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jueves, 17 de diciembre de 2009

Los rumores de golpe acosan a Lugo

Por Martín Suaya

El fantasma de un golpe de Estado todavía acosa al presidente paraguayo Fernando Lugo. Esta semana lo volvió a invocar: desde que asumió, en agosto de 2008, ya intentaron derrocarlo no una, sino varias veces, aseguró. Según el ex obispo, los golpistas de su país lo rondan, están al acecho. “Ha habido numerosos intentos de golpes de Estado en mi contra desde que asumí el gobierno”, dijo el mandatario a los miembros del cuerpo diplomático paraguayo el martes de esta semana. “Después de décadas de dominio de un mismo grupo político, no sorprende que haya sectores que aún hoy sigan teniendo la tentación de interrumpir el proceso democrático”, agregó. Pero sus advertencias no parecen ser muy oídas entre los que se suponen sus aliados. “Luchamos día a día contra el fantasma de la inestabilidad y la caída”, volvió a insistir ayer el presidente. Es que el Partido Liberal, la formación que lo llevó al poder, ya se retiró, al menos en la práctica, de la coalición oficialista. Y su líder y vicepresidente de Lugo, Federico Franco, lo dejó en claro esta semana. “Estoy listo para asumir”, aseguró el número dos paraguayo. De por sí húmedo, el clima en Asunción, bajo el ejemplo de Honduras, pareciera estar tornándose cada vez más espeso.

Para alertar sobre esta situación, Najeeb Amado, secretario general del Partido Comunista Paraguayo (PCP), y Ernesto Benítez, dirigente campesino, estuvieron esta semana en Buenos Aires y, desde un hotel del centro, en diálogo con Página/12, lanzaron su advertencia. “En Paraguay se está tramando un golpe vía institucional desde diversas instancias del Estado, pero en particular desde el Parlamento, algo similar a lo que ocurrió en Honduras. El vicepresidente Franco es una de las cabezas visibles de la avanzada golpista, y la forma que podría adquirir el golpe es la de un juicio político”, explicaron Amado y Benítez.

–¿Bajo qué argumentos?

A.: –Básicamente tres. Primero está el secuestro del ganadero Fidel Zavala que, desaparecido desde hace sesenta días, tiene a toda la vieja oligarquía civil y militar clamando que la responsabilidad es de una supuesta guerrilla llamada Ejército del Pueblo Paraguayo. Luego, desde el Parlamento están tratando de montar un supuesto caso de corrupción contra Lugo por la compra de unas tierras para repartir entre familias campesinas. Y, por último, claro, los casos de paternidad.

–¿Con qué apoyos cuenta Lugo en el Poder Legislativo?

B.: –(se miran entre sí) En el Senado, le responden dos senadores sobre 45. Y en Diputados, en una buena sesión, dos diputados apoyan al presidente.

–La reforma agraria fue una de las principales banderas de la campaña del presidente. ¿Se avanzó en algo en el reparto de tierras?

B.: –En nada. Presentar un proyecto de expropiación en el Parlamento sería una causal de juicio político inmediato.

–Da la sensación de que el gobierno de Lugo está institucionalmente paralizado. Si no puede hacer nada, ¿cuál sería la necesidad de derrocarlo?

B.: –El crecimiento de los movimientos sociales se tornó muy grande para las viejas oligarquías.

A.: –En Paraguay se dio un cambio fundamental, y es el cambio del sujeto político. Si bien no se pudo avanzar con grandes reformas, las antiguas camarillas ligadas al Partido Colorado y al Partido Liberal no pueden soportar que los movimientos sociales estén accediendo al control de ciertos resortes del Estado.

–¿Cuál es la actitud de las fuerzas armadas?

B.: –A pesar de haber descabezado a la cúpula hace algunas semanas, el presidente lo dijo claro: sigue habiendo bolsones golpistas en las tres armas.

–¿Qué rol están jugando los medios?

A.: –Son una parte esencial en el esfuerzo desestabilizador, con el diario ABC Color a la cabeza.

–¿Qué puede hacer Lugo para revertir esta situación?

A.: –Jugar más a fondo y decidirse por los movimientos sociales. Los partidos tradicionales ya le demostraron que, llegado el momento, lo abandonan.

B.: –Pero la fuerza del pueblo es tremenda.

Fuente: Pagina 12

viernes, 17 de abril de 2009

Por el escándalo, cae la imagen de Lugo en Paraguay

Luego del escándalo por la relación que Fernando Lugo, mantuvo con Viviana Rosalith Carrillo Cañete cuando éste aún era obispo y el reconocimiento de su paternidad por parte del presidente paraguayo, la imagen del mandatario parece estar cayendo en picada. Al menos, así lo asegura una empresa encuestadora que realizó un sondeo sobre su popularidad antes y después del 13 de abril, día en el que el ex religioso reconoció ser padre de un niño fruto de su vínculo con la que entonces era una joven de 16 años.

La empresa Servicios Digitales S.A. se encargó de hacer una encuesta de opinión sobre la honradez de Lugo y si volvería a votar al presidente paraguayo. La conclusión resultó bastante desalentadora: en tan solo un día, la imagen del jefe de Estado de Paraguay cayó un 16 %.

Antes de hacerse pública la noticia sobre la relación sentimental que había mantenido con Viviana Rosalith Carrillo y su paternidad, casi un 65% de los paraguayos creían que Lugo era un presidente "muy honrado". Sin embargo, luego que estallara el escándalo sólo un 48% mantuvo su posición original y más del 30% aseguraron que era "poco" honrado, mientras algo más del 10% opinó que no era "nada" honrado.

Otro segmento del estudio, donde se preguntaba si los paraguayos volverían a votarlo en las próximas elecciones, reveló que del 40,85% que había dicho que sí lo votaba, luego del escándalo había bajado al 31 %. Los resultados indicaron que indefectiblemente que la imagen del presidente Lugo ha caído un 16% luego de revelarse su condición de padre.

Los obispos dijeron mediante un comunicado que lo ocurrido el pasado lunes, había dañado también la imagen de la Iglesia: “Son hechos que repercuten para bien o para mal. La Iglesia Católica está conformada por seres humanos. Desde ese punto de vista todo lo que pasa para bien va a favor de ella, y todo lo que pasa en forma negativa va en su desmedro”, indicó el obispo de la Diócesis de Cordillera.

Fuente: Perfil

sábado, 16 de agosto de 2008

Las TAPAS de Paraguay




De obispo con raíz progresista a abanderado del cambio




ASUNCION.- Derrotó en las urnas al partido más antiguo que todavía se mantenía en el poder en la región; recibió una histórica dispensa del Papa y fue protagonista de una inédita alternancia pacífica en su país.
Con sólo tres años de experiencia en la política, el ex obispo Fernando Lugo batió todos esos récords al asumir la presidencia paraguaya, en medio de una fiesta popular y una expectativa que se extendió a todo el continente.
La llegada de Lugo al sillón del palacio de los López -sede del gobierno paraguayo- comenzó a gestarse cuando, siendo obispo católico, abandonó su diócesis tras declararse impotente para dar respuesta a las necesidades de una población cada vez más pobre y marginada.
En 2006, su nombre sonaba como postulante al cargo, luego de que miles de personas lo aclamaran durante una marcha de protesta contra el entonces primer mandatario, Nicanor Duarte Frutos, que marcó el inicio de una carrera meteórica hacia la presidencia.
El paso siguiente de Lugo fue renunciar a su condición de obispo, en 2007, decisión que irritó al Vaticano, que lo suspendió en funciones por tiempo indeterminado y le pidió recapacitar.
Pero el sancionado sacerdote de 57 años siguió adelante con los planes, hasta transformarse en líder de una coalición variopinta de partidos y movimientos sociales, que mezcló a liberales, socialistas, organizaciones campesinas, sindicales y estudiantiles.
En septiembre del año pasado, anunció su determinación de encabezar la candidatura presidencial por la coalición opositora Alianza Patriótica para el Cambio y se impuso en las elecciones presidenciales pasadas.
El 30 de julio último, el papa Benedicto XVI dio a conocer el decreto por el cual lo redujo del estado episcopal al laical para ejercer la presidencia de Paraguay sin ser excomulgado.
"Por el bien del Paraguay", afirmaba el decreto papal.
Formado en la teología de la liberación, corriente católica progresista, Lugo se cuidó durante la campaña de no ser vinculado a la nueva ola de gobernantes de izquierda latinoamericanos que despiertan terror entre las poderosas elites de su país.
Pero tras el triunfo en los comicios, se acercó a sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, quienes dicen llevar adelante un modelo socialista en sus países.
Estilo propio
El estilo del flamante presidente paraguayo también dio que hablar. Sandalias franciscanas de cuero y un bolso tipo morral se combinan con camisas y sacos de cuello mao para el atuendo más habitual del eEn 2006x prelado, quien sólo vistió traje en dos ocasiones en su vida y admite tener una animadversión hacia las corbatas.
Ayer, Lugo fue protagonista del primer cambio pacífico de signo político de gobierno desde el surgimiento de los primeros partidos, hace más de 120 años, en Paraguay.
Lugo, primer ex obispo elegido presidente en América, nació el 30 de mayo de 1951 en el pequeño pueblo de San Pedro del Paraná, en el departamento de Itapúa, cerca de la frontera con la Argentina.
Hijo de Guillermo Lugo y Maximina Méndez, opositores a la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989), el nuevo presidente paraguayo ingresó en la vida religiosa en 1970, a los 19 años, en la congregación del Verbo Divino, y años después se recibió de licenciado en teología en la Universidad Católica.
Tras una estadía en Ecuador, retornó en 1982 a su país, donde ejerció como educador de seminaristas. Al año siguiente, obtuvo una beca para estudiar en Roma, donde recibió el título de sociólogo y se instruyó en Doctrina Social de la Iglesia.
Fue ordenado obispo por el papa Juan Pablo II el 17 de abril de 1994, que le asignó la diócesis del departamento de San Pedro, el más pobre y conflictiva del país.
Durante el ejercicio de su ministerio episcopal, entabló amistad con grupos de campesinos sin tierra y pobladores, junto a los cuales participó de movilizaciones contra diferentes gobiernos.
Agencias AFP La Nación y Reuters


domingo, 20 de abril de 2008

El "voto bronca" busca desplazar el "voto cautivo"

ASUNCION.- El asesinado ex vicepresidente de Paraguay, Luis María Argaña, solía decir que la maquinaria colorada es tan poderosa para ganar elecciones que "si el Partido Colorado nombrara al Pato Donald como candidato, ganaría el Pato Donald". Desde 1947, esa máxima se ha cumplido a rajatabla. Pero hoy, por primera vez en más de 60 años, podría caducar.
La sociedad paraguaya ha estado dominada durante décadas por el miedo, la corrupción y el clientelismo. Primero padeció una de las dictaduras más represivas de América latina, que además, con 35 años, fue la más larga de la región. Y, desde 1989, el Estado ha sido cooptado por el Partido Colorado mediante una activa política prebendaria, que ha sumido al país en una profunda crisis económica y política.
"La Asociación Nacional Republicana [ANR, nombre oficial del Partido Colorado] se sabe renovar, pero ya no va más. La gente está harta", dijo a LA NACION el analista Marcello Lachi.
Parece ser cierto. El hartazgo generalizado se escucha en los bares y en las calles de esta ciudad. Pero el "voto bronca" o "voto castigo" no será el único tipo de sufragio que los casi tres millones de electores depositarán en las urnas. El "voto cautivo", el "voto prebendario" y el "voto útil" también se harán sentir, y el peso de cada uno de ellos será determinante en una elección tan reñida como la actual.
Quienes voten por el ex obispo opositor Fernando Lugo, el favorito de los sondeos, lo harán, principalmente, para poner fin a seis décadas de gobierno colorado. "La única certeza que tenemos sobre Lugo es que su triunfo rompe con el sistema, y eso sólo hace que su victoria valga la pena", dijo a LA NACION la analista Milda Rivarola.
Por otro lado, tras unas traumáticas elecciones internas, la ANR llega fracturada a los comicios generales, y el ex obispo podría captar esos votos disidentes. Lugo proviene de una familia colorada y, para muchos, es aún más colorado que la candidata oficialista Blanca Ovelar. "Hay muchos colorados que, cansados de la cúpula mafiosa que se apoderó del Estado, van a votar por él", vaticinó Lachi.
No obstante, la popularidad de Lugo radica sobre todo en que la gente no lo percibe como una figura política. "Los partidos tradicionales están en crisis. Los políticos padecemos una falta de legitimidad, y Lugo es un outsider , capaz de canalizar el voto castigo de millones de paraguayos", contó a LA NACION el senador por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Carlos Mateo Balmelli, que en diciembre pasado perdió la interna de su partido para acompañar a Lugo en la fórmula presidencial.
La debilidad del ex obispo, en tanto, reside en la ambigüedad de su discurso, que atemoriza principalmente al electorado tradicional de derecha. Su alianza esta integrada por una veintena de movimientos sociales, muchos de ellos de corte izquierdista, que inquietan a empresarios y a grandes ruralistas. Nadie desconoce los pecados de los colorados, pero muchos quieren evitar los riesgos, o, como reza el dicho, mejor malo conocido que bueno por conocer.
Cambio de género
La ex ministra Ovelar, por su parte, cuenta con la ventaja de ser una persona respetada por la ciudadanía. "Es una técnica, no una política. Es una buena mujer, pero puesta con la intención de ser manejada", explicó a LA NACION el analista Gustavo Laterza.
Su candidatura fue promovida por el actual presidente Nicanor Duarte Frutos -desaprobado por el 72% de la población-. Y, para muchos, votar por ella es como votar por el mandatario. Durante su campaña, de hecho, Ovelar elogió la gestión de Duarte Frutos. Los paraguayos opinan que la transformación de la que ella habla no es más que un cambio de género, no de gobierno.
En cuanto al general retirado Lino Oviedo, que se ubica tercero en la intención de voto y fue una figura clave de la política paraguaya de los últimos 20 años, quienes se decidan por él lo harán guiados por su carisma personal. "Pero Oviedo no es Perón; Oviedo, más bien, fue una figura utilizada por todos los sectores", aclaró Balmelli.
Por Adriana M. Riva Enviada especial (LANACION.COM)

sábado, 19 de abril de 2008

La campaña en Encarnación (Paraguay)

Auto con calcomanía del Partido Colorado
Carteles del partido Colorado en las calles de Encarnación (Paraguay)


viernes, 18 de abril de 2008

Crece el temor a un fraude en Paraguay

ASUNCION.- Cuando faltan tres días para las elecciones generales, la tensión creció ayer en Paraguay luego de que la coalición opositora que respalda la candidatura presidencial del ex obispo Fernando Lugo anunciara que no reconocerá la validez de los resultados parciales oficiales por temor a un fraude. "Es una práctica de los colorados que data de hace 60 años", denunció el propio Lugo.
"La justicia electoral no permitió que nuestros representantes integren su sistema de transmisión de datos desde los lugares de votación para efectuar juntos una verificación, por lo que desconocemos anticipadamente su validez ", declaró el senador Juan Carlos Ramírez, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), principal sostén político de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), que encabeza Lugo.
"Las actas de cada mesa terminarán de ser juzgadas el 9 de mayo, y sólo al día siguiente se sabrá quién ganó los comicios. Advertimos al Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) que si anuncia la victoria del oficialismo con resultados diferentes de los obtenidos a través del sistema de cómputos paralelos de la Alianza vamos a ingresar en una crisis que no se resolverá en pocos días", añadió.
El TSJE publicó un comunicado en el que recordó que la Constitución "otorga competencia exclusiva a la justicia electoral para entender en todas las cuestiones relativas a la elección de representantes políticos", por lo que el 20 del actual "los partidos, movimientos o alianzas sólo podrán realizar cómputos paralelos para uso propio".
Los ánimos están caldeados y el temor al fraude se ha colado con fuerza en la recta final de la campaña. Si bien Lugo lidera las encuestas, los analistas advierten que si no obtiene una diferencia significativa de votos frente a la candidata oficial, Blanca Ovelar, el Partido Colorado podría alterar fácilmente el resultado de las urnas. Sin embargo, el titular del TSJE, Rafael Dendia, expresó a LA NACION que "el fantasma del fraude está en el aire, pero no es más que un fantasma. No existe".
"Hemos recibido muchas denuncias de irregularidades, pero no hemos visto pruebas de esas denuncias, salvo algunos casos que no tienen peso para revertir un resultado. Habrá que esperar al domingo y ver qué pasa", dijo a LA NACION el observador chileno Pablo Galarce, de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, que supervisará las elecciones.
Ayer, en tanto, el presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, volvió a advertir a su par Hugo Chávez que no se metiera en los asuntos de Paraguay, tras señalar que tiene informes de que hay venezolanos que colaboran con Lugo.
"Tenemos información de que grupos importantes, muy cercanos al presidente Chávez, están colaborando con el ex obispo Lugo", dijo Duarte en una entrevista con el canal Telesur. "Mis saludos cordiales a los hijos de Venezuela que me están escuchando. Pidan a sus autoridades que no metan sus narices en nuestro país", agregó.
Además de denuncias de fraude, la campaña ha estado plagada de golpes bajos, sobre todo contra el candidato de la Alianza, que ha sido acusado de "mentiroso", "sinvergüenza", "amoral" y cosas más ocurrentes como "formador de marihuaneros". Debido a este ataque continuo, Lugo se excusó ayer de participar en el último debate electoral televisivo, durante el cual sus opositores -Ovelar, el general retirado Lino Oviedo y el empresario Pedro Fadul- intentaron captar los votos de los indecisos con sus propuestas de gobierno, centradas en cómo combatir la pobreza, la corrupción y la falta de empleo.
Ausencia
En una nota enviada una hora antes al moderador del programa, Humberto Rubín, Lugo manifestó que "tristemente, no existen las condiciones políticas para participar de un encuentro de estas características". Su ausencia no hizo más que acentuar las críticas en su contra.
"El debate es muy importante para la salud democrática de nuestro país. Lamento por la ciudadanía lo de Fernando Lugo , opinó Ovelar, mientras que Oviedo manifestó que "toda la ciudadanía ha quedado defraudada".
También Fadul, del partido Patria Querida y único de los cuatro candidatos sin posibilidades de triunfo (las encuestas le dan una intención de voto del 3% o menos), expresó su disgusto por la ausencia de Lugo.
Pero ninguno fue tan duro como Rubin, uno de los periodistas más influyentes del país, que calificó al ex obispo de "irresponsable, cobarde, mentiroso y estafador", mientras la cámara hacía un primer plano de su silla vacía.
Al cierre de esta edición, tanto Oviedo como Lugo encabezaban el cierre de sus respectivas campañas.
Por Adriana M. Riva Enviada especial (lanacion.com)

La campaña de Blanca Ovelar en Paraguay

Calcomanía para fondo de colectivo

Calcomanías de Blanca Ovelar
Wallpapers del Partido Colorado
Wallpapers del Partido Colorado
Wallpapers del Partido Colorado
Afiches del Partido Colorado

La Campaña de Lugo en Paraguay
















Algo de la campaña de Oviedo









El candidato opositor a la presidencia del Paraguay, General ( RE) Lino César Oviedo, incluyó el sábado en un afiche de promoción electoral las fotografías de los mandatarios de Argentina y Brasil, Cristina Fernández de Kirchner, y Luiz Inacio Lula da Silva. El anuncio señala que con los dos presidentes, Oviedo revisará los tratados de utilización de las hidroeléctricas Yacyretá e Itaipú sobre el río Paraná.El afiche fue publicado en una de las páginas de la sección política del diario ABC Color, el de mayor circulación. Las imágenes fueron colocadas debajo del subtítulo "Negociación. Respeto a los contratos. Reformas estructurales. Trabajo. Inversiones. Más empleos". (atinaargentina.com)

jueves, 17 de abril de 2008

Campaña negativa contra Lugo

Durante la campaña los colorados intentaron asociar la imagen de Fernando Lugo con las FARC y los secuestradores de Cecilia Cuba, hija del ex Presidente del Paragauay