La iniciativa de prohibir los minaretes de las mezquitas en Suiza como forma de luchar contra la supuesta islamización del país, votada hoy en un referendo popular, ganó en una mayoría de los 23 cantones suizos, según los primeros datos difundidos.
De los cantones donde el resultado es definitivo, sólo el de Ginebra, Vaud, Neuchatel y Basilea-Ciudad han rechazado hasta el momento la propuesta presentada por dos partidos de la derecha nacionalista.
A nivel federal, sin datos reales aún, las proyecciones de la Radio Suisse Romanda hablan de un 58 por ciento de los votos a favor de esta iniciativa para incluir en la Constitución suiza la prohibición de erigir minaretes.
La mayoría a favor tanto de los votos a nivel federal como por cantones son necesarias para que la propuesta gane el referendo.
En Ginebra, donde se halla una de las cuatro mezquitas de Suiza que cuentan con alminar, los ciudadanos se han pronunciado claramente contra la iniciativa.
A medida que han ido avanzando los resultados ha aumentado la sorpresa de observadores, partidos políticos y organizaciones, pues las últimas encuestas efectuadas antes del referendo daban una mayoría del 53 por ciento al no, frente a un 37 por ciento a favor de la prohibición.
Las primeras reacciones no han esperado a conocerse el resultado final de la consulta.
Los Verdes, uno de los cinco grandes partidos suizos, ya han adelantado que se plantean recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que invalide el resultado de este referendo, por considerarlo anticonstitucional.
“Los musulmanes de Suiza no han recibido una bofetada, sino un auténtico puñetazo en plena cara”, afirmó, consternado, Ueli Leuenberger, presidente nacional del partido ecologista.
“Es el resultado de una propaganda extremadamente bien hecha, que ha jugado con los prejuicios”, agregó, en referencia a la campaña desarrollada por los dos partidos de la derecha nacionalista que promovieron la consulta.
También la Conferencia Episcopal suiza lamentó el resultado de la consulta, y su portavoz, Walter Müller, dijo que es “un obstáculo en el camino a la integración y al diálogo interreligioso en el respeto mutuo”.
“No hemos sabido responder a ciertos temores relacionados con la integración de las diferentes religiones y culturas en Suiza”, agregó, para señalar que en su opinión, “la situación de los cristianos en algunos países musulmanes, do de subsisten la discriminación y la opresión, ha desempeñado también su papel”.
El resultado sobre la propuesta de prohibir los minaretes es esperado con especial preocupación por el Gobierno, por el efecto que tendría a nivel de imagen, diplomático e incluso económico de cara a los países musulmanes.
Fuente: La Nacion. cl
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