Si hoy venciera el plazo para presentar ante la justicia electoral las listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner encabezaría la boleta del oficialismo. Por estas horas, está decidido a afrontar personalmente el desafío en el distrito más populoso del país atento a los números de las últimas encuestas que llegaron a Olivos y que muestran una pelea cabeza a cabeza con la oposición.
Mientras el Presidente decide, el operativo de instalación de su candidatura sembró de afiches el microcentro porteño. Con firma de la comisión gremial interna del Banco Hipotecario y la Asociació Bancaria se lee: “Nestor es más que todos”. Y “todos” son opositores –políticos y no– nombrados sin apellido, pero reconocibles: “Alfredo” es De Angeli, Cleto es Cleto, Marciano es Moreau, y “pirucha” sería Carrió en la jerga k que suele expresar (vía Aníbal Fernandez) que la líder de Coalición Cívica “no tiene los patitos en fila”.
Los sondeos que comenzaron a realizar esta semana los encuestadores contratados por el gobierno contemplan el nuevo escenario con la unión Solá- De Narváez -Macri. Según la Casa Rosada, los datos preliminares siguen posicionando a Kirchner no sólo como el mejor de los aspirantes del oficialismo sino también como el único con chances reales de vencer. Ni Massita ni Randazzo ni la hermana Alicia ni Graciela Ocaña cumplen con ese objetivo.
El Gobierno tiene tantas expectativas en su postulación como en el fracaso o el deterioro de los armados opositores. En Olivos imaginan que la pelea de cartel entre Solá y De Narváez –ambos quieren ser cabeza de lista– terminará haciendo estallar esa sociedad. Entre los K también hay expectativas de que el radicalismo bonaerense no se vuelque masivamente detrás de Margarita Stolbizer como consecuencia de una añeja inquina que existe entre la cúpula de la UCR distrital y la dirigente de la Coalición Cívica.
Kirchner decidirá qué hacer más adelante. Esperará a ver cómo evolucionan los números pero también las alianzas electorales y los movimientos internos dentro del peronismo. Si Carlos Reutemann mantiene su postura de competir en Santa Fe, con altas chances de vencer, es probable que el ex presidente se convierta en candidato bonaerense. De acuerdo con las especulaciones del Gobierno, si Lole gana y Kirchner no se presenta, aquél se convertirá automáticamente en el candidato presidencial del PJ. En cambio si ambos vencen, no podrá darse por concluido el proyecto kirchnerista y habrá una disputa pos 2009.
Por ahora, Kirchner recibe el aliento de los intendentes que suelen ir a Olivos detrás de financiamiento para obras públicas. Una muestra de que todavía falta jugar muchas cartas en el distrito, que es considerado “la madre de todas la batallas” por su incidencia en cualquier elección nacional, es que el PJ bonaerense debió suspender un acto formal a realizarse hoy en La Plata. Hay una feroz puja por los cargos partidarios, que es lo mismo que hablar de la debilidad de un partido que siempre se ha caracterizado por su verticalismo.
OPINIÓN
Tío Cleto estorba
Artemio López (Director de la Consultora Equis)
Parece ser que los mejores días del tío Cleto han pasado. En la estrategia que se observa, sobre todo en los medios masivos más articulados con el poder económico, todo parece encaminarse a favorecer la construcción de un escenario electoral de tres tercios de cara a octubre de 2009.
Se trata de un espacio oficialista, otro de centro-derecha republicana y el tercero de centro-derecha populista. En esta perspectiva, la reconstrucción de la UCR parece diseñarse vía alianza con la Coalición Cívica y, eventualmente, el socialismo, dejando de lado el intento inicial de la UCR bonaerense de paladar negro y al mismísimo Eduardo Duhalde, decidida en pleno fervor del voto “no positivo”, de reconstrucción radical autónoma, vía Cleto.
Ocurrido este escenario, bastante probable, especulan los estrategas que, o bien por el voto en primera vuelta o finalmente en el ballotage, contra el oficialismo o enfrentando a la alianza de centro-derecha republicana, la experiencia populista de centro-derecha, encabezada en principio por Mauricio Macri, habrá de imponerse en 2011. No es impensable esta perspectiva.
Es sencillo advertir que el tío Cleto estorba en este escenario, salvo a Néstor Kirchner, quien intentó vanamente constituirlo como enemigo principal. La presencia expectante de Cobos en este esquema de tres tercios dividiría votos opositores sin asignarle sentido político alguno de cara a 2011, y los delirios de Katz y Farizano acerca de la arrasadora perspectiva del ingeniero mendocino no parecen convencer a nadie con power real.
Bastará, entonces, que la determinación de sacarle centimil periodístico se produzca para que este extraño ornitorrinco institucional de un vicepresidente opositor se quede ya no sólo sin aviones oficiales y granaderos, sino muy probablemente sin ninguna significación política. Espantosa
realidad.
Fuente: Critica
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