
















Comunicación Política. Campañas electorales. Comunicación Gubernamental. Escándalos. Polémicas. Comunicación de crisis.
WASHINGTON (Reuters).- El candidato demócrata Barack Obama consiguió una ventaja de 9 puntos sobre el republicano John McCain en la carrera presidencial de Estados Unidos, en medio de crisis del sistema financiero, según refleja el último sondeo difundido y que fue realizado por el Washington Post y ABC.
Entre los posibles votantes, el sondeo mostró que Obama tiene un 52 por ciento de las preferencias, frente al 43 por ciento de McCain. Hace dos semanas, la carrera estaba esencialmente empatada, con McCain con un 49 por ciento y Obama con un 47 por ciento, el Washington Post.
La crisis financiera global se ha convertido en el principal tema antes de la elección presidencial del 4 de noviembre. Un 52 por ciento de los consultados dijo que cree que la economía ingresó en una grave desaceleración de largo plazo.
En tanto, un 80 por ciento dijo que está preocupado por la dirección general de la economía, cerca de tres cuartos están recelosos frente al mercado de valores y seis de cada 10 están inquietos por las finanzas de sus familias, señaló el prestigioso diario.
La mitad de los participantes sostuvo que la economía y el empleo son los temas más importantes y los que decidirán su voto, una cifra superior al 37 por ciento que registró la misma pregunta hace dos semanas.
El sondeo mostró que más votantes confían en Obama para lidiar con la economía y que tiene una amplia ventaja como el candidato que está más en contacto con los problemas económicos que enfrentan los estadounidenses.
Por su parte, el candidato negro también tiene una ventaja de dos dígitos en la pregunta de quién está mejor preparado para manejar los actuales problemas de Wall Street, y como resultado, ha registrado un aumento en su respaldo general, afirma el sondeo.
La enuesta consultó a 1.082 personas y se realizó entre el viernes y el lunes. El margen de error del total de la muestra es de más o menos tres puntos porcentuales y de cuatro puntos porcentuales para el sondeo a 780 posibles votantes.
Fuente: La Nación
Una vez pasadas las convenciones de los dos grandes partidos, por fin ha llegado la hora de confrontar ideas directamente entre los candidatos en los debates presidenciales y vicepresidenciales. El acuerdo final entre las campañas de los senadores Barack Obama y John McCain es realizar tres debates entre ambos, y uno extra en el que discutirán los candidatos a vicepresidente/a Joe Biden y Sarah Palin. Esta es la programación definitiva: Primer debate presidencial Debate vicepresidencial Segundo debate presicencial (estilo town meeting) Tercer debate presidencial Normativa: - Cada debate tendrá un sólo moderador y durará 90 minutos. - En el primer y tercer debate presidencial, así como en el vicepresidencial, los candidatos estarán sentados a la mesa con el moderador. - Durante el primer y tercer debate presidencial, y en el vicepresidencial, el tiempo estará dividido en ocho segmentos de diez minutos. El moderador presentará cada segmento proponiendo un tema que cada candidato comentará, después de esto el moderador permitirá una discusión más en profundiad durante la cual estará permitido el diálogo directo entre ambos candidatos. - Los participantes en el debate estilo town meeting dirigirán sus preguntas a los candidatos tras su cotejo por parte del moderador, con el propósito de evitar repeticiones. Los participantes serán elegidos porn Gallup y serán votantes “indecisos” de Nashville (Tennessee). Durante dicho debate, el moderador podrá realizar también preguntas que hayan sido enviadas por internet. Todos los debates empezarán a las 9 p.m. y serán emitidos en las principales cadenas de TV, incluyendo CBS, NCB, ABC y FOX. Guía de Debates: Obama - McCain y Biden - Palin
Viernes, 26 de Septiembre
Universidad de Mississippi, Oxford (Missouri)
Moderador: Jim Lehrer (The News Hour, PBS)
Tema: Política interior
Jueves, 2 de Octubre
Universidad Washington, St. Louis (Missouri)
Moderador: Gwen Ifill (The News Hour, PBS)
Temas: Política interior y política exterior
Martes, 7 de Octubre
Universidad Belmont, Nashville (Tennessee)
Moderador: Tom Brokaw (NBC News)
Temas: Propuestos por el público
Miércoles, 15 de Octubre
Universidad Hofstra, Hempstead (Nueva York)
Moderador: Bob Schieffer (CBS News)
Tema: Política exterior
Lo dice la profesora inglesa Karen Sanders
Por Juana Libedinsky
Para
MADRID. Cuando Karen Sanders llegó a España, al final del mandato de Felipe González, observó que, como en su Inglaterra natal, el escándalo parecía marcar la política nacional.
Sin embargo, las circunstancias eran otras. "Mientras que el gobierno del conservador John Major enfrentaba escándalos sexuales semanales, que nos mantenían muy entretenidos, en España el gobierno socialista debía lidiar con escándalos tan serios como el del caso Roldán [corrupción a gran escala del jefe de
"Los escándalos sexuales son los que más dañan a los políticos", sostuvo Sanders, de 47 años, ex directora de la maestría en Comunicación Política de
Sus reflexiones sobre los escándalos políticos dieron pie a su libro Historias morales: periodismo y escándalos políticos en Gran Bretaña y España en los años 90 (2006), escrito junto con María José Canel, de
Recientemente la prensa española se hizo eco de los rumores que le adjudicaban al ex presidente del gobierno José María Aznar la paternidad del bebe que espera la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati. Sanders dice: "Esto prueba que empiezan a verse algunas grietas en España respecto de la decisión de no invadir la intimidad de las figuras públicas".
-¿Cuáles son esas grietas?
-Una reciente fue el caso de la hermana de la princesa Letizia, que fue a
-¿Cómo explica el tratamiento tan disímil que dan la prensa inglesa y española a sus respectivas familias reales?
-La monarquía en España ha sido funcional para la democracia y por eso se quiere apuntalar la institución. En Gran Bretaña, la democracia no está en discusión desde hace siglos, y la familia real tradicionalmente ha sido un tema sobre el cual se ha considerado que el pueblo tiene derecho a saber, si bien es cierto que la prensa se volvió menos diferencial en su tratamiento hacia ellos en los últimos tiempos.
-Pese a lo que usted dice, los programas de chimentos de la televisión española y las revistas se entrometen de manera sorprendente en la vida privada de las celebridades...
-Lo que caracteriza a la prensa rosa en España es que, sea lo que sea que pase en la intimidad, se lo cubre, pero de manera muy poco crítica, todo siempre al estilo "días de vino y rosas". Pero los ingleses tenemos titulares del estilo: "¡Es un mentiroso y un tramposo!", para alguien a quien se pesca in fraganti. En España, en la prensa rosa nunca hay un llamado a la indignación moral; simplemente, se describe lo que ocurre de una manera bastante romántica. Hubo, sí, un caso en el que los mundos de la prensa política y la prensa rosa coincidieron. Fue el escándalo por corrupción del alcalde de Marbella, que estaba de novio con Isabel Pantoja. Allí, la prensa política entró en zonas de la vida privada, pero era un caso tan específico que dudo de que vuelva a ocurrir algo parecido.
John Major
-¿Cómo valora el periodismo español respecto del británico?
-Vivo y trabajo en España y me preocupo, a veces, porque creo que el público estaría mejor servido si se le permitiera a la prensa ser más desafiante, y si la prensa fuera más desafiante. En España se tiende a ver a los periodistas políticos como activistas, dado que la alineación de los medios con los partidos es más clara que en Gran Bretaña, y es difícil que un diario alineado con el gobierno lo critique mucho. En Gran Bretaña hasta los años 60 los periodistas mostraban cierta deferencia hacia los políticos, pero eso cambió drásticamente desde entonces y la prensa siente que tiene que salir a desafiar al gobierno de turno. Algunos opinan que en exceso, porque sólo buscan titulares negativos. España sólo ha sido una democracia durante 30 años, y mientras que la primera generación de periodistas españoles se tomó muy en serio su compromiso, las subsiguientes generaciones de periodistas españoles no han ido tan lejos al escribir sobre políticos y política como sus pares británicos.
-¿Cómo es eso?
-Los periodistas españoles muchas veces hacen extraordinarios trabajos de investigación, pero luego no son tan buenos al contarlos. La prensa política española suele ser densa y aburrida. Para que un escándalo político realmente tenga resonancia en la población hace falta lo contrario, lo cual explica en parte por qué los escándalos por temas públicos en España tuvieron menor efecto sobre sus gobiernos que los escándalos por cuestiones sexuales, que podrían verse como menores, en el gobierno británico de la época que yo he estudiado.
-¿Cómo mide el que hayan tenido un menor efecto?
-Es verdad que en España algunos políticos fueron a la cárcel, pero en Gran Bretaña las consecuencias fueron mucho más destructivas para el gobierno de Major: perdió absolutamente toda su credibilidad. No existe un escándalo per se: son los medios de comunicación los que tienen que interesarse por un tema y darle difusión de una manera determinada para que se convierta en escándalo, y lo que ocurrió con los conservadores es que los medios también parecen haber decidido hacer leña del árbol caído. Ya estaba el Nuevo Laborismo con un mensaje mucho más excitante y el Partido Conservador era esta cosa moribunda sobre la cual el periodismo decidió descender y encontrar hasta el último amante, la última visita de hotel a lo largo de la década de los 90. En Gran Bretaña los diarios condenaron a los políticos y al partido gobernante, y la opinión pública reaccionó sintiendo que los conservadores no estaban de ninguna manera a la altura del poder. En las siguientes elecciones, el laborismo podría haber presentado a un mono y hubiera sido considerado mejor candidato que cualquier conservador. Tal era el desprecio que el electorado sentía hacia ellos.
La crisis financiera ayudó a su repunte
WASHINGTON.- Ayudado por los efectos de la crisis financiera, el candidato presidencial demócrata, Barack Obama, volvió a pasar al frente en los sondeos de intención de voto para las elecciones de noviembre próximo, según varias encuestas difundidas ayer.
El rival de Obama, el republicano John McCain, había logrado superar al candidato demócrata tras la convención republicana, sobre todo gracias al impacto de la elección de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como su compañera de fórmula.
Pero en los últimos días, mientras crecen las preocupaciones sobre la situación de la economía y de los mercados financieros de Estados Unidos, Obama recuperó la ventaja en las encuestas, que había mantenido durante varias semanas.
Según un estudio conjunto del diario The New York Times y de la cadena CBS News, el senador por Illinois se encuentra ahora cinco puntos (48 contra 43%) por encima de McCain.
Además, esa encuesta revela que un 78% de los estadounidenses considera que la economía está en mala situación y seis de cada diez creen que estará peor. "Esas condiciones pueden favorecer al candidato demócrata", agrega.
Otro sondeo publicado ayer, de la Universidad de Quinnipiac, le daba a Obama una ventaja de cuatro puntos: 49 contra 45%.
En tanto, el último sondeo diario de la encuestadora Gallup ubica a Obama delante de McCain por dos puntos: 47 a 45%. En esta encuesta, el senador por Arizona llegó a tomar una distancia de cinco puntos luego del cierre de la convención republicana, hace dos semanas.
Según Gallup, las cifras de las distintas encuestas muestran una erosión de la confianza de los consumidores en la economía norteamericana ante la crisis financiera en Wall Street.
Aunque no es posible determinar hasta qué punto la recuperación de Obama se ha debido a la mala marcha de la economía, Gallup considera que la reacción de los votantes a la crisis financiera representa "una explicación plausible".
Ante su descenso en los sondeos, McCain acusó ayer a su rival de explotar los problemas que padece Wall Street para beneficiarse políticamente. Según el asesor de campaña del candidato republicano, Steve Schmidt, Obama "está alentando esta crisis".
Agencias EFE, AP y AFP. Fuente: La NaciónCon las complicaciones en el caso por la valija con 800.000 dólares y el juicio en Estados Unidos por las supuestas presiones ejercidas sobre el empresario venezolano-norteamericano Guido Antonini Wilson como telón de fondo, esta mañana la ciudad amaneció con varios carteles en el que el kirchnerista Movimiento Evita le reclama al presidente norteamericano, George Bush que entregue al "prófugo" Antonini. Los afiches están en sintonía con las duras acusaciones del Gobierno a los Estados Unidos por haber montado "operaciones basura" contra la Argentina.
Antonini llegó a la Argentina con el dinero el 4 de agosto de 2007. Tras habérsele encontrado el dinero sin declarar, el empresario venezolano-norteamericano estuvo en la Casa Rosada y tras permanecer tres días en el país salió con destino a Uruguay.Según el fiscal norteamericano Thomas Mulvihill los 800.000 dólares estaban destinados a la campaña de Cristina Kirchner.
Fuente: La Nación
En las conclusiones del estudio -efectuado en el área metropolitana sobre 680 casos- se señala que "la sociedad parece actuar bajo la presunción de que cualquier mejora perceptible es asignable a factores individuales (esfuerzo, mérito, suerte, etc.) y que las contingencias negativas son percibidas como responsabilidad del Gobierno".
También se mencionan la inseguridad y la situación económica como los temas más preocupantes.
En cuanto a la evaluación de la gestión presidencial, sólo el 23% la juzgó positiva, mientras que el 36% la consideró regular y el 39%, negativa. Este espíritu crítico alrededor de la conducción kirchnerista comenzó a advertirse en las mediciones de junio pasado. Hasta entonces, nunca la evaluación negativa había superado la regular y la positiva al mismo tiempo.También se aprecia que la imagen negativa bajó de 41% a 39% y que la positiva subió de 18% a 23%. El pico de negatividad se dio en junio.
El principal problema para remontar la imagen negativa del Gobierno parece situarse en la evaluación de las políticas públicas. Más claro: consultados sobre si el gobierno de Cristina Kirchner iba en camino correcto o equivocado para solucionar los problemas del país, el 65% respondió "equivocado" y 22% contestó "correcto".
La inseguridad y la situación económica son los temas que más preocupan a la gente. Hubo 68 menciones para la primera y 37 para la segunda. La inseguridad se mantiene al tope de los reclamos desde 2006. La situación económica, en cambio, comenzó a ser percibida como uno de los mayores inconvenientes desde junio de 2008. Y a ella debe sumársele la inflación, que fue mencionada por 27 de los consultados.
La situación económica actual fue evaluada como "buena" sólo por el 12% de los encuestados. El 47% la considera "regular"; el 30%, "mala", y el 9%, "muy mala". Y sólo dos de cada diez consideran que en 2009 la coyuntura será "mejor". Resultan llamativos estos últimos datos en tiempos en que el Gobierno proyecta una inflación inferior al 10% para 2009 y poco después de que Néstor Kirchner dijo a intendentes bonaerenses que los comentarios sobre la inflación son "una operación de los que quieren ganar con los bonos".
En medio de estos temas, la crisis con el campo decreció notoriamente en el interés de la sociedad: sólo 7 consultados la mencionaron como un problema del país. En este escenario, el estudio de Römer indica que el vicepresidente Julio Cobos es el dirigente con mejor imagen positiva de
Fuente. La Nación
PORQUÉ CRISTINA CAYÓ Y NO SE RECUPERA
GRACIELA RÖMER*
Aún con diferencias evidentes, la experiencia francesa debiera ser tenida en cuenta para entender por qué también en Argentina cuesta tanto remontar la caída de imagen de la Presidenta.
¿Por qué no me quieren?, es lo que seguramente se pregunta el presidente Nicolas Sarkozy según un informe que sobre la realidad política francesa realizó hace poco tiempo atrás Dominique Moisi, un renombrado analista del Instituto Francés para las Relaciones Internacionales. Su conclusión es que mas allá de los ambiciosos programas de reformas que ofreció a los franceses realizar durante su gobierno y más allá también de su hiperactivismo y los resultados logrados hasta el presente, su estilo, la falta de coherencia de su gobierno y su tan peculiar manera de tomar decisiones sin consenso mantienen su popularidad en baja.
Pienso que aún con diferencias evidentes, la experiencia francesa debiera ser tenida en cuenta para entender por qué también en Argentina cuesta tanto remontar la caída de imagen de la presidenta.
La evaluación de la gestión de gobierno de Cristina Fernández tiene lugar hoy, en un contexto de fuerte escepticismo tanto en términos de la capacidad gestionaria del Gobierno como de confiabilidad y certidumbre sobre el rumbo.
Es en ese cuadro general que debe interpretarse el hecho de que a menos de un año de haber sido elegida presidenta por algo más del 45% de los votos, la gestión de Cristina Fernández de Kirchner es evaluada positivamente por apenas uno de cada cinco personas de la región metropolitana mientras que cuatro de diez lo hace negativamente, según muestran los datos provenientes de nuestro último sondeo de opinión de finales de agosto .
Esos niveles de aprobación apenas marcan diferencias entre los sectores medios bajos y medios bajos o, incluso, entre aquellos que dicen haber votado por la actual Presidenta en octubre de 2007, poniendo en evidencia un malestar que alcanza a las propias bases electorales de la coalición de gobierno.
Esa percepción parece confirmada por el hecho de que una importante mayoría cree que el gobierno de Cristina Kirchner va en el camino equivocado para resolver los problemas que la sociedad considera más importantes .
Al mismo tiempo, la tendencia observada en mediciones pasadas relativa a la preocupación por desempleo se ha detenido y, junto con ello, las menciones a la inflación parecen haber alcanzado una meseta en un nivel más alto que en el pasado como principal problema país.
Y es justamente esa combinación entre preocupación por el desempleo e inflación la que delinea una percepción negativa de la situación económica actual, tanto como la del país en el próximo ano, consolidando una tendencia en el proceso de formación de expectativas característico de la gestión de CFK. Efectivamente, las señales confusas y también contradictorias con las propias percepciones del ciudadano común que llegan del mundo político parecen contaminar cualquier indicio, por incipiente que sea, de reversión de las expectativas de la sociedad, mostrando una sociedad poco permeable a cualquier intento de seducción por parte del gobierno.
De esa manera, la sociedad parece actuar paradójicamente bajo la presunción de que, cualquier mejora perceptible, especialmente en el plano de la economía familiar, es asignable a factores individuales (el esfuerzo, el mérito, la suerte, etc.) y, que todas las contingencias negativas caen bajo la amplia categoría de lo que es percibido como la “responsabilidad del Gobierno”.
En estas circunstancias, las dificultades de la Presidenta para remontar su imagen pública son evidentes.
La desconfianza se ha instalado entre los argentinos y con ella, la sospecha de que nada es como se dice que es y en consecuencia, tampoco como se hace. El termómetro que mide el estado de la economía, la salud de los indicadores sociales, esta herido de muerte y su influencia se ha expandido al resto de acciones, discursos y propuestas del Gobierno Nacional, incluyendo la voz de la propia presidenta.
Es que en un mundo de incertidumbre creciente y en un país como la Argentina, que no logra aún encontrar su norte, la gente busca certezas en su principal soporte, la palabra de sus máximos líderes políticos.
(*) Socióloga y consultora.
Fuente: Perfil.com