WASHINGTON (AP).- Además de nominar a Hillary Clinton como secretaria de Estado, el presidente electo Barack Obama planea anunciar hoy tanto a asesores como rivales políticos para importantes puestos en su gobierno. El anuncio incluye a miembros de su equipo de seguridad nacional.
Entre los seleccionados, están algunos de sus colaboradores más leales y, otros que no lo fueron, como su ex rival Clinton y el secretario de defensa de Bush, Robert Gates, quien se va a quedar en su puesto.
Obama planea además nombrar como secretario de Justicia a Eric Holder, quien le ayudó a seleccionar a su compañero de fórmula, el senador Joe Biden. Como titular del Departamento de Seguridad Interior, eligió a la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano.
El presidente electo decidió nominar a Susan Rice, asesora de política exterior de su campaña, como embajadora ante la ONU y a James Jones, como consejero nacional de seguridad.
La semana pasada, Obama nombró a importantes miembros de su equipo económico, incluyendo Timothy Geithner, presidente del Banco de Reserva Federal de Nueva York, como secretario del Tesoro. Obama no está preparado aún para nombrar a sus asesores de inteligencia, dijo un funcionario demócrata.
Una dura negociación. La nominación de Hillary requirió de un acuerdo de nueve puntos entre el ex presidente Bill Clinton y Obama. El primero, aceptó revelar los nombres de los 208.000 individuos, empresas y gobiernos que donaron más de 500 millones de dólares a su fundación, para evitar riesgos de un eventual conflicto de intereses con la futura labor de su esposa.
El acuerdo, además, incluye el compromiso del ex presidente de separar su célebre Iniciativa Global de su fundación y darle forma de empresa. Más aún, la Iniciativa Clinton con la que promueve la lucha contra el sida, el calentamiento global y la pobreza, ya no podrá celebrar sus cumbres anuales fuera de Estados Unidos ni aceptar contribuciones de gobiernos.
Una relación tensa. La nominación de Hillary Clinton es el último capítulo en lo que comenzó como una amarga rivalidad por la nominación presidencial demócrata. Luego que Obama la derrotó, Clinton apoyó su campaña en las elecciones contra el republicano John McCain, y ahora ha aceptado dejar su escaño en el senado para ser su principal diplomática.
Obama y Clinton tuvieron choques reiterados sobre política exterior durante las primarias. El presidente electo criticó a la senadora por votar la autorización que posibilitó la guerra en Irak. Clinton dijo que su rival carecía de la experiencia necesaria para ser presidente y lo criticó por sus dichos sobre potenciales encuentros con gobernantes de naciones como Irán y Cuba.
Entre los seleccionados, están algunos de sus colaboradores más leales y, otros que no lo fueron, como su ex rival Clinton y el secretario de defensa de Bush, Robert Gates, quien se va a quedar en su puesto.
Obama planea además nombrar como secretario de Justicia a Eric Holder, quien le ayudó a seleccionar a su compañero de fórmula, el senador Joe Biden. Como titular del Departamento de Seguridad Interior, eligió a la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano.
El presidente electo decidió nominar a Susan Rice, asesora de política exterior de su campaña, como embajadora ante la ONU y a James Jones, como consejero nacional de seguridad.
La semana pasada, Obama nombró a importantes miembros de su equipo económico, incluyendo Timothy Geithner, presidente del Banco de Reserva Federal de Nueva York, como secretario del Tesoro. Obama no está preparado aún para nombrar a sus asesores de inteligencia, dijo un funcionario demócrata.
Una dura negociación. La nominación de Hillary requirió de un acuerdo de nueve puntos entre el ex presidente Bill Clinton y Obama. El primero, aceptó revelar los nombres de los 208.000 individuos, empresas y gobiernos que donaron más de 500 millones de dólares a su fundación, para evitar riesgos de un eventual conflicto de intereses con la futura labor de su esposa.
El acuerdo, además, incluye el compromiso del ex presidente de separar su célebre Iniciativa Global de su fundación y darle forma de empresa. Más aún, la Iniciativa Clinton con la que promueve la lucha contra el sida, el calentamiento global y la pobreza, ya no podrá celebrar sus cumbres anuales fuera de Estados Unidos ni aceptar contribuciones de gobiernos.
Una relación tensa. La nominación de Hillary Clinton es el último capítulo en lo que comenzó como una amarga rivalidad por la nominación presidencial demócrata. Luego que Obama la derrotó, Clinton apoyó su campaña en las elecciones contra el republicano John McCain, y ahora ha aceptado dejar su escaño en el senado para ser su principal diplomática.
Obama y Clinton tuvieron choques reiterados sobre política exterior durante las primarias. El presidente electo criticó a la senadora por votar la autorización que posibilitó la guerra en Irak. Clinton dijo que su rival carecía de la experiencia necesaria para ser presidente y lo criticó por sus dichos sobre potenciales encuentros con gobernantes de naciones como Irán y Cuba.
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