BOGOTA.- El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quedó ayer más cerca de poder buscar una nueva reelección, luego de que, en medio de fuertes denuncias de compra de votos y tras un largo debate, la Cámara de Representantes aprobara la convocatoria a un plebiscito.
La bancada oficialista de la Cámara baja consiguió 85 de los 84 votos que requería la aprobación del proyecto, con cinco votos en contra. En las próximas horas, la iniciativa empezará a ser analizada por la Corte Constitucional, que deberá certificar la transparencia del trámite legislativo dentro de los próximos 120 días.
La aprobación de los diputados era la última instancia que debía cumplir el proceso que busca modificar la Constitución para que Uribe, un abogado de derecha de 57 años que llegó al poder en 2002, pueda acceder a una segunda reelección en las elecciones presidenciales del 17 mayo de 2010.
Según las leyes colombianas, para que sea válida la consulta, que se celebraría antes de las elecciones legislativas de marzo próximo, deben concurrir a las urnas 7,3 millones de colombianos, el 25% del padrón.
La decisión parlamentaria fue rechazada por la oposición, que consideró que un tercer mandato consecutivo de Uribe puede socavar la democracia. Además, acusó al gobierno de comprar voluntades masivamente, denuncias similares a las que circularon en 2006, cuando el actual mandatario impulsó una reforma constitucional que le permitió convertirse en el primer presidente colombiano en ser reelegido.
Los opositores al plebiscito también denunciaron que el gobierno, a través del ministro del Interior, Fabio Valencia, otorgó prebendas a congresistas, incluso a aliados, para asegurarse votos favorables. Valencia ha rechazado esa afirmación.
"El mensaje claro que le doy a la comunidad internacional es que Colombia es un país democrático", dijo Valencia, que recordó que el proyecto de ley llevaba más de un año de debate en el Congreso. "Con esta aprobación se consolidó la democracia en Colombia, sin ninguna duda. El Congreso, especialmente la Cámara baja, ha interpretado el sentimiento mayoritario de los colombianos", afirmó.
Otras de las sospechas que rodean al impulso reeleccionista es el costo económico con que se financió la recolección de las más de cuatro millones de firmas que respaldaron la convocatoria al referéndum.
"Es una vergüenza lo que pasó en el Congreso, porque se han conocido todo tipo de hechos de corrupción", dijo el candidato independiente a la presidencia, Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín.
Pese a que el mandatario colombiano nunca se expresó públicamente sobre sus ambiciones reeleccionistas, los uribistas y sus aliados han impulsado y promovido todos los mecanismos legales para que Uribe pueda acceder a un tercer mandato.
Los partidos de la oposición consideran que una segunda reelección viola principios democráticos básicos, como la alternancia en el poder, y que Colombia, una democracia de más de 50 años, parece seguir los pasos de otros países de la región, como Venezuela y Ecuador, donde los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa impulsaron reformas constitucionales con el único objetivo de poder presentarse para nuevos mandatos.
"No tenemos un dictador, pero vamos hacia una monarquía constitucional. Uribe parece ahora un reyezuelo tropical´´, afirmó el senador Héctor Helí Rojas, del opositor Partido Liberal. Su par Gustavo Petro, candidato a la presidencia por el izquierdista Polo Democrático Alternativo, indicó que "desde el punto de vista formal Uribe no se diferencia en nada" de Chávez. "Uribe terminará manejando la Corte Suprema y la Corte Constitucional. Es la muestra más clara de que Colombia va camino a la dictadura total", dijo Petro.
El gobierno colombiano pidió ayer no comparar un eventual tercer mandato de Uribe con las reelecciones que mantienen en el poder a Chávez. "Toda comparación es odiosa. Una cosa es la realidad colombiana y otra cosa es la realidad venezolana. El gobierno nunca criticó que los venezolanos hayan tomado libremente sus decisiones", dijo Valencia.
Si se celebra el plebiscito, Uribe estaría a un paso de la reelección, ya que todos los sondeos indican que ganaría cómodamente tanto la consulta como los comicios presidenciales, con lo que quedarían postergadas las aspiraciones de hombres clave de su gestión, como el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos (ver aparte).
El fuerte debate que provocó la votación en el Congreso coincidió con un momento de gran tensión entre Colombia y varios países de la región por un acuerdo militar con Estados Unidos.
Uribe, recluido desde el sábado pasado por haber contraído la gripe A, no se pronunció ayer sobre el triunfo de su partido en el Congreso. Con su política de "seguridad democrática", una guerra sin cuartel contra las FARC con impactantes éxitos militares y políticos, el mandatario alcanzó altos índices de popularidad y un amplio respaldo popular.
Fuente: La Nación (Agencias EFE, AP, DPA y ANSA)
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