WASHINGTON (AFP).- El candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, Barack Obama, amplió su ventaja sobre su rival John McCain, según una encuesta publicada hoy, mientras que la campaña del republicano parece abandonar la estrategia de ataques personales al senador por Illinois.
A menos de un mes de las elecciones del 4 de noviembre, Obama supera a McCain por 52% de las intenciones de voto contra 41% entre los votantes registrados, según el último sondeo encargado por la revista Newsweek. Una encuesta similar realizada un mes atrás otorgaba a ambos candidatos 46% de intenciones de voto.
Con los votantes preocupados por la tambaleante economía, Obama amplió su base de apoyo. Según la encuesta, ahora aventaja a McCain por 54% a 40% de las intenciones de voto entre los hombres y por 50% a 41% entre las mujeres.
Significativamente la aprobación de la gestión del presidente George W. Bush cayó a 25%, un récord negativo en la historia moderna estadounidense, según el sondeo de Newsweek.
Ataques a Obama. Desde que Obama tomó una considerable ventaja en los sondeos, incluso en los estados más disputados, la campaña republicana intenta eliminar de la carrera las referencias a la economía, y atacar con virulencia al candidato demócrata.
Pero una serie de avisos propagandísticos negativos que ponen en duda la personalidad de Obama y sus relaciones pasadas respaldadas en preguntas mordaces sobre el senador por Illinois, provocaron las iras en mítines republicanos y sembraron la alarma entre sus dirigentes.
Después de que el jueves el servicio secreto estadounidense dijera que estaba investigando una supuesta amenaza de muerte lanzada en un mitin en Florida, McCain se vio obligado a moderar el tono de sus ataques.
"Queremos luchar, yo lucharé, pero seremos respetuosos", dijo ayer McCain en un mitin en Minnesota. Las multitudes se hicieron cada vez más agresivas en los mitines republicanos, en los que gritaron "terrorista" y "mentiroso" cuando se mencionaba a Obama. En una concentración en Florida, alguien llegó a gritar "mátenlo".
Animos alterados. El director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Virginia, Larry Sabato, explicó que "los mitines republicanos daban cada vez más miedo y McCain no quiere que lo recuerden de esa manera". Si modifica su campaña, McCain corre el riesgo de enajenarse "al electorado republicano de base, que podría acusarlo tras la elección de haber perdido por haber renunciado a los ataques personales contra Obama".
Sin embargo, según Sabato, la táctica dura "no tiene ningún impacto sobre el candidato demócrata y probablemente le haga perder votos a McCain", que manifiestamente "quiere restablecer su reputación de respetabilidad".
Por su parte, Obama, quien después de concentrarse en Irak ahora mantiene su campaña enfocada en la crisis económica, le reprochó ayer a McCain predicar "el odio y la división".
"En los últimos días hemos visto un aluvión de repugnantes insinuaciones y ataques y estoy seguro de que veremos muchos más en los próximos 25 días", dijo el demócrata en un mitin en Ohio.
A menos de un mes de las elecciones del 4 de noviembre, Obama supera a McCain por 52% de las intenciones de voto contra 41% entre los votantes registrados, según el último sondeo encargado por la revista Newsweek. Una encuesta similar realizada un mes atrás otorgaba a ambos candidatos 46% de intenciones de voto.
Con los votantes preocupados por la tambaleante economía, Obama amplió su base de apoyo. Según la encuesta, ahora aventaja a McCain por 54% a 40% de las intenciones de voto entre los hombres y por 50% a 41% entre las mujeres.
Significativamente la aprobación de la gestión del presidente George W. Bush cayó a 25%, un récord negativo en la historia moderna estadounidense, según el sondeo de Newsweek.
Ataques a Obama. Desde que Obama tomó una considerable ventaja en los sondeos, incluso en los estados más disputados, la campaña republicana intenta eliminar de la carrera las referencias a la economía, y atacar con virulencia al candidato demócrata.
Pero una serie de avisos propagandísticos negativos que ponen en duda la personalidad de Obama y sus relaciones pasadas respaldadas en preguntas mordaces sobre el senador por Illinois, provocaron las iras en mítines republicanos y sembraron la alarma entre sus dirigentes.
Después de que el jueves el servicio secreto estadounidense dijera que estaba investigando una supuesta amenaza de muerte lanzada en un mitin en Florida, McCain se vio obligado a moderar el tono de sus ataques.
"Queremos luchar, yo lucharé, pero seremos respetuosos", dijo ayer McCain en un mitin en Minnesota. Las multitudes se hicieron cada vez más agresivas en los mitines republicanos, en los que gritaron "terrorista" y "mentiroso" cuando se mencionaba a Obama. En una concentración en Florida, alguien llegó a gritar "mátenlo".
Animos alterados. El director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Virginia, Larry Sabato, explicó que "los mitines republicanos daban cada vez más miedo y McCain no quiere que lo recuerden de esa manera". Si modifica su campaña, McCain corre el riesgo de enajenarse "al electorado republicano de base, que podría acusarlo tras la elección de haber perdido por haber renunciado a los ataques personales contra Obama".
Sin embargo, según Sabato, la táctica dura "no tiene ningún impacto sobre el candidato demócrata y probablemente le haga perder votos a McCain", que manifiestamente "quiere restablecer su reputación de respetabilidad".
Por su parte, Obama, quien después de concentrarse en Irak ahora mantiene su campaña enfocada en la crisis económica, le reprochó ayer a McCain predicar "el odio y la división".
"En los últimos días hemos visto un aluvión de repugnantes insinuaciones y ataques y estoy seguro de que veremos muchos más en los próximos 25 días", dijo el demócrata en un mitin en Ohio.
Fuente: La Nación
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