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viernes, 11 de septiembre de 2009
Afiches, actos políticos y recitales en Buenos Aires
Hoy Cobos encabeza la lista de los presidenciables
Cuando todavía falta más de dos años para las elecciones presidenciales, las encuestadoras se encuentran midiendo quiénes son los personajes que están a la cabeza de las preferencias de la sociedad para suceder a Cristina Fernández en el sillón de Rivadavia. La crisis de representatividad que vive nuestro país hoy en día es muy grande, y eso se refleja sin ningún lugar a dudas en la pérdida de popularidad por parte de los políticos y en el descreimiento que tienen todas las acciones de la clase dirigente. Pasado el acto electoral del 28-J, los partidos políticos comienzan a preparar su campaña para el 2011, y es por eso que sus principales figuras quieren empezar a instalarse como los candidatos ideales para
En el día de ayer,
En cuanto a imagen positiva de los dirigentes argentinos, la consultora dirigida por Pablo Knopoff, muestra que en ese ramo el vicepresidente sigue siendo el más popular, ya que tiene una imagen positiva de 56,9% y una negativa que no llega al 30%. Segundo aparece Kirchner con una valoración positiva de 24,5% y una negativa del 68%. Más atrás se ubican Macri con 45,1% de positiva, 39,3% de negativa; y Daniel Scioli con un 57% de imagen negativa y 29,9% de positiva.
Ante la consulta de Isonomía sobre “quién es hoy el principal referente de la oposición”, Cobos suma 24.2%, De Narváez 20.8; Macri 19.3, Eduardo Duhalde 14.4; Elisa Carrió 12.9 y Reutemann 8.5.
Por su parte, un sondeo efectuado por la consultora Managment & Fit, realizado entre los días 1 y 3 de septiembre, donde se muestra que Cobos es el político que lleva las de ganar a la hora de elegir un candidato para comandar el país en el 2011, así como también es el que mejor imagen positiva tiene.
En la misma, Julio Cobos reúne el 21,1% de las preferencias de cara a las próximas presidenciales, seguido por Carlos Reutemann con el 15,2%, Mauricio Macri con el 12,6%, Francisco De Narváez con el 7,5%, y Néstor Kirchner con el 5,6%, mientras que su enemiga interna dentro del ACyS, la chaqueña Elisa Carrió, sólo logra el 4,7% de intención de voto en la actualidad.
Además, Cobos tiene una imagen positiva del 44,1%, seguido de cerca por Reutemann con el 38,3%, De Narváez con el 36,4%, Macri con el 33,8%, Carrió con el 30,4%, Kirchner con el 18,7%, Duhalde con el 19,4%, Scioli con el 26,7% y Solá con el 21,5%.
De esta manera, Cobos se perfila como el principal referente del partido fundado por Leandro N. Alem para pelear por la presidencia de
Fuente: Multimedios Prisma
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Obama gana apoyo para su reforma
WASHINGTON.- Un soplo de aire fresco y de energía pareció adueñarse ayer del gobierno de Barack Obama, apenas un día después de que el presidente se jugó a fondo con un discurso en el que ratificó su objetivo de aprobar este año la controvertida reforma del sistema de salud.
Un primer efecto parece haber sido la recuperación de la confianza en el presidente. Si bien son datos aún precarios, los sondeos coincidían ayer en reflejar un fortalecimiento de la imagen presidencial, que llegó al discurso de anteanoche en su peor momento de popularidad, con dudas y cuotas de desconfianza en más de la mitad de los ciudadanos.
Lejos de esa onda negativa, un sondeo de la cadena televisiva CNN arrojó que el 70% de quienes vieron el discurso se mostraron "satisfechos" con la actitud presidencial.
Semejante índice de aceptación posiblemente revela una alta presencia de demócratas entre los consultados, según admitieron los propios realizadores del sondeo.
Pero, aun así, la tendencia es clara. Y ayer, hasta los republicanos admitían que Obama había salido fortalecido tras su intervención. "Hay un cambio de escenario", fue la expresión con que se admitió que el 52 por ciento de rechazo que llegó a tener la reforma era un dato del pasado. Según CNN, el apoyo a la reforma de Obama creció tras el discurso al 67 por ciento.
La otra "suerte" que tuvo el presidente fue que uno de los legisladores republicanos que lo escuchaba se enardeció, perdió los estribos y lo insultó en pleno discurso. Eso trajo la consecuente disculpa pública posterior, gesto que -con la gentil aceptación del caso- dejó a Obama en mejor posición que a sus críticos de derecha.
"¡Usted miente!", espetó en pleno discurso del presidente el congresista republicano por Carolina del Norte Joe Wilson. "No, no miento", respondió Obama, sin perder la calma.
El incidente generó un verdadero escándalo, en el que se cuestionó la falta de respeto y la descortesía mostrada por el colérico protagonista. Tanto que fueron sus compañeros de bloque los primeros en pedirle que se disculpara. "Mi comentario fue inapropiado y lamentable. Pido perdón y extiendo mis sinceras disculpas al presidente por mi falta de educación", sostuvo Wilson en un comunicado.
La Casa Blanca se frotaba las manos. La reacción enardecida del republicano calza perfectamente con la campaña de exasperación y miedo que el equipo de Obama viene denunciando por parte de la oposición de derecha.
El presidente aceptó la disculpa. Pero el vicepresidente, Joe Biden, se regocijó un poco en la herida ajena. "Sentí vergüenza ajena. Wilson denigró a la institución [parlamentaria]", cargó el vicepresidente, y anticipó que la reforma del sistema de salud será aprobada antes de noviembre.
Los republicanos recogían vela como podían. "Tiene que quedar en claro que el presidente de los Estados Unidos siempre es bienvenido en el Capitolio. Merece respeto y decoro", dijo el titular del bloque en la Cámara de Representantes, Eric Cantor.
Tan incómodos quedaron ayer los hombres del partido de George W. Bush que el ex candidato presidencial John McCain moderó el tono de su crítica.
"Admito que hay que hacer algo con el sistema de salud. Pero lo que pedimos es que se dialogue y que se haga con acuerdo de los principales partidos", dijo McCain, quien opera como vocero de hecho de la oposición republicana.
Ayer, con el viento en la nuca de la popularidad de nuevo en alza y el traspié republicano como telón de fondo, Obama volvió a la carga, con una renovada prédica para sacar adelante la reforma. "Sigo abierto a todo tipo de sugerencias y de ideas. Pero lo que no podemos hacer es seguir como estamos y aceptar la situación actual", afirmó, tras reunirse su equipo de asesores en la materia.
Entre sus esfuerzos por retomar la iniciativa, el presidente mantuvo también ayer una reunión con un centenar de enfermeras de todo el país. "No voy a permitir que se posponga la reforma", dijo el mandatario, que se hizo eco de las nuevas cifras que publicó ayer la Oficina del Censo, según las cuales el número de personas sin cobertura médica aumentó en un millón de afectados en los últimos 12 meses, para situarse ahora en 46,3 millones.
"Nadie debería ser tratado así en Estados Unidos. ¡Nadie!", clamó el presidente, para quien ya ha habido demasiadas "distracciones" y ha llegado "el momento de actuar" con la provisión de salud a la población.
Desde hace años, la Casa Blanca viene tropezando con intentos por reformar un sistema de salud, considerado caro e ineficiente. Buena parte del modelo descansa en la prestación de servicios por parte de aseguradoras privadas que no tienen competencia estatal y que, por su esquema de negocios, buscan, como prioridad, obtener beneficios para sus accionistas.
Fuente: La Nación