Bogotá tiene sus nichos. Está el grupo de personas que vienen de turismo religioso, a visitar al Señor Caído, al Divino Niño y la Catedral de Sal de Zipaquirá.
También, el cultural: gente que viene a conciertos, a Rock al Parque, a exposiciones y al Festival Iberoamericano de Teatro. Y en este punto, el Museo del Oro tiene una posición "destacadísima".
Así, al menos, lo define Josep Chías, unos de los 'gurús' de posicionamiento de ciudades y director técnico de la campaña 'Plan de marketing turístico de Bogotá', de la Alcaldía, que se lanza en el 2010.
En su hoja de vida figura que fue el artífice para que Barcelona, la ciudad donde nació, se convirtiera en la sede de los Olímpicos de 1992; también, que tuvo a su cargo la campaña 'Brasil sensacional' y ha liderado la construcción de un mercadeo para la identidad de México.
Además, ha sido experto en comunicación para la Unión Europea e hizo parte de talleres técnicos de las Misiones Jesuíticas-Guaraníes de Argentina, Brasil y Paraguay.
Chías fue contratado por International Strategies Group - ISG Ltda., empresa colombiana que ganó la licitación de mercadeo turístico de la ciudad convocada por el Instituto Distrital de Turismo, y estuvo en la ciudad la semana pasada, recorriéndola de nuevo.
Dice que eso es lo que hace cuando lo contratan. "Me gusta el entorno verde representado por los cerros y los parques, especialmente, algo que poco se ve en las grandes ciudades. También tiene una gran oferta de compras, así como su parte cultural".
Para él, que existan 22 campos de golf en la sabana, es otro aspecto a destacar, "porque no lo hay en todas partes, menos en América Latina".
Con Gustavo Monroy, director de ISG Ltda., ha trabajado en el tema de la ciudad. Para llegar a un punto específico y conocer las fortalezas y debilidades, hicieron 2.400 encuestas a turistas nacionales y extranjeros (véase recuadro) y 200 a operadores turísticos.
"Hay aspectos concretos y son los lugares donde se quiere vender la ciudad: a los países vecinos (Perú, Panamá, Ecuador y Venezuela), así como a Estados Unidos, México y España", dice.
Y agrega que pese a que Bogotá tiene mucho de lo que exige un turista extranjero, no posee un ícono fácilmente reconocible, "ni las montañas ni las playas de Río de Janerio, tampoco el dinamismo de Nueva York y Sao Paulo".
Sin embargo, para él la oferta hotelera es muy buena, así como los planes para niños.
Chías dice que tiene cuatro puntos para potencializar a Bogotá: comida, oferta de compras (promocionar la calle de los diseñadores, que le parece excelente), cultura y carácter.
"En esa combinación voy a trabajar. Estoy seguro de que esta ciudad tiene mucho más de lo que los nacionales y extranjeros saben", comenta.
En enero, cuando se lance la campaña, se conocerá el alma de la Bogotá a la que Josep Chías la pondrá el cuerpo de una ciudad con el sello de destino turístico.
¿Qué dice la encuesta?
Las ambiciones de Josep Chías son grandes: espera que a la ciudad le ingresen entre 600.000 y un millón de dólares por año por concepto de turismo.
Otro punto importante es que la gente viene a comprar ropa. Los altos ejecutivos internacionales adquieren ropa interior femenina para sus esposas y prendas masculinas (en ambos apartados hay marcas preferidas).
El turista nacional ve a Bogotá como la "gran ciudad". Viene y se aloja en casas de familiares.
Los niños dicen que Maloka es el sitio que quieren conocer.
Fuente: El tiempo.com / Bogota
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