Cristina Fernández de Kirchner se impondría con amplitud en el voto a presidente en casi todos los distritos, incluyendo la Capital Federal, donde le saca –al menos por ahora– 16 puntos de ventaja al actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Debe recordarse que en la anterior elección presidencial, Cristina salió segunda, perdiendo por casi 20 puntos con Elisa Carrió; fue 37 a 18. En el distrito clave, la provincia de Buenos Aires, actualmente hay casi 30 puntos de ventaja de la Presidenta sobre quien en ese distrito ocupa el segundo lugar, Ricardo Alfonsín. La mandataria se impone igualmente en distritos cuya gobernación no está en manos del oficialismo, como es el caso de Santa Fe, Catamarca y Chubut.
Las conclusiones surgen de encuestas realizadas por la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. Los estudios abarcan muestras de más de mil personas en cada uno de los distritos. La consulta a los encuestados se hizo por teléfono, pero respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
Es cierto que faltan nueve meses para los comicios, pero la realidad es que la Presidenta aparece con ventajas enormes en casi todos los distritos, incluyendo dos de los que le fueron más desfavorables en 2007, en la última elección presidencial: Capital Federal y Santa Fe. También es verdad que en la oposición todavía no decantó un candidato y que en este período previo todavía se dividen mucho los votos entre Macri y Alfonsín. La lógica es que ambos candidatos crezcan en los próximos meses, aunque Macri tiene la enorme dificultad de que su extensión territorial es –por ahora– pobre. Combina estar segundo en Capital Federal con el 18 por ciento de la intención de voto, con la cuarta ubicación en Santa Fe, con la mitad de ese porcentaje. Y lo más serio es que está muy lejos en la provincia de Buenos Aires, aunque habrá que ver si converge –como todo lo indica– en una alianza con el Peronismo Federal.
Cristina ganaría hoy en la Capital Federal, territorio difícil para el peronismo en general y para el oficialismo en particular. La diferencia en 2007 con Carrió fue notoria y uno de los datos más llamativos es que hoy la líder de la Coalición Cívica (CC) conseguiría sólo el seis por ciento de los votos y, lo que es peor, se ubicaría sexta detrás de Cristina, Macri, Alfonsín, Pino Solanas y Eduardo Duhalde. Todos los guarismos indican que la CC está corriendo un enorme riesgo al concurrir a las elecciones en soledad.
En la provincia de Buenos Aires votó en 2007 el 36 por ciento de los ciudadanos de todo el país. De acuerdo con el último censo, esa proporción será todavía más alta en las elecciones de octubre. En ese distrito clave, hoy por hoy Cristina lleva 30 puntos de ventaja, aunque también la lógica es que la oposición se vaya decantando. Se supone que el distrito bonaerense es donde Duhalde juega de local: sin embargo, se ubica tercero. Todo indica que la eventual alianza Macri-Peronismo Federal, por un lado, y el radicalismo por el otro, pueden acercarse al 20 por ciento de los votos, pero la Presidenta, con la asignación proporcional de los indecisos, puede trepar al 45 por ciento o más de los votos. Eso sería decisivo para ganar en primera vuelta.
En el trabajo del CEOP, la primera mandataria aparece duplicando a cualquier otro candidato en Santa Fe, una provincia gobernada por el socialismo. Es más, son las huestes de Hermes Binner las que parten como favoritas en la lucha por la gobernación, pero la elección provincial y la nacional serán en fechas distintas. Aun tratándose de un distrito gobernado por una fuerza opositora, la Presidenta encabeza la intención de voto. En 2007, Cristina se impuso por apenas un punto. Hoy la diferencia es notoria.
Circunstancias parecidas se dan en Chubut y Catamarca, provincias en las que no gobierna el Frente para la Victoria, sino el Peronismo Federal y la Unión Cívica Radical. Aun así, a nueve meses de los comicios, la Presidenta ganaría con amplitud.
Por supuesto que hasta el momento Cristina Fernández no confirmó que vaya a ser candidata y la oposición sigue dispersa, sin definir sus postulantes. No obstante, los trabajos del CEOP demuestran que el oficialismo tiene un óptimo punto de partida y la oposición debe remontar una situación más que difícil, tanto porque necesita posicionar sus candidatos como encontrar una propuesta alternativa de gobierno.
Fuente: Pagina 12
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