viernes, 12 de septiembre de 2008

"La campaña de Cristina costó cuatro veces más que lo que declaró el kirchnerismo"

Derivaciones del escándalo de la valija

La directora de Poder Ciudadano, Laura Alonso, dijo a lanacion.com que mientras que el kirchnerismo reconoció gastos por $ 17 millones, la cifra asciende a alrededor de $ 80 millones, según los cálculos del organismo; "la Justicia debería revisar todos los informes", añadió

Por Lucrecia Bullrich (La Nación)

Las escandalosas revelaciones del juicio por la valija con US$ 800.000 que se realiza en Miami, que ayer provocaron uno de los embates más duros de la Argentina contra los Estados Unidos de los últimos años y los posibles vínculos entre el tráfico ilegal de efedrina y la política que dejó al descubierto el triple crimen de General Rodríguez, vuelven a ubicar en el centro de le escena las sospechas que rodean el financiamiento electoral y, sobre todo, las dudas en torno a los gastos del kirchnerismo en las dos últimas campañas presidenciales.

"Durante toda la campaña de 2007 Poder Ciudadano marcó la total incongruencia entre el volumen total de gastos del Frente para la Victoria [FPV] y lo que verdaderamente costó la campaña, que fue mucho más que los 17 millones de pesos declarados. Sabemos que, como mínimo, costó entre 60 y 80 millones de pesos. Hay muchísimo dinero que se ha ocultado", indicó a lanacion.com una de las directoras de Poder Ciudadano, Laura Alonso.

Revisar. "Además, los 17 millones que fueron justificados quedan bajo sospecha, sobre todo con el caso de la valija del empresario venezolano [Guido Alejandro Antonini Wilson] y después de del triple crimen de General Rodríguez. Tanto los ingresos como los fondos donados deberían estar bajo investigación judicial por parte de la jueza [María] Servini de Cubría", añadió la especialista.

Alonso puso en duda la legalidad de los fondos que, siempre según Poder Ciudadano, fueron gastados por el kirchnerismo en la última campaña, pero nunca declarados. "Ese dinero pudo haber tenido dos orígenes: de fuentes ilegales, es decir, venir de personas o empresas que por ley no pueden donar a las campañas, o directamente de fondos públicos del presupuesto", puntualizó.

Apuntó además que las irregularidades no son nuevas en el mundo K. "Ya en 2003 el FPV entregó informes de gastos que no guardaban relación con la intensidad de la campaña que se veía en la calle. En ese año, diez días antes de la elección, el comité de campaña del kirchnerismo había declarado un gasto de tres pesos durante 80 días de campaña y donaciones por $500", indicó.

Superhéroes en acción. Para Alonso, otra de las claves del deficiente control del financiamiento político es la falta de recursos. "En 2003 había seis contadores para controlar los informes de los partidos. Cinco años más tarde sigue habiendo la misma cantidad de profesionales. Seis contadores que controlaron más de 3000 informes presentados por los partidos políticos. Así no se puede: son Superman, la Mujer Maravilla, Batman, Robin, Flash y algún otro superhéroe y es imposible que hagan un control eficaz. Se necesitan al menos 20 contadores más y muchos más recursos tecnológicos", graficó.

En la misma línea, comparó la situación de la Argentina con la de otros países de la región. "En la Argentina el control de los expedientes de financiamiento está en manos de la Cámara Nacional Electoral, que es el único organismo con competencia para intervenir. El primer error es que se dota de muchas responsabilidades a los organismos de control, pero no se los dota de los recursos necesarios para controlar con eficacia", planteó.

Diferencia. El contraste de panoramas no terminó allí. "Falta plata para hacer cruces de bases de datos impositivas, de propiedad, de flujo de inversiones y capitales para rastrear irregularidades. En Brasil estas herramientas dieron curso a investigaciones judiciales. Cuanto más se use la tecnología de la información en el control del financiamiento de campañas, mejor estaremos parados. El Estado argentino gasta no más de un millón y medio de dólares por año, y no sólo para control, sino para todas las tareas que se hacen desde la Cámara Electoral. Si se compara con lo que se destina en México, alrededor de 600 millones de dólares, dan ganas de llorar", concluyó Alonso.

Puig Picart: "Buenos Aires tiene que convertirse en una marca activa"


"Como Venecia en el año 1500, Buenos Aires, más que una ciudad, es un mundo que se ha construido con gente llegada de todas partes. De cara al Bicentenario, el gran proyecto de Buenos Aires es sumar convivencia y creatividad. Tiene que dejar de ser una marca pasiva y convertirse en la gran capital cultural de América latina". Lo dice el gestor cultural catalán Toni Puig Picart, a estas alturas, casi argentino.

Infatigable generador de ideas en torno al futuro de las ciudades y un modelo de cultura capaz de crear ciudadanos comprometidos con la ciudad en la que viven, trabajó intensamente en la marca-Barcelona, que hoy atrae a miles de turistas de todo el planeta.

En los últimos años, Toni Puig Picart ha investigado distintos modelos de ciudades-marca. En la Argentina trabajó tanto en Rosario como en Mar del Plata y Ushuaia. En diálogo con La Nacion afirma que el gran reto del Bicentenario para Buenos Aires es "vertebrar una ciudad que incluya a todos sus habitantes. Es necesario preguntarse qué ciudad queremos, porque eso lleva a la pregunta sobre qué vida queremos. Y esto vale para toda la Argentina".

Para Puig Picart la cultura "tiene que poner los valores en el centro del diálogo y del consenso. La cultura es diálogo con aquellos que no estamos de acuerdo. El problema con el discurso político es que, en lugar de hablar de los valores, siempre termina hablando de infraestructuras". Y compara los casos de Medellín, Colombia, y Caracas, Venezuela, donde estuvo para observar cuánto se ha hecho desde la cultura en la primera y cuánto falta aún hacer en la segunda.

"En Medellín, sin petrodólares, pero con voluntad política de reducir la violencia social y dar educación, el alcalde Sergio Fajardo invirtió el 40% de su presupuesto. Las bibliotecas y las escuelas lograron disminuir sensiblemente la violencia en las calles", señala el gestor catalán. Y el asunto pudo ser corroborado por La Nacion hace un año, en una recorrida de los parques-bibliotecas en barrios periféricos de la ciudad.

"En cambio Caracas, con todos los petrodólares de Chávez, sigue siendo una ciudad desvertebrada y violenta. Eso muestra que el problema no es el dinero, sino que hace falta capacidad creativa y voluntad política", agrega Puig Picart.

Hacer marca de una ciudad¿Cómo se convierte una ciudad en una marca reconocida en el mundo? "Se construye desde la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas. Así se crea una marca: con todos los ciudadanos incluidos. El problema que observo en la Argentina es que la gente no confía en sus instituciones políticas, no confía en sus intendentes. Los ciudadanos no se sienten incluidos en las politicas públicas. Antes bien, se sienten utilizados. Pero esto puede cambiarse, cuando el discurso político pone en el centro de la cuestión, los valores. Buenos Aires se posiciona como marca en el mundo, a pesar de sus instituciones políticas y las del país ayudan bastante poco".

Dice Puig Picart que gracias a la fuerza creativa de los argentinos, el país, en general, y la ciudad, en particular, tiene un posicionamiento. "Pero carecen de un proyecto estructurado de marca. El jefe de gobierno, Mauricio Macri, está en posición de hacer de Buenos Aires una marca activa, porque fue presidente de un equipo de fútbol ?Boca Juniors? que es una marca reconocida a nivel mundial".

Al hablar sobre el rediseño de ciudades estructurado con la cultura como eje, el gestor catalán dice que lo fantástico de Berlín, una capital cultural muy activa, es que "ha apostado por una memoria intepretada desde hoy. sin resentimientos y sin reabrir viejas heridas. Lo ha hecho desde los elementos que unen a los alemanes, no desde los que los separan. Esto ha sido clave. Los dos ejes sobre los que pivotea la cultura berlinesa son los museos y el monumento del Holocausto".

Al referise al modelo de Medellín, Puig Picart afirma que uno de sus méritos ha sido incluir a la gran mayoría de sus habitantes. "Normalmente los directores de centros culturales dejan fuera al 75% de los ciudadanos. De lo que se trata es de comprender cuáles son las herramientas para construir una ciudad, desde un punto de vista simbólico, como el espacio que une a todos sus habitantes, los del centro y los de los barrios perifericos".

Puesto a opinar sobre si Barcelona, como modelo, ha entrado en crisis, el gestor catalán admite que ello obedece a que se ha mantenido durante 30 años el mismo equipo a cargo de la gestión cultural de la ciudad. Además, sostiene, Barcelona "no hizo una autocrítica del fracaso del Forum de Cultura. Creo que la crisis de Barcelona pasa por el éxito que hemos tenido y por un exceso de turismo. Hay que comprender que, durante el franquismo, no existía como ciudad".

Fuente: La Nación

"La segunda ciudad de la Argentina es indudablemente Rosario".

EL PRESTIGIOSO URBANISTA TONI PUIG 

“ Rosario está detrás de Buenos Aires, pero muy delante de Córdoba.”

Considera que es clave desarrollar en Buenos Aires la red de subtes y el transporte público. Defiende el proyecto del tren bala, ya que es el modelo ideal para vincular las grandes urbes. Y considera a Rosario la segunda ciudad del país.

“Estoy hasta los huevos de aplicar criterios empresariales a los temas públicos: la eficiencia y la eficacia de una ciudad no se pueden medir como si fuera una gran empresa”, advierte el catalán Toni Puig Picart, célebre gurú de ciudades que asesora desde 1976 al Ayuntamiento de Barcelona, la ciudad española de mejor calidad de vida del Viejo Continente, según el Parlamento Europeo.

De visita en Rosario, como invitado especial del Segundo Congreso Mundial de Marketing de Ciudades, el urbanista llegó para explicar cuarenta ideas para rediseñar ciudades ante los principales especialistas en urbanismo de América Latina y Europa. Se tomó una hora para hablar con Crítica de la Argentina sobre Buenos Aires y el polémico tren bala que unirá Buenos Aires, Córdoba y Rosario.

“Creerán que estoy loco –anticipa– pero me parece fuera de lugar que se haya cuestionado el tren de alta velocidad con la excusa de que los fondos para este tren tienen ser usados para mejorar los trenes que hay. Oigan: ¿nos toman por estúpidos? ¿Qué ha hecho el gobierno argentino en estos años con los trenes? Nada ¿Y ahora se dieron cuenta que tienen que poner el dinero en otra cosa? Pues no lo pondrán, y ahora tampoco tendrán el tren.”

–¿Tiene sentido cuando los trenes urbanos andan tan mal?

–En España y en toda Europa el modelo del futuro de relación entre las ciudades son los trenes de alta o media velocidad, no los aeropuertos. Ahora funciona el Barcelona-Madrid. Pero atención: en febrero, cuando arrancó, se cayó todo y falló. ¿Alguien se acuerda? Nadie, porque todo el mundo está encantado con el tren de alta velocidad. Iberia bajó en un 50% la venta de sus pasajes en esa misma ruta. El secreto no son las carreteras, ni las autopistas, sino los trenes de alta velocidad, y luego los trenes de cercanías, esos con los que ustedes tienen tantos problemas.

–Usted visitó Buenos Aires por primera vez en 1991 y desde entonces no ha dejado de venir. ¿Qué opina del presente de la capital argentina?

–Creo que ser capital de un país es una ordinariez: tienen todo el dinero del Estado, están todos los ministerios, las multinacionales y, la verdad, esto, a nivel de gestión de un modelo de vida, es una ordinariez. Tienen la fácil; en cambio, ser la segunda ciudad del país es un gran reto. Rosario está detrás de Buenos Aires, pero muy delante de Córdoba. La segunda ciudad de la Argentina es indudablemente Rosario.

–¿Y Buenos Aires?

–Es una ciudad a la que amo, pero ha tenido dos gobiernos desastrosos que se condensaron en el caso Cromañón. Me parece impensable que una ciudad no tenga en sus edificios las medidas mínimas de seguridad. Eso se llama delincuencia pública. Porque lo primero es la seguridad y al respecto no se pueden contar historias –sentencia este asesor del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. Para él, Buenos Aires “tiene un conjunto de barrios que son tan interesantes como Recoleta, pero hay otros a los que no se puede ni llegar”.

Sin embargo, hay soluciones: “Si tú tienes hijos y uno tiene una enfermedad incurable, ¿a quién vas a dedicar más recursos? A él. Y si esto se hace en las ciudades, es una buena nueva, porque cuando lo superas, tiras para adelante.

En Medellín lo hicieron. Destinaron en los últimos cuatro años el 40% del presupuesto para cultura y educación, e instalaron cinco enormes bibliotecas en los cinco barrios más peligrosos de la ciudad. No confundieron periferia con minusvalía, hicieron bibliotecas mejores que las que tienen en el centro, y el resultado ha sido un éxito enorme. Hay que hacer cosas extraordinarias con gente ordinaria, como somos todos”.

–Ahora los debates son otros, como los carriles exclusivos.

–Todas las ciudades del mundo los han creado, pero hay que ser generoso con los taxis, porque hacen un servicio público. Sin embargo, he oído unos debates locos, como que solamente vayan por los carriles los taxis que llevan personas y los que no, no. Pero ¿qué locura es esto? Macri debe saber que lo público tiene que ser más fácil, todas las ciudades buscan la convivencia. Ésta es una parte de la solución del problema, porque la verdadera solución es poner más buses, intensificar las líneas de autobuses públicos y hacer más subtes. Se están demorando mucho en hacer nuevos subtes, eso es lo peor.

–¿Y cuáles son las principales ventajas de Buenos Aires?

–La principal es que ya no hay nada más que hacer en Europa, ya está construida, no hay nada más por construir. El futuro de las ciudades pasa por Asia y por Latinoamérica. Ustedes tienen unas ciudades que han crecido en forma desparramada, con periferias muy desastrosas y con centros históricos a veces buenos. Pero ante todo necesitan coser y zurcir a sus periferias y sobre todo garantizar que no aparezcan más countries, esas cárceles de ricos que van contra las ciudades.

–¿Nuestra principal dificultad?

–Que ustedes creen en el Estado y en la provincia. Un error y un horror: nosotros creemos en el municipio y en las ciudades. ¿Dónde esta la gente? Ahí. ¿Dónde deben estar los recursos? Allí. Pero en Latinoamérica todo el mundo piensa en las ciudades, adonde llegará el presidente de la República y les solucionará la ciudad. Hace 200 años que lo esperan, y si no llegó nunca, ¿por qué no cambiar?

Fuente: Crítica