61- Vamos a acompañarlo, si se pone los pantalones largos y se saca la minifalda. Sobre la escasa participación del gobernador Schiaretti en el conflicto del campo.
Comunicación Política. Campañas electorales. Comunicación Gubernamental. Escándalos. Polémicas. Comunicación de crisis.
domingo, 30 de marzo de 2008
Catalogo de Juezrrías
61- Vamos a acompañarlo, si se pone los pantalones largos y se saca la minifalda. Sobre la escasa participación del gobernador Schiaretti en el conflicto del campo.
sábado, 29 de marzo de 2008
viernes, 28 de marzo de 2008
"Kill All The White Man"
miércoles, 26 de marzo de 2008
La comunicación gubernamental en el conflicto del campo
El rechazo manifiesto de anoche de la sociedad argentina fue más contra el discurso de Cristina que a favor del agro.
De hecho había poco agro que exponer en el centro de las ciudades. Los cantos en el centro de Córdoba eran: “Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de los K”; “Cristina, hija de puta, la puta que te parió….”; y así. La misma virulencia del 2001. Se pedía la cabeza. Excediendo el conflicto por lejos. Afortunadamente, más allá de los cánticos, primó la paz. No desde el Gobierno por cierto, ni desde las cúpulas agroexportadoras.
El discurso de ayer de Cristina tensó los ánimos sociales de una forma distinta a como venía ocurriendo con el discurso virulento y agresivo de Nestor Kirchner. Si el discurso del marido le había permitido construir autoridad desde un piso de legitimidad muy bajo; el discurso agresivo y prepotente de CFK, minó sus bases de poder, de una forma acelerada. Bachelet tuvo más cintura, y humildad republicana, para afrontar la crisis que vivió a principios de su gestión. La lectura del oficialismo fue errada. Y repito, no me refiero a las retenciones como medida económica; sino como discurso político legítimo generador de consensos sociales. El Gobierno se comportó como siempre; como lo había hecho en Santa cruz y como lo venía haciendo en la Nación. Pero dos cosas habían cambiado en la sociedad argentina y en los juegos de poder.
Por primera vez el Gobierno K se enfrenta a un enemigo poderoso. Los anteriores eran débiles, fragmentados e inventados. Los militares nunca fueron una amenaza al Kirchnerismo, los piqueteros fragmentados-cooptados de los primeros tiempos tampoco. Shell es una minifundista comparada con las cuatro entidades del campo. Y nunca se le opuso al gobierno abiertamente.
La conflictividad social desde el 2003 al 2007 fue organizada desde Casa de Gobierno. Kirchner llamaba a D´Elia y allí iba la guardia a boicotear a los enemigos de turno.
El Gobierno Todopoderoso equivocó al enemigo y lo fortaleció de una manera impensada 15 días atrás. Hoy el campo concita apoyo en amplios sectores de la sociedad (Y no solo en las clases medias altas o en los dueños de campos). Concita apoyo, no por que el Estado Argentino sea un Estado socialista (o comunista) en la recaudación; sino porque seguimos siendo un país tercermundista y populista en la distribución. El largo camino a la pobreza argentina, resulta garantizado cuando la rentabilidad es un botín público del que se puede meter mano sin dar motivos racionales, explícitos y de cara a la sociedad, en el caso de que sea necesario meter mano. El segundo dato de la realidad que el Gobierno pasó por alto, es el cambio que se fue operando en la sociedad en los últimos años. Y creo que ésta es la razón de la movilización espontánea, masiva y legítima de ayer. El crecimiento económico de los últimos años hizo que las expectativas y los límites de lo aceptable, lo deseable y lo tolerable por los argentinos hayan cambiado. Tras cinco años de crecimiento a más del 8%, es lógico que las prioridades o las demandas de la sociedad cambien. La famosa pirámide de Maslow lo señala: Una vez que determinadas necesidades básicas son satisfechas, se pasa al escalón siguiente. Que una vez satisfecha, vuelve a ser el piso para dar un nuevo paso a otro escalón.
Cristina habló ayer de “piquetes de la abundancia”. La corrijo: No se trata de abundancia. Se trata de rentabilidad por el trabajo y el uso de la tierra. Comunicación errónea, que hirió a la sociedad, no en su legítima búsqueda de rentabilidad, sino en su autonomía como ciudadanos. La reacción de los habitantes de los grandes centros urbanos (los pueblos y zonas rurales vienen movilizados desde antes) fue por la prepotencia del discurso. No prepotencia de gritos, (de hecho el tono fue cuidado y medido), sino prepotencia de negación de la legitimidad del otro. El otro no tiene legitimidad ni derecho para protestar, para plantear, para disentir. Se lo debe todo al poder central y no hay nada peor para el poder central que la exhibición de autonomía. La autonomía y la dignidad es provocación y amenaza. Comportamiento lindante al autoritarismo y alejado de los conflictos básicos de la convivencia en una República. Si el discurso fuerte y de clausura de Néstor Kirchner en la Argentina del 2003 trajo tranquilidad a muchos sectores, como dijo el semiologo Steimberg; la misma línea discursiva de Cristina Kirchner en la Argentina del 2008 resulta insoportable. Satisfechas determinadas necesidades y en un clima de inflación y desabastecimiento, la soberbia discursiva incomoda, irrita y provoca. Como ocurrió ayer.
El Gobierno Nacional tiene la tendencia a creer demasiado en la capacidad del discurso para constituir la realidad. No digo que así no sea. Pero creo que se exceden en voluntarismo de gruesas pinceladas impresionistas para ocultar la realidad del día a día. Que Cristina no hable de la inflación en el Congreso, cuando es la principal demanda de la gente, no hace desaparecer a la inflación. Solamente expresa la distancia entre el discurso político y las sensaciones de la opinión pública.
Esa distancia se hizo conflicto ayer. El divorcio no parece inmediato. Pero son necesarios urgentes ajustes. La sociedad argentina es compleja y no es la misma que los recibió hace cuatro años huyendo de los brazos de Menem. El desabastecimiento, la escalada inflacionaria que se avecina, la insensibilidad y ceguera del discurso oficial, las patotas desprolijas de choque, no son alentadores. Hasta el momento, la protesta ha sido racional. La palabra oficial debe volver a contener ese malestar y no apretar el cuello, agravando el dolor. La noticia de ayer, avanzada la noche, fue que Cristina viajó por tierra a Olivos. Ojala lo siga haciendo, sin cortes y sin helicópteros.
Pablo Ariel Cabás
martes, 25 de marzo de 2008
Las frases de la incomodidad
Otra vez genética al comportamiento
Esto explicaría por qué a veces las posiciones son tan resistentes a los razonamientos
Encuestas (otra vez) bajo sospechas
Dime quién te contrata y te diré cómo encuestas
Varios cambian la respuesta "regular"
¿Alguna vez se preguntó por qué encuestas que miden lo mismo tienen resultados tan diferentes?
En algunos casos la imagen del político de turno sube; en otros, baja. En otros se da por ganador a fulano o a mengano, y por más o por menos puntos. Aunque el tema o personaje por medir sea el mismo, cada consultora usa metodologías que pueden cambiar drásticamente los resultados de sus encuestas. Eso se ve por estos días en los sondeos que miden la imagen presidencial.
La última semana, una encuesta de la consultora Poliarquía le dio a Cristina Kirchner 47 puntos de imagen positiva. Un número llamativamente bajo para el promedio kirchnerista. Enseguida, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, respondió con cuatro encuestas (de las empresas OPSM, CEOP, Ricardo Rouvier y Analogías, que habitualmente realizan trabajos para el Gobierno) que le asignan entre 65 y 67 por ciento de imagen positiva.
Con los sondeos en la mano y el testimonio de los propios encuestadores, LA NACION descubrió que esa gran brecha entre un número y otro se debe a una simple diferencia metodológica: mientras Poliarquía incluye la categoría "regular" en su pregunta, las otras empresas lo desdoblan en "regular bueno" o "regular malo" o bien usan categorías dicotómicas que no incluyen el "regular", que así pasa a engrosar los números de imagen positiva y negativa.
Según Poliarquía, el 47% de los entrevistados tiene una imagen "buena" o "muy buena" de la Presidenta, un 19% mantiene una impresión "mala" o "muy mala" de ella y una gran franja del 27% la evalúa de modo "regular". Si se infiere que, obligados a definirse, la mitad de ese 27 por ciento (13,5) se inclinaría por una calificación positiva, rápidamente se llega al 60 por ciento de imagen favorable, que podría subir al 65 si la tendencia entre los "neutros" fuera más positiva que negativa. Así de fácil.
Suspicacias
El tema, por supuesto, da lugar a suspicacias sobre las motivaciones políticas para usar un sistema que sube la imagen positiva de la Presidenta o usar otro que la baja, aunque, claro, los analistas consultados por LA NACION se preocuparon por rechazarlas con razones puramente metodológicas.
"La nuestra es una escala muy probada, y además usar el «regular» le permite al entrevistado definirse por el más o menos, una respuesta típica en las encuestas y que da lugar a una opinión intermedia", consideró Eduardo Fidanza, director de Poliarquía. Artemio López (el blog de Artemio) y Carlos Fara siguen el mismo criterio.
Del otro lado, Analía del Franco (de Analogías) y Roberto Bacman (de CEOP) defendieron su método, que usan desde la crisis de 2001. "Yo no uso escalas impares para que la gente no se refugie en el punto medio", señaló Del Franco, que mide la imagen presidencial con muy favorable-favorable-desfavorable o muy desfavorable.
Del Franco reconoció que esas categorías aumentan la imagen positiva, pero recordó que también suben la negativa. "El regular no existe" "El regular no existe, porque la gente siempre tiene en el fondo una opinión positiva o negativa", advirtió Bacman, que usa el mismo criterio que Del Franco.
También Ricardo Rouvier desdobla el regular en positivo y negativo. En cambio, Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM, explicó que su consultora (y varias otras) mide, por un lado, los apoyos a la Presidenta con categorías dicotómicas de aprobación-desaprobación y por otro evalúa su desempeño con la escala tradicional que incluye el regular. "En el primer caso, la Presidenta tiene una aprobación de 66 por ciento [es el resultado que difundió Fernández]; en el segundo su nivel de desempeño es del 47 por ciento, el mismo número que le dio Poliarquía", contó Zuleta Puceiro.
Pero el dato nada menor de usar o no el "regular" no es el único que puede variar varios puntos el resultado de un sondeo. En el gobierno de Cristina Kirchner sucede lo mismo que en el de su esposo: su imagen favorable crece en el interior del país y baja en los grandes centros urbanos.
Así, una encuesta realizada sólo en las ciudades los favorecerá menos que otra que llegue a los pueblos y pequeñas localidades del país. Pero un sondeo que incluya el interior profundo es muy costoso. "Cuesta 100.000 pesos, y el único que paga tanto es el Gobierno", confiaron a LA NACION dos analistas que trabajan para el oficialismo.
Así, el Gobierno es el único que contrata el tipo de encuesta que más lo favorece. En síntesis, las encuestas pocas veces mienten; el secreto está en la manera en que preguntan.
Por Laura Capriata De la Redacción de LA NACION
Los sondeos en el mundo
En el mundo globalizado de las encuestas, las consultoras internacionales usan por igual la escala tradicional y la dicotómica. "Depende del tipo de análisis. Tenemos una medición que incluye 5 categorías, donde el regular equivaldría a un 3, pero también usamos otra dicotómica con Aprueba-Desaprueba", señaló Ricardo Hermelo, director de Opinión Pública de TNS Gallup Argentina.
En la filial uruguaya de la consultora Mori Internacional dieron una respuesta parecida, aunque ellos emplean una categoría dicotómica y otra numérica, que va del 0 al 10 para medir la simpatía hacia un político.
En cambio, en la sede argentina de Mori, igual que en la de Ipsos, desterraron las categorías intermedias. "Si alguien tiene una opinión regular, le repreguntamos para forzarlo a que se defina por positivo o negativo", contó Guzmán Elola, gerente de Mori Argentina.
domingo, 23 de marzo de 2008
PS de San Luis
San Luis: conflicto y después
Carteles de apoyo a Alberto Rodriguez Saa, frente a la Secretaría de Turismo en San Luis
sábado, 22 de marzo de 2008
La irrupción del tema racial en la contienda
Escándalo en la campaña de EE.UU.
viernes, 21 de marzo de 2008
jueves, 20 de marzo de 2008
lunes, 17 de marzo de 2008
Jaime Durán Barba: Consultoría & Cotización
Julio Blanck. (CLARIN)
Noticia enviada por Ana Laura Garrone
Jaime Durán Barba es un tipo de lo más simpático. Es ecuatoriano, anda de aquí para allá por el mundo, en especial por América latina, y el tipo ama a la Argentina. Aquí estudió en los años '70, en la Universidad de Cuyo, y sus ideas románticas de izquierda lo llevaron a simpatizar con la Juventud Peronista de aquel tiempo turbulento. Pero ese pasado quedó bien lejos. Mudó de ideología, se hizo consultor político, escribió libros y asesoró con éxito a candidatos casi siempre de derecha, como el presidente mexicano Felipe Calderón. Su amor por nuestro país ahora tiene otra razón de ser: aquí también junta una moneda, asesorando desde hace varios años a Mauricio Macri.
Sarkozy: Un cambio de imagen y de estrategia (que no alcanzó)
miércoles, 12 de marzo de 2008
Los jóvenes y la política
martes, 11 de marzo de 2008
Cuestionamientos a los costos de la última campaña electoral
11 de marzo de 2008
Pero el de las encuestas no es el único rubro del informe que no resiste un análisis más prolijo. La asignación para "actos y eventos", por ejemplo, de $ 326.000, también suena irrisoria porque las manifestaciones y concentraciones ya no se hacen, como antes, con militantes que asistían voluntariamente para escuchar a sus candidatos y alentarlos en la competencia electoral. Ahora se trata de "asistentes profesionales", a los que hay que transportar, entretener, brindar facilidades sanitarias e incluso pagarles un "honorario". Lo mitines modernos son obras maestras del marketing. En España, donde el recurso está más avanzado, se enlatan y se despachan para su televisación. Es así porque los candidatos ya no se dirigen sólo a los miles de personas que asisten personalmente, sino principalmente a los millones que reciben la transmisión televisiva. Hay pocos recursos, si los hay, de los empleados en las campañas que no terminen de una forma u otra en el receptor hogareño. Las campañas son cada vez menos transparentes.
Los informes económicos de los gastos generados durante las campañas, suministrados por los propios responsables, suelen ser tan poco creíbles como los que últimamente difunde el tan cuestionado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) acerca del costo de productos y servicios.
Las campañas modernas son como un iceberg que muestra menos de lo que oculta; lo que queda bajo el agua suele ser por lo menos igual a lo que sobresale, más aún en esta época en que los medios convencionales son apoyados por otros como el telemarketing, las manifestaciones y la participación en programas (PNT), por citar sólo a los legales. Pérdida de credibilidad Las acciones proselitistas están reguladas, en casi todos los países, por normas y reglas.
Aquí se fija principalmente el tiempo de duración de las campañas, cuándo deben empezar y cómo deben financiarse. Pero las regulaciones dejan tantos agujeros que los candidatos se cuelan fácilmente por ellos. La cuenta regresiva de las campañas suele comenzar entre nosotros con la aparición de los primeros anuncios en televisión; los otros recursos, la parte de abajo del iceberg , asoman mucho antes e impunemente.
En la Argentina, las campañas suelen despegar ocho o nueve meses antes, con acciones aisladas en los lugares de veraneo, porque, por el turismo de gente del interior, son como fugaces microcosmos del mercado nacional. Las fuentes de financiación suelen ser ocultadas o disimuladas.
El escándalo de la valija incautada en el aeroparque Jorge Newbery con los US$ 800.000 llegados de Venezuela es una de las últimas pruebas de la manipulación financiera de las campañas. En suma, las campañas que transgreden las reglas, con menor preocupación por informar que por agredir al adversario político, sin debates serios y en el fondo cada vez más propagandísticas, están perdiendo credibilidad y convirtiendo lo que debe ser una fiesta de la democracia en un espectáculo costoso, penoso y estéril.
domingo, 9 de marzo de 2008
Nuevas formas de Comunicación Política
LOS LUNES CON LILITA
El lunes 10 de marzo de 20 a 22hs. tenemos nuestra primera teleconferencia: "Fundación del movimiento por la paz y la no violencia de mujeres, jóvenes y hombres."
Sentate en tu computadora.
Abrí Internet.
Cliqueá http://www.movimientoxlapaz.org.ar/.
En el margen izquierdo de la pagina ingresá al link videoconferencias
A las 20hs. comienza la videoconferencia.
Si querés participar en el FORO
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Un abrazo y nos vemos el lunes.
MOVIMIENTO POR LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA / DE MUJERES, JOVENES Y HOMBRES