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martes, 29 de marzo de 2011

Cristina sube y se acerca a la misma adhesión que tenía cuando asumió


La foto resulta contundente, por más que los procesos políticos tienen un desarrollo fílmico más que fotográfico. Pero la encuesta que publica en exclusiva PERFIL permite entender dónde está parada hoy la sociedad argentina, electoralmente hablando. Más allá de los condimentos locales que tuvo cada comicio, los casos de Catamarca y Chubut reflejan cambios en los humores sociales. Y este estudio de opinión pública radiografía los porqué.

No es fácil hallar en esta realidad de divisiones, donde cualquier hecho pasa por relatos opuestos, trabajos profesionales que posibiliten una aproximación rigurosa a diversos fenómenos. Para que no haya dudas, Ipsos-Mora y Araujo es una de las encuestadoras más prestigiosas del mercado y no ha hecho este sondeo para el Gobierno, al que no tiene entre su clientela, formada casi en su totalidad por privados. Esta aclaración tiene su sentido: hasta ahora, casi en todos los casos que se vieron encuestas muy favorables al kirchnerismo, las mismas eran pagadas con fondos gubernamentales.

Nuevo techo. Dejemos las explicaciones por un rato. Lo concreto es que Cristina Fernández de Kirchner alcanza en estos momentos un índice de aprobación similar al que tenía cuando arrancó su gestión. Acumula un 64% de adhesiones contra el 67% de diciembre de 2007, momento en el que disfrutaba (como cualquier gobernante) de lo que usualmente se conoce como período de “luna de miel”.

La película política de Cristina muestra que esos primeros meses de gracia se derrumbaron a la velocidad del sonido por el conflicto con el campo y la Resolución 125. Con vaivenes, desde entonces el desempeño presidencial se mantuvo en muy bajos niveles de aceptación, hasta tocar el piso del 27% en diciembre de 2009.

Acaso el lanzamiento en aquel momento de la única medida que no fue objetada por nadie del arco político, la Asignación Universal por Hijo (que de hecho era una idea propiciada durante años por dirigentes opositores), pueda empezar a explicar que, desde el arranque de 2010, la imagen de la gestión de Cristina no ha dejado de subir.

No pocos han querido fundamentar ese despegue por la muerte de Néstor Kirchner. El seguimiento de opinión pública que viene haciendo desde hace años Ipsos muestra que eso es parcialmente cierto. CFK ya venía creciendo sin prisa pero sin pausa. Y se dispara tras el fallecimiento de su marido: subió 12 puntos.

A partir de allí se da, hasta ahora, un fenómeno similar al de la crisis con el campo pero a la inversa: la imagen presidencial se mantiene en las alturas y busca un techo. Así como tras la 125 no había iniciativa oficial que significara un despegue, desde hace un año la ascendente imagen presidencial parece blindada.

Más allá de que sea acertado o no como estrategia, o que se pueda abusar de ella, esa fortaleza podría explicar por qué la Presidenta no deja el luto. Por qué Daniel Scioli no se retoba. O por qué el Gobierno nacionalizará todas las elecciones provinciales (en Catamarca resultó y en Chubut, gane o pierda, pocos tienen dudas de que significa un triunfo político del Frente para la Victoria).

Opositores en problemas. Este modelo se profundiza, como le gusta decir a la feligresía cristinista, con la caída de imagen de los principales líderes opositores. Mauricio Macri tiene la mitad de imagen positiva que Cristina y casi el doble de la negativa. El vicepresidente Julio Cobos está todavía algo peor que Macri. Ricardo Alfonsín no llega al tercio de imagen positiva, pero es el que menos imagen negativa tiene después de la Presidenta; claro que muchos no responden sobre él. Elisa Carrió parecería desterrada a un futuro apocalíptico. Y Eduardo Duhalde mantiene el dudoso privilegio de ser el precandidato con peor imagen del país.

Otra observación al respecto. Este estudio refleja la imagen que los 1.200 consultados en todo el país tienen de estos dirigentes, no necesariamente es una expresión electoral. Sucede que Ipsos todavía no encuestó intención de voto porque no están claras las candidaturas. Si hasta Cristina aún no se lanzó formalmente.

Por eso, con lo imprevisible que puede resultar la política argentina, sería como mínimo apresurado dar por hecho que la reelección de la Presidenta será poco menos que un trámite, tal como intenta instalar el cristinismo fundamentalista. Lo que sí está claro en esta película es que la protagonista clave es Ella. Los demás, por estos tiempos, son actores secundarios.

La seguridad preocupa pero la economía da optimismo

La encuesta de Ipsos-Mora y Araujo ratifica que la seguridad continúa siendo, lejos, la principal preocupación de los que viven en centros urbanos. Tres de cada cuatro consultados la señalan como el problema número uno.

En segundo lugar se ubica el tema del desempleo, aunque con una tendencia marcadamente a la baja (37%), muy cerca del piso que esa problemática recogió durante la gestión CFK. Y la acerca como nunca antes a la tercera de las preocupaciones: la educación.

En cuarto término recién aparece la inflación: es mencionada por uno de cada cuatro consultados. Si bien a lo largo del último año la referencia a los aumentos de precios se duplicó, según este estudio, todavía se mantiene lejos del podio de problemas.

Esto acaso explique por qué la economía es una de las patas esenciales donde se apoya la ascendente imagen de Cristina. No sólo el efecto inflacionario no es percibido como un gran problema, sino que la curva de adhesión a la gestión presidencial es acompañada por una acentuada alza de las expectativas económicas: uno de cada tres cree que el país estará mejor dentro de un año.

De acuerdo con el seguimiento que hace Ipsos-Mora y Araujo, durante el mandato de Cristina nunca antes se había registrado semejante optimismo económico. Otro dato que arroja luz para comprender lo que está sucediendo.

Fuente: Perfil

domingo, 30 de enero de 2011

El kirchnerismo pica en punta


Cristina Fernández de Kirchner se impondría con amplitud en el voto a presidente en casi todos los distritos, incluyendo la Capital Federal, donde le saca –al menos por ahora– 16 puntos de ventaja al actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Debe recordarse que en la anterior elección presidencial, Cristina salió segunda, perdiendo por casi 20 puntos con Elisa Carrió; fue 37 a 18. En el distrito clave, la provincia de Buenos Aires, actualmente hay casi 30 puntos de ventaja de la Presidenta sobre quien en ese distrito ocupa el segundo lugar, Ricardo Alfonsín. La mandataria se impone igualmente en distritos cuya gobernación no está en manos del oficialismo, como es el caso de Santa Fe, Catamarca y Chubut.

Las conclusiones surgen de encuestas realizadas por la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. Los estudios abarcan muestras de más de mil personas en cada uno de los distritos. La consulta a los encuestados se hizo por teléfono, pero respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.

Es cierto que faltan nueve meses para los comicios, pero la realidad es que la Presidenta aparece con ventajas enormes en casi todos los distritos, incluyendo dos de los que le fueron más desfavorables en 2007, en la última elección presidencial: Capital Federal y Santa Fe. También es verdad que en la oposición todavía no decantó un candidato y que en este período previo todavía se dividen mucho los votos entre Macri y Alfonsín. La lógica es que ambos candidatos crezcan en los próximos meses, aunque Macri tiene la enorme dificultad de que su extensión territorial es –por ahora– pobre. Combina estar segundo en Capital Federal con el 18 por ciento de la intención de voto, con la cuarta ubicación en Santa Fe, con la mitad de ese porcentaje. Y lo más serio es que está muy lejos en la provincia de Buenos Aires, aunque habrá que ver si converge –como todo lo indica– en una alianza con el Peronismo Federal.

Cristina ganaría hoy en la Capital Federal, territorio difícil para el peronismo en general y para el oficialismo en particular. La diferencia en 2007 con Carrió fue notoria y uno de los datos más llamativos es que hoy la líder de la Coalición Cívica (CC) conseguiría sólo el seis por ciento de los votos y, lo que es peor, se ubicaría sexta detrás de Cristina, Macri, Alfonsín, Pino Solanas y Eduardo Duhalde. Todos los guarismos indican que la CC está corriendo un enorme riesgo al concurrir a las elecciones en soledad.

En la provincia de Buenos Aires votó en 2007 el 36 por ciento de los ciudadanos de todo el país. De acuerdo con el último censo, esa proporción será todavía más alta en las elecciones de octubre. En ese distrito clave, hoy por hoy Cristina lleva 30 puntos de ventaja, aunque también la lógica es que la oposición se vaya decantando. Se supone que el distrito bonaerense es donde Duhalde juega de local: sin embargo, se ubica tercero. Todo indica que la eventual alianza Macri-Peronismo Federal, por un lado, y el radicalismo por el otro, pueden acercarse al 20 por ciento de los votos, pero la Presidenta, con la asignación proporcional de los indecisos, puede trepar al 45 por ciento o más de los votos. Eso sería decisivo para ganar en primera vuelta.

En el trabajo del CEOP, la primera mandataria aparece duplicando a cualquier otro candidato en Santa Fe, una provincia gobernada por el socialismo. Es más, son las huestes de Hermes Binner las que parten como favoritas en la lucha por la gobernación, pero la elección provincial y la nacional serán en fechas distintas. Aun tratándose de un distrito gobernado por una fuerza opositora, la Presidenta encabeza la intención de voto. En 2007, Cristina se impuso por apenas un punto. Hoy la diferencia es notoria.

Circunstancias parecidas se dan en Chubut y Catamarca, provincias en las que no gobierna el Frente para la Victoria, sino el Peronismo Federal y la Unión Cívica Radical. Aun así, a nueve meses de los comicios, la Presidenta ganaría con amplitud.

Por supuesto que hasta el momento Cristina Fernández no confirmó que vaya a ser candidata y la oposición sigue dispersa, sin definir sus postulantes. No obstante, los trabajos del CEOP demuestran que el oficialismo tiene un óptimo punto de partida y la oposición debe remontar una situación más que difícil, tanto porque necesita posicionar sus candidatos como encontrar una propuesta alternativa de gobierno.

Fuente: Pagina 12

lunes, 22 de noviembre de 2010

Cristina encabeza las encuestas

Poliarquía cree que se debe a la solidaridad por el duelo, pero la mayoría de los encuestadores sostienen que el fenómeno es previo al fallecimiento de Néstor Kirchner.
Casi todos los encuestadores consultados coincidieron: los niveles de aprobación de Cristina Fernández no son un fenómeno que se explique por el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner. El oficialismo tenía (y tiene) una recuperación sistemática en los índices de aprobación. Los números de la consultora Equis –que coinciden con los de otras encuestadoras– son los siguientes: la imagen positiva de la Presidenta se ubica alrededor del 55 por ciento. La aprobación a la gestión está en 68 puntos y la intención de voto alrededor de 46. Con estas cifras, Cristina Fernández ganaría las elecciones en primera vuelta. Además, hay un dato que parece una parábola en el tiempo: el resultado sería casi idéntico al de 2007, cuando ganó con 47 puntos sacándole más de 20 al segundo.
Artemio López, el director de Equis, dijo que Cristina y Néstor Kirchner tenían una intención de voto que rondaba el 37 por ciento antes del 27 de octubre. “Claro que ahora la Presidenta subió. Pero la tendencia ya estaba. Los que no la veían era porque no salían de la campana mediática”, remarcó el consultor.
Sergio Berensztein –de Poliarquía– tuvo una visión muy distinta sobre el origen de la popularidad presidencial. “Hay una corriente de apoyo que es producto de la solidaridad por la muerte de su marido”, remarcó a este medio. López discrepó por completo con esas declaraciones. Volvió a destacar que la tendencia es previa al fallecimiento de Kirchner y que se explica por el respaldo a decisiones de la gestión. Puso dos ejemplos: la estatización de las Afjp y la puesta en marcha de la Asignación Universal por Hijo. “Tienen una aprobación cercana al 80 por ciento”, dijo. Y tomando ese indicador como base, el director de Equis agregó que es imposible que ciertas medidas logren “tanta aceptación” y que ésta no se traslade al Gobierno.
Otros dos consultores coincidieron con López. Carlos Fara remarcó que “la muerte de Kirchner consolidó una tendencia de apoyo al Gobierno”. Luego agregó que uno de los motivos que la explican es que “el Ejecutivo corrigió su modo de comunicación” después de la derrota electoral de mediados de 2009. Doris Capurro –de Ibarómetro– tuvo una mirada similar y tiró una cifra concreta. Señaló que antes del fallecimiento del ex presidente sus mediciones ubicaban a Cristina con “un 50 por ciento de imagen positiva”. Además, coincidió con Fara en que la muerte del ex presidente lo que produjo fue “una aceleración” de un proceso que ya existía.
Liderazgo y modelo.
Artemio López retomó su cuestionamiento a los análisis que interpretan el apoyo actual a la Presidenta como “un estado de la opinión pública”. “Lo que sucede –dijo– es mucho más profundo. Se trata del surgimiento de un liderazgo histórico que encarnaban Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que ahora se deposita todo en ella.” Para sostener su posición, el consultor remarcó un eje que no siempre se toma en cuenta en los análisis políticos: el amor. “El vínculo personal que se vio durante el velatorio de Kirchner es clave para entender lo que pasa. Esa señal no es volátil, algo que mañana cambia”. Por eso –según López– puede haber “alguna porción del respaldo” a la Presidenta que se reduzca, pero el grueso del apoyo “es muy firme”.
Capurro, por su parte, subrayó que las vertientes de adhesión a Cristina Fernández son básicamente dos y explicó cómo se componen: “Hay 6 de cada 10 argentinos que cuando se les pregunta si quieren cambiar el modelo dicen que no”. Luego agregó que 4 de esos 6 son apoyo duro del Gobierno y los 2 restantes “mantenían diferencias por cuestiones de estilo”. “Es este 20 por ciento de la opinión pública el que ahora se sumó con más decisión a respaldar al Ejecutivo”, remarcó Capurro. Y además dijo que ese cambió se produjo porque “la muerte del ex presidente” disparó el temor en ese sector de la sociedad de que “el modelo” se pusiera en riesgo.
Distritos duros.
Las cifras que más sorprenden –quizá– son las que surgen en los puntos del país en los que el Gobierno tuvo mayores niveles de rechazo, en particular las provincias donde la actividad agrícola sojera es muy importante. Según Equis, en Entre Ríos y Santa Fe –dos puntos donde el conflicto por la 125 fue fuerte– la Presidenta cosecha un 61 por ciento de imagen positiva. Córdoba muestra una cifra similar, con el 57 por ciento. “Lo cierto es que muchas de las medidas que el Gobierno fue tomando para el sector agropecuario comenzaron lentamente a cambiar el rechazo visceral que había despertado la 125”, explicó López. Y señaló un dato político de los últimos días que ilustra ese proceso: la ruptura de la Mesa de Enlace. “Nadie puede pensar que es un hecho que se produjo de la noche a la mañana. Esa fractura prueba que las políticas del Gobierno ayudaron a los pequeños y medianos productores para quienes ya no tiene sentido aliarse con los grandes pools de siembra”.
La ciudad de Buenos Aires también es un distrito complejo para el oficialismo, como lo fue para cualquier gobierno peronista. Según López, en ese distrito, la imagen positiva de Cristina llega al 55 por ciento y la intención de voto al 35. “En su mejor momento –destacó López a modo de comparación–el kirchnerismo sacó 25 puntos en Capital”. Capurro coincidió con que esos son los niveles de adhesión de Cristina en la Ciudad. Señaló además que la tendencia se debe en parte a “una gran decepción con el Gobierno de Macri”, que contrasta con la visión que los porteños tienen de la gestión nacional, que suma una aprobación “muy alta”.El dilema del peronismo.
Luego de la muerte de Kirchner, los signos políticos fueron inmediatos. Daniel Scioli convocó a todos los intendentes del conurbano bonaerense a una reunión. Se sentaron alrededor de un rectángulo armado con una hilera de mesas y expresaron su apoyo a Cristina Fernández. El líder de la CGT, Hugo Moyano, hizo declaraciones públicas, en el programa 6,7,8. Señaló que “la jefa del movimiento es la compañera Presidenta”. Sin embargo, una de las dudas más fuertes que despertó el fallecimiento del ex presidente era si Cristina podría ocuparse del armado político y del peronismo, que Kirchner presidía.
Al respecto, Fara señaló: “Me parece que se manejó muy bien los primeros días. Tomó decisiones firmes y para la población está claro que hoy concentra la conducción del Estado y del espacio político”. Capurro, por su parte, remarcó que fue una “señal de enorme fortaleza” haber logrado la renegociación de la deuda con el Club de París en medio del duelo.
En su análisis sobre este punto, López puso el acento en una característica del funcionamiento del peronismo. El viejo concepto que dice que el que gana conduce y el resto acompaña. “Cristina es la jefa del partido porque es la única que puede garantizarle la victoria en 2011”, remarcó el consultor. Y agregó que “está clarísimo que nadie va a discutir a un referente con 45 por ciento de intención de voto dentro del peronismo”.
Una mano opositora.
Los analistas que hablaron con este medio sumaron un elemento para explicar el fortalecimiento del oficialismo: la oposición. “La política siempre es comparativa”, remarcó Capurro. Con esa frase, sugirió que las fortalezas de un espacio también tienen que ver con las debilidades de los otros.
Para Fara, la oposición “tiene un problema muy fuerte para sintonizar qué sucede” con el humor social. “Actúa como si el clima fuera el mismo que había después de la 125 y no es así”. El consultor subrayó que centrar el accionar en un supuesto fortalecimiento de la calidad institucional “es algo que tiene muchas limitaciones para enamorar a la población”. Subrayó que Carlos Reutemann “es el único que vio con claridad que las cosas habían cambiado” y por eso se fue del Peronismo Federal.
López coincidió con la idea de Fara sobre la debilidad del discurso opositor. Dijo que “no les sirvió para instalarse antes, y menos después de la muerte de Kirchner. Toda la estrategia se armaba alrededor de una resistencia a la figura del ex presidente y ahora lo que tienen enfrente es a una mujer que perdió a su marido. Es muy difícil seguir con lo mismo”.
Incluso Berensztein acompañó en este punto a los otros consultores: “A la oposición le falta generar ideas creativas”. Capurro se sumó a la misma línea y remató señalando que “el Grupo A tiene que hacer una profunda autocrítica. Si no analizan por qué hasta ahora no pudieron consolidarse y crecer, si no se preguntan qué cosas tienen que cambiar, será cada vez peor”.
Fuente Miradas al Sur

sábado, 30 de octubre de 2010

Néstor Kirchner con 78 puntos de buena imagen

Para el encuestador Enrique Zuleta Puceiro, la oposición se encuentra en una encrucijada porque había hecho eje en el rechazo a Kirchner y ahora tiene que elaborar un discurso nuevo. Tras su muerte, la imagen positiva del ex presidente es altísima.

Por Raúl Kollmann

Néstor Kirchner fue inhumado ayer con un 78 por ciento de imagen positiva: 18 por ciento de los encuestados dijo tener una opinión muy buena y 60 por ciento una imagen buena. Por supuesto que existe el efecto que produce la muerte, sobre todo cuando es inesperada, sensibilizando a las personas y resaltando los mejores atributos de la persona fallecida. Sin embargo, en este caso también influyeron mucho los miles de testimonios que se pudieron ver a través de todos los medios en que ciudadanos comunes y también artistas, intelectuales y hasta políticos opositores señalaron los logros de Kirchner en vida. “La gente se encontró con el significado del ex presidente, con el vacío que queda y el gran peso que tenía”, señala Enrique Zuleta Puceiro, titular de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM). Lo que también se percibe en la opinión pública ahora es que dos de cada tres personas, es decir el 66 por ciento, cree que Cristina Fernández de Kirchner va a ser capaz de profundizar y mejorar la tarea pese a no contar con Néstor y, de cara a las elecciones de 2011, no sólo se ratifica que tiene la mayor intención de voto, sino que se produce un fenómeno que no existía antes de la muerte del ex presidente: la mandataria se impone, por goleada, a cualquier otro candidato en un eventual ballottage. Otro dato que surge en los últimos días: Julio Cleto Cobos perdió la mitad de la intención de voto, que tenía. Las conclusiones surgen de una amplia encuesta realizada entre jueves y viernes por OPSM. En total fueron consultadas 1100 personas de todo el país, en ciudades grandes y chicas y respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. La conducción de OPSM está a cargo de Zuleta y el director técnico del estudio fue Gustavo Lorenzo.

“El efecto de mejora de imagen se produce habitualmente en cualquier muerte –explica Zuleta–. Lo vimos recientemente en el caso de Raúl Alfonsín. Aunque hay diferencias muy significativas con Kirchner. Alfonsín ya no estaba en el centro de la escena política y en cambio Kirchner era el eje indiscutido de las controversias. La gente estaba a favor o en contra, despertaba pasiones. Y otro elemento llamativo es que Kirchner no estuvo, como Alfonsín, muchos años en la consideración popular: en 2002 no lo conocía nadie. Fueron ocho años frenéticos de una enorme vibración. El efecto después de la muerte es impactante: muchísimos ciudadanos descubrieron el peso que tenía, la importancia crucial en la política argentina. Y eso hizo que subiera en forma inmediata su estatura como figura. Queda al margen la confrontación y aparecen mucho más nítidos los aspectos positivos. Hasta para los políticos opositores. Todos exhibieron un respeto impresionante. Al mismo tiempo, los medios reflejaron a miles de personas que se acercaron a mostrar su cariño, a resaltar tal o cual logro y a agradecer que consiguieron trabajo o una jubilación o la Asignación Universal por Hijo. Por supuesto que eso deja pensando a muchísimas personas que estaban dudosas respecto de su figura. Agregaría otra cosa: en los últimos dos días se vio en los medios a un Kirchner sonriente, trabajador, optimista. Eso también queda en la retina de cualquier ciudadano común.”

“Es evidente que en esta encuesta hay un flujo hacia Kirchner y hacia Cristina. Y seguro vendrá un cierto reflujo –pronostica Zuleta–. Por ahora nadie quiere aparecer como un especulador criticando, tratando de ganar en río revuelto. La sociedad castigaría duramente al que aparezca como oportunista. Ya hubo un discurso negativo cuando estuvo internado y eso cayó muy mal. Entonces priman las opiniones favorables y, como es inevitable, volverán las críticas a la brevedad.”

Para Zuleta, “el respaldo a Cristina no es muy distinto del que ya tenía. Ojo, Cristina contaba con buena imagen antes de la muerte de Néstor y en las encuestas hasta estaba un par de puntos por encima de su marido. Y tampoco debe pensarse que Néstor estaba en mala situación. El se fue del gobierno con 70 por ciento de imagen positiva. Después vino la confrontación con el campo y al poco tiempo tuvo un 70 por ciento de imagen negativa. Pero en estos últimos meses había remontado muchísimo. Ahora sólo el 34 por ciento de los encuestados opinaba mal de él. En ese marco, no me extraña para nada que el 66 por ciento diga que Cristina va a profundizar o mejorar la tarea que viene llevando a cabo, teniendo en cuenta que va a estar sin su esposo. No me extraña, porque también la imagen de Cristina avanzó en forma espectacular en los últimos ocho meses. Fíjese que sólo un 21 por ciento opinaba mal de su gestión y el doble de ese porcentaje consideraba que su gobierno era bueno o muy bueno. En los datos posteriores a la muerte de Néstor no existe un cambio abrupto en las opiniones sobre Cristina. Ya venía bien, en ascenso.”

Uno de los grandes interrogantes que se plantean está referido a las elecciones de 2011. Néstor Kirchner aparecía como virtual candidato, pero las encuestas también evaluaban una posible candidatura de la Presidenta. En los datos sobre lo que sería una primera vuelta, no hay muchos cambios en la encuesta de OPSM. Néstor Kirchner siempre ocupaba el primer lugar, algo reconocido hasta por los consultores que trabajan para distintas vertientes opositoras. También Cristina figuraba imponiéndose en la primera vuelta. El trabajo de OPSM marca una distinción que últimamente se venía poniendo sobre la mesa, si una candidatura de Daniel Scioli recogía más votos o no. El trabajo de OPSM –que tampoco se diferencia de los anteriores– exhibe una clara primacía de Cristina sobre Scioli: un 51 por ciento considera a la Presidenta en mejores condiciones de gobernar, mientras que un 28 por ciento se inclina por el mandatario bonaerense. El otro gran debate entre los encuestadores gira alrededor del ballottage. Los consultores opositores señalaron siempre que el oficialismo tendría grandes dificultades para imponerse en una segunda vuelta. Eso tenía que ver con que el ballottage unifica a quienes se oponían a Néstor y Cristina. En la encuesta de OPSM, la Presidenta le saca una enorme ventaja a cualquier adversario: le saca 14 puntos a Cobos, 15 puntos a Mauricio Macri y 22 a Ricardo Alfonsín. Para Zuleta, en esos datos sí se nota un cambio tras la muerte de Néstor Kirchner: “Ella genera menos rechazos y eso creció muchísimo estos días, en que se la vio muy entera y a la vez muy humana en el velatorio. Y además cuenta con el hecho de que los candidatos opositores están en un mal momento, básicamente porque es el oficialismo el que genera imagen de gobernabilidad. La oposición ahora tiene un problema grande. Su eje era estar en contra de Néstor. ¿Cuál va a ser ahora el discurso de un Francisco de Narváez o de una Elisa Carrió? Ninguno genera ideas alternativas de gobierno, sino un perfil de estar en contra de Néstor. Es como se decía en España: ‘Contra Franco estábamos mejor’. Un dato muestra en forma fuerte el efecto: en menos de una semana, Cobos perdió la mitad de la intención de voto que tenía. Hace siete días, en nuestro último estudio, publicado por Página/12, Cobos ostentaba el 11 por ciento de la intención de voto, ahora bajó al siete”.

“El otro factor que se percibió en estos días –completa Zuleta– es la notoria presencia de gente joven en la Plaza de Mayo y en el velatorio. Es un fenómeno que está apareciendo en varios países y también en otros partidos. No se percibe en la derecha ni en la dirigencia sindical, pero la emergencia de jóvenes ya es notable en España o Francia, por ejemplo. En el gobierno de Cristina hay funcionarios muy jóvenes, como Diego Bossio, el titular de la Anses, el organismo estatal de mayor envergadura; el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, o el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina (h). La lógica indica que el gobierno de Cristina va a estar rodeado de gente joven justamente por su carácter transgresor.”

Fuente: Pagina 12



domingo, 24 de octubre de 2010

ENCUESTAS: A un año de la hora de votar

A exactamente doce meses de las próximas presidenciales, los especialistas coinciden en que no hay un candidato opositor que pueda enfrentar a los Kirchner, que hasta podrían ganar en primera vuelta. Los escenarios y los posibles cambios.

La mayoría de los consultores coincid

en en que exactamente a un año de las elecciones, Néstor Kirchner ganaría la primera vuelta. Se mezclan en ese cuadro dos factores: hay una recuperación del oficialismo y la oposición sigue sin tener un candidato atractivo. Algunos encuestadores dicen que tanto Néstor como Cristina tienen todavía chances de ganar en primera vuelta, sobre todo por el bajo requisito que tiene el sistema argentino: hay que conseguir el 40 por ciento de los votos más uno, con diez puntos de diferencia sobre el segundo. Hoy por hoy, quien disputa el segundo lugar es el radicalismo, en cualquiera de sus dos variantes, con Ricardo Alfonsín o con Julio Cobos. Habrá que ver qué sucede con la candidatura de Mauricio Macri y una eventual alianza con el Peronismo Federal.

No obstante, los encuestadores coinciden en que es muy difícil dar un diagnóstico cuando falta tanto para los comicios, básicamente porque no están claras las candidaturas opositoras. Una parte de la ciudadanía quiere un cambio, pero por ahora no ve una alternativa clara de gobernabilidad. Nueve de los principales consultores del país hicieron para Página/12 un diagnóstico sobre el voto en 2011.

Roberto Bacman, titular del CEOP: En los últimos dos meses la ventaja del oficialismo ha comenzado a consolidarse. Si el candidato por el Frente para la Victoria fuese Néstor Kirchner, obtiene algo más del 37 por ciento (sin tener en cuenta indecisos ni votos en blanco), lo cual lo ubica en una proyección que por el momento supera el 40 por ciento. Si la candidata fuera Cristina Fernández la intención de voto sería similar, incluso hasta un punto porcentual más que lo que hasta el momento logra el ex presidente.

La oposición sigue dispersa y bastante lejos, lo cual favorece el panorama electoral para el oficialismo.

El radicalismo ocupa el segundo lugar en la totalidad de los escenarios incluidos en la última medición de CEOP. Ricardo Alfonsín mantiene su ventaja por sobre Julio Cobos, aunque en estos últimos días el actual vicepresidente ha conseguido una mejora, tanto en imagen como en votos. En definitiva, ambos posibles candidatos de la UCR redondean un 18 por ciento de intención de voto.

Mauricio Macri se posiciona alrededor de los 12 puntos porcentuales, con muy leve variación en los distintos escenarios. Ha perdido votos en relación con tres meses atrás. La distancia con el radicalismo lo mantiene como posible candidato a participar en un posible ballottage.

Eduardo Duhalde (el mejor candidato del Peronismo Federal) sigue sin poder superar la barrera del 9 por ciento.

Los restantes precandidatos están más lejos: Fernando Solanas alrededor del 5 por ciento, Elisa Carrió entre el 3 y el 3,5 y el socialista Hermes Binner, en el eje del 2.

Rosendo Fraga, Centro de Estudios para la Nueva Mayoría: Las dos elecciones presidenciales de América del Sur, en Brasil y Colombia, mostraron una altísima volatilidad electoral. El opositor José Serra llevaba 20 puntos en 2009, un año más tarde Dilma Roussef llevaba 20, después la ventaja era de 14 y terminó nomás en 14. Un año antes de la elección en Colombia, Antanas Mockus tenía el 10 por ciento de los votos, en el mes previo a los comicios trepó a 45 por ciento y al momento de la elección tuvo 21. Es cierto que ganaron los oficialismos, pero hay que ver. Por ejemplo, en Chile se rompió la coalición oficialista y el oficialismo perdió. La aparición de Marcos Ominami fue importantísima: rompió la coalición oficialista. Es cierto, tiende a ganar el que está en el gobierno por las ventajas de la situación económica. Pero en la Argentina hay dos hechos de importancia. En primer lugar, el oficialismo perdió en las elecciones legislativas, algo que no ocurrió ni en Brasil ni en Colombia. Segundo, aquí se rompió la coalición peronista, parecido a lo de Chile. No tengo dudas de que la primera minoría será para Néstor Kirchner. Pero necesita ganar en la primera vuelta. La segunda es más complicada para él.

Sergio Berensztein, Poliarquía: Por ahora habrá segunda vuelta, ningún candidato o partido parece tener un piso electoral suficiente para definir la elección en la primera vuelta.

Enrique Zuleta Puceiro, OPSM: De adelantarse al día de hoy las elecciones de octubre del 2011, las tendencias son claras: Néstor Kirchner se impondría con más de 12 puntos de ventaja sobre su seguidor más inmediato –Mauricio Macri–, aunque sin una ventaja suficiente para sortear la necesidad de una segunda vuelta. Con una pulseada interna cada vez más difícil de resolver, Julio Cobos y Ricardo Alfonsín empatan con algo más del 12 por ciento de los votos cada uno. Salvo Eduardo Duhalde, los candidatos del Peronismo Federal ven desvanecerse día a día sus posibilidades de participar de la recta final. La indefinición ha crecido en las últimas semanas, reduciendo las tendencias de todos los candidatos. Esta ventaja del oficialismo, corporizado provisoriamente con Kirchner, sería algo mayor si la candidatura fuera Cristina Fernández y algo menor si fuera Daniel Scioli. Tampoco cabe un juicio definitivo acerca de la posibilidad de otros candidatos capaces de unir a la oposición. Carlos Reutemann es una posibilidad abierta.

Santiago Rossi, Ipsos-Mora y Araujo: El escenario preelectoral plantea demasiadas incertidumbres como para imaginar pronósticos. Los datos de opinión pública muestran a una sociedad que no está definida y que no tiene a las elecciones como algo cercano para fijar posición. Pese a esto, podemos inferir que la fotografía favorece al Gobierno frente a una oposición fragmentada sin claros liderazgos.

Analía Del Franco, Analogías: El común denominador de los principales candidatos es que se encuentran en la etapa de fortalecimiento de su nivel de imagen positiva, si bien no todos comparten el mismo punto de partida. Algunos deben recuperar un mejor nivel de imagen positiva, como el caso de Julio Cobos, debido a una tendencia a la baja de la misma durante el ultimo año; en la misma situación se encuentra Lilita Carrió. En otros, como es el caso de Néstor Kirchner y de la propia Presidenta, el aumento de la imagen positiva de ambos en los últimos diez meses no es suficiente para embarcarse holgadamente en una campaña presidencial, si bien por el momento les resulta suficiente a cada uno de ellos para mantener el primer lugar en la intención de voto de primera vuelta.

Mauricio Macri ha mantenido en el ultimo año una imagen positiva-negativa equilibrada pero demasiado estable, sería conveniente para él, al igual que en el caso anterior, tener cierto “superávit”; Mario Das Neves, con buen nivel de imagen positiva, requiere de un mayor conocimiento a nivel nacional; también éste el caso de Pino Solanas.

Diferente el caso de Ricardo Alfonsín, alto conocimiento, la más alta imagen positiva entre los dirigentes nacionales, debiendo ahora construir y reforzar su exposición como presidenciable.

Los candidatos del Peronismo Federal presentan en general un perfil muy desdibujado frente al 2011 y Carlos Reutemann con sus reiteradas negaciones finalmente logró el distanciamiento de su electorado.

Artemio López, de Equis: El Frente para la Victoria gana la primera vuelta, es decir que consigue la primera minoría. El segundo lugar es claramente para el Acuerdo Cívico y Social, con una eventual formula de Ricardo Alfonsín-Hermes Binner.

Doris Capurro, Ibarómetro: Hoy, el panorama electoral se parece al sistema solar. Hay un sol, único, que a algunos los quema y a otros les da calor. Ese sol es Néstor Kirchner. A su alrededor hay muchos planetas que dan vueltas, sin que se destaque ninguno. La oposición está huérfana de liderazgos. Todo gira alrededor de él, a favor o en contra. Es lógico, entonces, pensar que si no hay un cambio drástico en la realidad, Kirchner gane en la primera vuelta. Venimos evaluando a la opinión pública todos los meses, en diferentes escenarios electorales, y sea Néstor Kirchner o Cristina Fernández, cualquiera de los dos supera en primera vuelta –con proyección de indecisos– los 40 puntos necesarios para vencer, ganándoles a sus adversarios por más de 15 puntos. No es sólo por falta de un candidato opositor. Es porque, para la mayoría –aun para los que lo rechazan–, Kirchner es el único que parecería garantizar la continuidad del crecimiento económico, que no se detendrá el bienestar que genera el consumo y que no se volverá atrás en las principales políticas de inclusión social.

Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados: En la primera vuelta la tendencia va marcando una diferencia importante a favor del kirchnerismo. Al punto de que esto lo estimula a intentar ganar en esa instancia. Los candidatos o precandidatos opositores quedan lejos del primero. La UCR/Socialismo se ubica segundo y tercero el PRO.

Fuente, Pagina 12

viernes, 22 de octubre de 2010

Sondeo confirma ventaja de Rousseff sobre Serra


Brasilia, 22 oct (PL)
Los resultados de la encuesta Datafolha confirman hoy la preferencia de los electores por la candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, sobre el opositor José Serra para la presidencia de Brasil.
Encomendada por la Tv Globo y el diario Folha de Sao Paulo, la consulta de Datafolha indica que Rousseff tendría hoy el 56 por ciento de los sufragios válidos en la segunda vuelta de los comicios generales, fijada para el próximo día 31, mientras Serra contaría con el 44 por ciento.
De esa forma, el aspirante por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) perdió dos puntos porcentuales en comparación con la anterior pesquisa de la misma encuestadora, divulgada una semana atrás.
Esos dos puntos porcentuales pasaron a la candidata petista, quien subió de 54 para 56 por ciento.
Datafolha entrevistó ayer a cuatro mil 37 brasileños con derecho al voto, residentes en 243 ciudades del país, con margen de error de más-menos dos puntos porcentuales.
Los sufragios en blanco y nulos sumaron cuatro por ciento y los indecisos, seis por ciento.
Contando los blancos, nulos e indecisos, Rousseff marcha al frente con el 50 por ciento de la intención de voto, y Serra tiene 40 por ciento.
Los resultados de Datafolha confirman los de otras dos consultas, Vox Populi e Ibope, divulgadas esta semana, así como el favoritismo por Rousseff, constatado también por la encuestadora Sensus, pero con una diferencia menor entre ella y Serra.
Asimismo, las cuatro encuestas de esta semana reflejan un incremento de la preferencia de los electores brasileños en comparación con iguales pesquisas de la semana anterior, cuando la ventaja de Rousseff sobre Serra era entre cinco y nueve punto porcentuales y ahora es de entre cinco y 14 puntos porcentuales.
Desde agosto pasado, la aspirante petista siempre aparece al frente de las intenciones de voto, al punto que se pensaba que ganaría en la primera ronda de los comicios generales del pasado día 3, pero el 46,91 por ciento de los votos válidos conquistados quedó por debajo del 50 por ciento más uno requerido para imponerse.
Serra quedó en segundo lugar con 32,61 por ciento y, por ello, obtuvo el derecho a disputar una segunda vuelta contra Rousseff para definir al nuevo presidente de Brasil, quien asumirá el 1 de enero de 2011 y concluirá el 31 de diciembre de 2014.

domingo, 25 de julio de 2010

Lula pone toda su popularidad al servicio de Rousseff

César González-Calero
Enviado especial

GARANHUNS, Brasil.- En el nordeste brasileño, la región más pobre de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva no tiene rival. Y en su ciudad natal, Caetés-Garanhuns, en el estado de Pernambuco, su sola presencia despierta pasiones. Es allí, en esa tierra en la que el gran escritor Gilberto Freyre resaltó el mestizaje como la raíz de la cultura brasileña donde más ha prendido el proyecto político de Lula.

Etapa obligada para la candidata oficialista Dilma Rousseff, Garanhuns fue escenario, este fin de semana, del acto más emotivo de toda la campaña electoral brasileña. Dilma, en la tierra de Lula. Alto voltaje para una campaña que está al rojo vivo, con acusaciones cruzadas casi a diario y una interminable guerra de encuestas que todavía no muestran un claro vencedor en las elecciones del 3 de octubre.

Consciente de que Rousseff, candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), necesita su respaldo para lograr un apoyo masivo de los brasileños, a Lula no parece importarle que el Tribunal Superior Electoral lo haya multado ya en seis ocasiones por saltarse las normas que impiden que el presidente haga campaña a favor de un candidato.

"Yo hago campaña en mis horas libres, no como presidente", ha respondido Lula a sus críticos.

El viernes por la noche, Lula y Dilma coincidieron en la tierra natal del presidente. Pero antes de que llegara la candidata, el mandatario visitó la casa donde nació hace 64 años en Caetés, un poblado que en el pasado perteneció al vecino municipio de Garanhuns (130.000 habitantes), donde los dos dirigentes protagonizaron un acto político que sin duda impulsará la carrera de Rousseff hacia la presidencia de Brasil.

En escena, Lula deslumbra a la audiencia por sus facultades innatas para improvisar y conectar con la gente con un discurso llano y directo. Micrófono en mano y sin un solo papel a la vista, el ex tornero que un día abandonó el empobrecido nordeste brasileño para viajar con su familia en un "pau de arará" (un camión informal) rumbo a San Pablo, no para de moverse en el estrado.

Gesticula como un predicador evangélico, pero su voz ronca lanza un mensaje muy terrenal. Ante unos 2000 seguidores, habla de los programas sociales que ha emprendido su gobierno y que han logrado reducir significativamente la pobreza en el país, y asegura que con Rousseff esa política seguirá vigente.

Al hablar de Dilma, se acerca a la candidata, la acaricia y recuerda los años en prisión que pasó la ex ministra de la Casa Civil en tiempos de la dictadura.

"Esta mujer fue detenida por luchar por la libertad cuando estaba prohibido hacerlo. Esta mujer fue bárbaramente torturada. No existe nada más grave que la tortura. Ustedes saben porque Jesucristo también fue torturado", dijo Lula.

Guerra de encuestas

"El éxito de este gobierno se debe en gran parte a la compañera Dilma, una mujer brava y competente; será la próxima presidenta de Brasil, así lo dice la última encuesta, en la que ya está 8 puntos por encima de [José] Serra", agregó.

Lula se refiere a la encuesta divulgada el viernes por Vox Populi, que sitúa a Rousseff muy por delante del candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Sin embargo, en la guerra de encuestas que vive Brasil, las posiciones varían en función de la consultora que publique el sondeo.

Ayer, Datafolha rebajó el optimismo del PT al presentar a Serra y a Rousseff virtualmente empatados (37% frente a 36%, respectivamente), un resultado que parece más ajustado a la realidad, como reconocieron a La Nacion fuentes del PT.

"Serra está tratando de ensuciar la campaña con acusaciones como el vínculo entre el gobierno y las FARC, pero no está teniendo éxito y poco a poco nos vamos despegando en las encuestas", señalaron las mismas fuentes, en alusión a las denuncias sobre los lazos de la guerrilla colombiana con otros países. Hace sólo unos meses, Serra aventajaba a Rousseff por goleada, pero gracias al respaldo decidido de Lula, el ascenso de la ex ministra parece imparable.

Los asesores de Dilma son conscientes de que ese apoyo está resultando decisivo, pero advierten de que la candidata oficialista conecta cada vez mejor con el electorado.

"Ella aprende día a día y se aplica mucho en la campaña; es consciente de que suceder a un hombre como Lula es complicado, sabe que el carisma es algo innato y a cambio ofrece una gran capacidad de trabajo", aseguran fuentes de su equipo de campaña.

La candidata del PT cuenta con especialistas que la asesoran en técnicas de telegenia y oratoria. "Es una persona muy centrada en todo lo que hace, exigente con ella misma y también con sus colaboradores, a los que pide informes muy detallados de los lugares que va a visitar durante la campaña", añaden.

Mandato de continuidad

La sobriedad de Dilma se refleja a la hora de dirigirse a la gente. Muy diferente en las formas, su programa político coincide bastante con el de Lula, al que elogia en su discurso en Garanhuns: "Lula hizo una revolución pacífica en este país y dio grandes pasos por revertir la situación secular de pobreza".

Si logra imponerse en las elecciones de octubre, Dilma dará continuidad a la política económica de Lula y reforzará los programas sociales. Tampoco se desviará mucho de la estrategia que ha marcado la política exterior del gobierno actual: la no intromisión en los asuntos internos de otros países y el fomento del multilateralismo.

El respaldo de Lula a su candidata seguirá en las próximas semanas.

El presidente hará coincidir su agenda con la de su candidata en actos políticos a lo largo y ancho del país, para desgracia de Serra, consciente de que cada aparición como la de Lula en Garanhuns suma votos a favor de Rousseff.

Para la candidata oficialista, la presencia en sus actos de su mentor político, lejos de ensombrecer su figura, la acercan a un electorado que tiene fe ciega en todo lo que haga o diga Lula.

Y ahora, el único empeño del mandatario es que Dilma Rousseff se convierta en la primera presidenta de Brasil.

DE LA GUERRILLA A LA ANTESALA DEL PODER1947
La infancia

Hija de un abogado búlgaro y de una maestra brasileña, Dilma nació en Belo Horizonte en 1947 y creció entre niñeras, clases de música e idiomas y colegios caros.

1964
La guerrilla

A los 17 años, Dilma comenzó su militancia en organizaciones de izquierda; dos años después, se sumó a grupos armados y pasó a la clandestinidad. Aunque niega haber participado de la lucha armada, en su época la llamaban "la Juana de Arco de la subversión".

1977
La funcionaria

Dilma estudió economía y se involucró en la política. En los 80 inició una carrera que la conduciría a la Secretaría de Hacienda de Porto Alegre y, luego, al Ministerio de Energía de Rio Grande do Sul.

2002
La metamorfosis

La ministra se tomó dos semanas de vacaciones y volvió con la cara renovada. El cambio estaba destinado a presentar una candidata atractiva y cercana a la gente.

2008
La relación con Lula

Impresionado con la eficaz reacción de Dilma ante los apagones en el Sur, Lula la nombra ministra de Energía en 2002. Tres años después, la designa jefa de la Casa Civil.

2010
La nominación

A pesar de no contar con el aval de ciertos sectores del Partido de los Trabajadores, Dilma fue confirmada como candidata en febrero de este año. Atrás suyo, y como respaldo excluyente, estaba Lula, quien aún no ha dicho si espera volver en 2014.

Fuente: La Nación


Pesquisa Datafolha: 41% apostam em vitória de Dilma; 30%, na de Serra

RIO - Pesquisa Datafolha, publicada na edição deste domingo do jornal "Folha de S.Paulo", mostra que, para 41% dos entrevistados, a vencedora da corrida eleitoral será Dilma Rousseff (PT), enquanto outros 30% acreditam na eleição de Serra. No levantamento divulgado na véspera, a petista e o tucano aparecem em empate técnico . Dos entrevistados, 2% apostam em uma vitória de Marina Silva (PV), e 26% dizem não saber quem será eleito. A margem de erro é de dois pontos percentuais.

Questionados sobre o grau de convicção em relação ao voto, os eleitores de Dilma se dizem mais decididos do que os de Serra. Segundo a pesquisa, 78% dos que apoiam Dilma dizem estar "totalmente decididos" - índice que se manteve estável em relação à sondagem anterior-, contra 19% que admitem mudar de candidato - antes, eram 20%. Dos eleitores de Serra, 30% declaram que podem mudar de voto - contra 28% do último levantamento. Já 67% dizem estar "totalmente decididos" - antes, eram 70%.

De acordo com a pesquisa, entre os eleitores de Marina, 38% admitem mudar de voto, contra 58% que não têm dúvida da escolha. No total, 69% dizem ter escolhido o candidato com convicção, enquanto 27% admitem que ainda podem mudar de ideia.

Tucano continua na frente entre as mulheres

A pesquisa mostra ainda que o eleitorado feminino continua sendo o principal desafio para Dilma. De acordo com o levantamento, Serra tem 38% das intenções de voto entre as mulheres, oito pontos à frente da petista. A vantagem do tucano no eleitorado feminino se mantém desde março.

Por outro lado, Dilma alcançou mais apoio entre os homens e, desde maio, está na frente nessa fatia do eleitorado. Na atual pesquisa, abriu seis pontos de vantagem: 42% a 36%.

Ao se levar em consideração a renda dos entrevistados, Serra tem 37% das intenções de voto entre os que ganham mais de dez salários mínimos, contra 35% de Dilma. Entre os mais pobres (até dois mínimos), ambos têm 35%.

Fuente: O Globo

martes, 6 de julio de 2010

Un apoyo masivo a la igualdad de derechos

El sondeo revela también un acuerdo importante en el interior del país. Y muestra rechazo a la posición de la Iglesia contra el casamiento entre personas del mismo sexo. Respaldo a los legisladores que votan a favor de la igualdad de derechos.
Por Soledad Vallejos
Más de las tres cuartas partes de la población (el 81 por ciento) está de acuerdo con que homosexuales y heterosexuales tengan los mismos derechos. Apenas un poco menos (el 69 por ciento) se declara de acuerdo con el proyecto de ley de matrimonio civil que la Cámara de Diputados aprobó en mayo. Más de la mitad de los ciudadanos (el 57,6 por ciento) está en desacuerdo con que la Iglesia católica rechace el matrimonio entre personas del mismo sexo; la mayoría de esas personas se define como católica practicante. Así lo asegura un estudio que la consultora Analogías realizó a nivel nacional a mediados de junio, en 1250 casos, a pedido de la Federación Argentina LGBT. Los números trazan un panorama notablemente menos polarizado y opositor al proyecto de ley que hoy mismo empieza a transitar momentos claves en el Senado (ver aparte). Tan diferentes de lo que se ha dicho resultan los números que muchos de los distritos cuyos senadores y senadoras se oponen al proyecto difícilmente puedan argüir que lo hacen porque así lo quieren sus electores.

La existencia de derechos civiles que protejan tanto a heterosexuales como a homosexuales es afirmada por una amplia mayoría. El 81 por ciento lo ha ratificado, y un respaldo aún mayor se manifiesta cuando se trata de que las parejas homosexuales puedan compartir la obra social (88,1 por ciento) o que quien enviude pueda cobrar una pensión (el 83 por ciento). A la luz de esas respuestas no sorprende que el 68,6 por ciento se muestre de acuerdo con que dos personas del mismo sexo puedan casarse porque “todos somos iguales” (44,2) y “es importante que cada persona tenga libertad para decidir qué hacer con su vida” (37,6). La cercanía cuenta: el hecho de conocer situaciones particulares no es una razón despreciable para este apoyo: un 9 por ciento respondió que avalaba el matrimonio para dos personas del mismo sexo porque “tengo amigos/as, hijo/as, parientes, compañeros/as de trabajo homosexuales y los entiendo”.

Notablemente, quienes se manifestaron en desacuerdo abreviaron los argumentos: la naturaleza, las leyes de Dios (31,1 entre ambas) y la religión (4 por ciento), la tradición (25) y la moral (9) sumaron el 69, 1 por ciento.

El proyecto que la Cámara de Diputados aprobó en mayo cosecha un 69 por ciento de apoyo, y el 66,8 por ciento de todos los encuestados cree “muy probable que lo aprueben” los senadores. La respuesta llegará en los próximos días.

De gira por las provincias

En la ciudad de Buenos Aires, el 85,8 por ciento se definió a favor del proyecto con media sanción de Diputados, lo cual posiblemente no sorprenda al sus detractores, en los últimos días embarcados en acotar el apoyo a suelo porteño. (Los y las senadores por la Ciudad, por otra parte, se han declarado todos a favor.) Sin embargo, las respuestas de la encuesta pintan un paisaje provincial en el cual el apoyo a la ampliación del matrimonio civil oscila entre el 50 y el 70 por ciento. La información resulta todavía más reveladora cuando se revisa qué han proclamado algunos de los y las representantes de esas provincias ante el Senado. A eso, además, es preciso sumar el antes y el después: en la mayoría de las provincias, el apoyo al matrimonio para personas del mismo sexo creció luego de la media sanción en Diputados.

El divorcio entre electorado y representación podría resultar grave en Córdoba. Dos de sus tres representantes (Luis Juez, quien hoy será uno de los seis firmantes del dictamen favorable, y Norma Morandini, quien denunció presiones obispales) se declararon favorables; el tercero, Ramón Mestre, se ha pronunciado en contra alegando que es preciso “que no se desvirtúe la concepción de matrimonio” y sugiriendo realizar una “consulta popular no vinculante” para “saber qué es lo que quiere la sociedad”. El 68,5 por ciento se había manifestado de acuerdo con la propuesta de que el matrimonio civil fuera válido también para parejas homosexuales; ese apoyo trepó al 69,7 luego de la media sanción.

La provincia de Buenos Aires pasó del 66,4 al 67 por ciento de apoyo, contradiciendo la oposición mayoritaria que había alegado Hilda “Chiche” Duhalde. Santa Fe y Corrientes comparten tendencia: el 63,7 por ciento se mostró a favor de lo aprobado en Diputados. En ambos casos, la media sanción parece haber sumado un plus de aprobación social (en Santa Fe, 58,6 por ciento apoyaba el matrimonio en abstracto; en Corrientes el 55,2). Pero mientras que en la primera provincia sólo Carlos Reutemann se opone al proyecto (Rubén Giustiniani y Roxana Latorre ya han hecho público su apoyo), en Corrientes la situación es inversa: sólo Nito Artaza está a favor; Josefina Meabe y José María Roldán (quien mañana posiblemente firme dictamen para unión civil) lo rechazan.

Otro territorio en el que la lectura de sus representantes parece distorsionada es La Pampa: el 63 por ciento se declara a favor de lo que aprobó Diputados (antes de eso lo hacía el 61,1). Y sin embargo sus tres senadores (María de los Angeles Higonet, Juan Carlos Marino y Carlos Verna) han dicho o sugerido en más de ocasión que no lo apoyarán. Dos de los tres representantes de Chubut (Graciela Di Perna y Marcelo Guinle) han anunciado que votarán por la ley; el tercero, Mario Cimadevilla, hoy posiblemente firme dictamen por uno de los proyectos de unión civil. Las encuestan cifran en 62,3 por ciento el apoyo al texto sancionado por Diputados (llegó a esa cifra desde el 55 por ciento).

Más de la mitad de la población mendocina (el 56,2 por ciento) apoya el proyecto que podría convertir en ley el Senado. Precisamente a esa provincia representa Rolando Bermejo, el integrante de la comisión cuya firma hoy podría dar dictamen de mayoría a la ampliación del matrimonio civil. En Neuquén, cuyo senador Marcelo Fuentes hoy dará su firma al proyecto sancionado en mayo, el apoyo a que personas del mismo sexo puedan casarse trepa al 56,4 por ciento.

Fuente: Pagina 12