratas a la presidencia de los Estados Unidos reiteraron sus diferencias en un cara a cara crucial para la primaria de Pennsylvania del próximo martes.
Si bien anunciaron que unirán sus fuerzas para impedir que la elección de noviembre sea ganada por el candidato republicano John McCain, ninguno prometió que el perdedor en la liza demócrata podría ser candidato a la vicepresidencia de los Estados Unidos.
La ex primera dama norteamericana y senadora por Nueva York manifestó que cualquiera sea la decisión final, hará "todo lo posible" para que el próximo inquilino de la Casa Blanca a partir de enero próximo sea un demócrata.
"Ese es el objetivo absoluto", señaló Clinton en el debate escenificado en el Centro de la Constitución Nacional en Filadelfia (Pensilvania) y organizado por la cadena de televisión ABC.
Obama, que aventaja a Clinton en el número de delegados, pero que está rezagado a seis puntos de la senadora en las encuestas de Pensilvania, tampoco señaló quién sería su compañero de fórmula en caso de ganar la candidatura en la convención del partido que se realizará a finales de agosto en Denver (Colorado). Obama aseguró que tiene una "gran" opinión de su rival, pero sería "prematuro" hablar de un posible vicepresidente cuando todavía está en juego la candidatura presidencial.
El debate
Cuando uno de los periodistas preguntó si Obama derrotaría a McCain en las elecciones, Clinton aseguró: "Sí, sí, pero creo que yo puedo hacer mejor trabajo (como Presidente) y por eso estoy aquí".
Esa declaración echó por tierra afirmaciones de su campaña, donde había dicho que, en caso de que termine siendo el candidato demócrata, Obama sería derrotado por McCain. Sin embargo, Clinton añadió que ella vencería a McCain "porque soy mejor candidata y puedo enfrentarme a él, de igual a igual, en cuestiones de seguridad".
Por su parte, Obama indicó que "por supuesto" sería el ganador. "Es algo que ya he dicho", en aparente alusión a las sugerencias de una derrota ante el candidato republicano.
El senador también se defendió de acusaciones lanzadas por Clinton y McCain de que es elitista y de estar alejado de la realidad tras señalar que la gente de los pequeños pueblos de Pensilvania se aferra a la religión y a sus armas porque está frustrada por los problemas económicos.
El legislador manifestó que el problema fue no haber articulado correctamente una frase y "por eso me han criticado a morir. Eso es lo que la senadora Clinton ha estado haciendo durante los últimos cuatro días". "Sería imposible que yo sea condescendiente con gente de fe cuando yo soy una persona de fe", agregó.
Por su parte, Clinton se tuvo que defender de las críticas que se le formularon después de declarar el mes pasado que en 1996, cuando era primera dama, había llegado a Bosnia bajo fuego de francotiradores.
La senadora aseguró que había sido un error y "lamento haberlo dicho". El debate también giró en torno a los problemas que acosan al país, la libre tenencia de armas y principalmente la economía, incluyendo la crisis detonada por los préstamos inmobiliarios de alto riesgo.
Finalmente, los aspirantes demócratas a la presidencia también reiteraron sus críticas a la guerra en Irak y a McCain, a quien consideran un continuador de la estrategia del presidente George W. Bush en ese país.
(infobae.com)
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