Así lo indica una encuesta conjunta del influyente diario The Washington Post y la cadena ABC, según la cual menos de la mitad de los norteamericanos -justo el 49%- considera que el presidente tomará las "decisiones apropiadas" para un país que atraviesa un escenario de recesión, desempleo y déficit. En abril, cuando cumplió sus primeros 100 días en la Casa Blanca, ese índice de confianza se ubicaba en torno del 60%.
Además, el sondeo muestra que el índice general de aprobación al presidente sufrió una caída de 12 puntos en ese período. "La confianza pública en el liderazgo del presidente Obama declinó de manera pronunciada en el verano" boreal, comentó el Washington Post.
La ansiada reforma al sistema de salud figura a la cabeza de las cuestiones en las que los norteamericanos expresan dudas de que el líder demócrata sea capaz de concretar el "cambio" con el que ató la suerte de su destino político.
Y lo cierto es que el pesimismo sobre la dirección del país ha aumentado de forma proporcional a la oposición a la reforma sanitaria. Así, un 55% de los estadounidenses cree que la situación va "seriamente" por el mal camino, por encima del 48% que pensaba lo mismo en abril.
"El equipo de la Casa Blanca debería abrir un poco más los ojos. La tendencia es clara: hace tres meses que el presidente viene bajando en credibilidad y no consigue revertir la tendencia", era ayer, el comentario que, con cierta fruición, se escuchaba en medios republicanos.
Los datos para el sondeo se terminaron de recoger hace diez días, justo en el momento en que proliferaban las protestas populares contra el anunciado plan de Obama para reformar el sistema de salud. El hecho no deja de ser una paradoja en una sociedad mayoritariamente molesta con sus planes de salud: no le gusta lo que tiene, pero tampoco parece dispuesta al esfuerzo de cambiarlo.
La Casa Blanca ha sostenido que la opción pública es la mejor forma de generar competencia en un sistema dominado por las aseguradoras privadas, pero luego, en un giro en su postura, admitió estar abierto a considerar "otras opciones".
"El momento es ahora", suele desgañitarse Obama, quien ha puesto el pecho en forma directa a las críticas. Y no deja de afirmar -una y otra vez- que la reforma será aprobada "antes de que termine el año". Propuesta que, tal como van las cosas, posiblemente implique que los demócratas tengan que votar en soledad, sin el apoyo republicano, y haciendo valer su mayoría en el Congreso. No son pocos los demócratas que consideran que ese extremo, en el caso de presentarse, "no es la mejor opción ni la más deseable".
Pese a que su caída en el índice de aprobación general fue de 12 puntos desde abril, ahora se sitúa ahora en el 57%.
No todo son críticasPero si en algo son optimistas los estadounidenses, es sobre la forma en que perciben el final de la recesión. Así, la mitad de los consultados cree se superará en los próximos 12 meses. En febrero último, sólo el 28% tenía coraje como para pensar de ese modo. El titular de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke, se expresó ayer en consonancia con el optimismo que revelan las encuestas y pronosticó que la crisis económica llegará a su fin en el "corto plazo" (ver página 3).
El sondeo divulgado ayer revela que la mayor duda está puesta en la reforma sanitaria. Un 50% de los consultados está en contra de cómo está gestionando el asunto, el nivel más alto en los siete meses de gobierno.
Desde que comenzaron las dudas, el propio Obama ha incurrido en comentarios ambiguos sobre el modelo de plan que quiere imponer. Y hasta en las filas de su propio partido hay dudas sobre si se impulsará -o no- un sistema público que compita con la hegemonía que, en materia de cobertura de salud, ahora tienen aseguradoras privadas.
"No ha habido marcha atrás", dijo el vocero presidencial, Robert Gibbs. Las encuestas, al parecer, demuestran que la percepción de las cosas - y de su rumbo- no está tan clara.
Según la encuesta, el 52% de los estadounidenses quiere una opción pública que compita con las aseguradoras privadas, mientras que el 46% se opone a la idea.
Esos resultados suponen un gran cambio frente a junio pasado, cuando un 62% de los consultados respaldaba la idea y un 33% se oponía a ella.
ProtestasEn medio, proliferaron las protestas contra la reforma, signadas por abucheos, pancartas con mensajes ofensivos y alguna foto del presidente retratado como Adolf Hitler. Las protestas en los encuentros informativos sobre la reforma organizados por los congresistas en sus estados han dominado la cobertura de la prensa, en especial de televisión, en lo que va del mes.
Un 51% de los estadounidenses cree que esas demostraciones públicas son "apropiadas", frente al 45% que las describe como "inapropiadas".
El sondeo fue realizado entre el 13 y el 17 de este mes, justo cuando estalló un acalorado debate sobre el futuro del plan de salud.
VACACIONES AMENAZADAS
- HAMILTON, Bermuda (AP).- El huracán Bill provocó ayer intensas lluvias e inundaciones en parte de Bermuda a medida que la tormenta golpeaba el océano abierto y generaba peligrosas olas a través de la costa este norteamericana. Las precipitaciones obligaron a acortar las vacaciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton y de su marido, el ex presidente Bill Clinton. También se esperaba para este fin de semana un intenso oleaje en la isla de Martha´s Vineyard,en la costa de Massachusetts, donde el presidente Barack Obama y su familia planeaban viajar mañana para pasar una semana de descanso.
- Fuente: La Nación
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