Ciudad del Vaticano. El Vaticano se esfuerza por mejorar su imagen dañada por los abusos sexuales de religiosos antes del primer viaje de Benedicto XVI desde que estallaron los escándalos.
Ayer, la Santa Sede salió al paso de las polémicas declaraciones del cardenal Tarcisio Bertone en Chile, en las que relacionaba pedofilia y homosexualidad, al señalar que no considera de su competencia hacer afirmaciones generales de carácter psicológico o médico sobre estos asuntos.
Antes de que el Papa viaje a Malta este fin de semana, el Vaticano trata de limitar el desprestigio causado por numerosas revelaciones de sacerdotes que abusaron de menores.
El cardenal Bertone, secretario de Estado vaticano (primer ministro de la Santa Sede), descartó una relación entre la pedofilia y el celibato sacerdotal y aseguró que aquella se relaciona más bien con la homosexualidad.
En un comunicado hecho público ayer, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo que las declaraciones de Bertone se referían a la problemática de los abusos por parte de sacerdotes en la Iglesia "y no en la población en general".
"Las autoridades eclesiásticas no consideran de su competencia hacer afirmaciones generales de carácter específicamente psicológico o médico, para las cuales se remiten naturalmente a los estudios de especialistas y a las investigaciones", afirmó Lombardi.
Con esas palabras, según los analistas, la Santa Sede "se distancia" de lo afirmado por su "número dos".
Lombardi añadió que los únicos datos de que disponen las autoridades eclesiásticas en el tema de los abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes son los facilitados recientemente por el "fiscal" de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargada de estos casos, Charles Scicluna.
Según los datos facilitados por Scicluna, recordó Lombardi, el 10 por ciento de los casos eran de pedofilia "en sentido estricto" y el 90 por ciento "casos por definir, sobre todo de efebofilia, de los que el 60 por ciento se referían a individuos del mismo sexo y el 30 por ciento de carácter heterosexual".
"Evidentemente se refería (Bertone) a la problemática de los abusos de parte de sacerdotes y no en la población en general", aseguró Lombardi.
Las declaraciones de Bertone desataron una fuerte polémica y pusieron en pie de guerra a los colectivos de homosexuales, entre ellos el italiano Arcigay, que denunció "el cinismo, la falta de escrúpulos y la crueldad" de la jerarquía del Vaticano al vincular la homosexualidad con la pederastia cuando ha tapado delitos sexuales perpetrados por parte de religiosos sobre menores.
Fuente: La Voz del Interior
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