viernes, 30 de julio de 2010

Piñera arrancó muy flojito

La desaprobación del mandatario se empina en un 29 por ciento, convirtiendo a Piñera en el presidente con la evaluación más baja en sus primeros cuatro meses de gobierno desde que retornó la democracia. Sólo el 45 por ciento lo apoya. Alarma en La Moneda.
Por Christian Palma

Desde Santiago

La influyente encuesta del transversal Centro de Estudios Públicos (CEP) es amada u odiada dependiendo de la información que revela cada seis meses, amplificada por la coyuntura política por la que atraviese Chile en el momento de conocidos los datos. Y la de ayer no fue la excepción.

Reconocida por adelantar los triunfos de los que a la postre se convirtieron en presidentes de la república y por acertar en la gran mayoría de sus proyecciones, la última CEP otorgó a Sebastián Piñera sólo un 45 por ciento de aprobación ciudadana en su primera evaluación luego que asumiera el principal sillón de La Moneda el pasado mes de marzo.

Los analistas del palacio presidencial anticipaban que el sondeo venía malo, dados los efectos del terremoto, el frío, el aumento de la delincuencia y algunos compromisos de campaña aún no resueltos por Piñera (venta de Colo Colo o Chilevisión), entre otros temas, pero no tan por debajo del muro psicológico del 50 por ciento.

Otro dato conocido al mediodía de ayer indicó que la desaprobación del mandatario se empina en un 29 por ciento, convirtiendo a Piñera en el presidente con la evaluación más baja en sus primeros cuatro meses de gobierno desde que retornó la democracia, tomando en cuenta que en el mismo lapso Michelle Bachelet (2006-2010) alcanzó un 46 por ciento, Ricardo Lagos (2000-2006) un 49, Eduardo Frei (1994-2000) un 50 y Patricio Aylwin (1990-1994) un 73 por ciento.

Así las cosas, los temores en el interior de La Moneda se hicieron realidad, lo que activaría de inmediato un plan paliativo que incluirá el anuncio de un alza en la dotación de carabineros, más viviendas y empleos e insistir con la reconstrucción del país, como una manera de salir al cruce de las críticas de la opinión pública y la Concertación, hoy oposición.

La prensa local ha señalado que la idea del equipo asesor de Piñera es relevar la concreción de promesas y mostrar al país el cumplimiento de tareas comprometidas; ejes temáticos claves para revertir el mazazo que dio la CEP ayer. Esto porque a pesar de que la economía creció en mayo al 7,1 por ciento y el desempleo retrocedió a 8,9 en el Gran Santiago, la ciudadanía no ha valorado tales cifras. De hecho, un 19 por ciento no aprueba ni desaprueba la gestión del ex dueño de LanChile.

En el balance de la gestión de Piñera y su equipo en el manejo de la economía, un 39 por ciento lo aprueba y un 32 lo desaprueba, mientras que un 50 respondió que el mandatario le da confianza, un 38 que no y un 54 por ciento lo considera un presidente lejano.

La encuesta abarcó a 1495 personas de todo el país entre el 17 de junio y el 13 de julio, con un nivel de confianza de 95 por ciento y un error muestral de 3.

Y si los datos anteriores pusieron una mueca en los rostros de los habitantes de la Casa de Gobierno, el 77 por ciento que aprueba cómo la ex presidenta Michelle Bachelet condujo su gobierno terminó por desfigurar las caras en La Moneda. Bachelet es la figura más relevante de la Concertación, con un 58 por ciento de preferencia. De hecho, ante la pregunta cómo la ex presidenta y su equipo manejaron la economía, un 66 por ciento aprueba su gestión y sólo un 15 la desaprueba.

Muy lejos le sigue Ricardo Lagos (3%), la actual presidenta del PPD Carolina Tohá y el ex ministro de Hacienda Andrés Velasco (1 por ciento). La figura más importante en la oficialista Coalición por el Cambio es el ministro de Educación, Joaquín Lavín (28por ciento), seguido por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter (5 por ciento), y la vocera Ena von Baer (3 por ciento).

Bachelet y Lavín lideran también la tabla de políticos mejor evaluados, con un 85 y 57 por ciento, respectivamente. En este ítem Piñera logra 56 por ciento y supera a Carolina Tohá (50 por ciento), Soledad Alvear (49por ciento), Ena von Baer (47 por ciento), Rodrigo Hinzpeter (47por ciento) y Ricardo Lagos Escobar (hijo del ex presidente) (46 por ciento).

Este último es uno de los personajes que sufre una caída significativa en su evaluación positiva. Tanto él como el senador DC Eduardo Frei bajan cuatro puntos, mientras que el ex candidato presidencial independiente, Marco Enríquez-Ominami, desciende un 8 por ciento.

Tras conocer los resultados, parlamentarios oficialistas desdramatizaron las cifras, aduciendo que eran esperables .“El escenario de terremoto y destrucción es muy fuerte en la mentalidad nacional”, señaló el presidente del partido derechista UDI, senador Juan Antonio Coloma.
Fuente: Pagina 12

domingo, 25 de julio de 2010

Lula pone toda su popularidad al servicio de Rousseff

César González-Calero
Enviado especial

GARANHUNS, Brasil.- En el nordeste brasileño, la región más pobre de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva no tiene rival. Y en su ciudad natal, Caetés-Garanhuns, en el estado de Pernambuco, su sola presencia despierta pasiones. Es allí, en esa tierra en la que el gran escritor Gilberto Freyre resaltó el mestizaje como la raíz de la cultura brasileña donde más ha prendido el proyecto político de Lula.

Etapa obligada para la candidata oficialista Dilma Rousseff, Garanhuns fue escenario, este fin de semana, del acto más emotivo de toda la campaña electoral brasileña. Dilma, en la tierra de Lula. Alto voltaje para una campaña que está al rojo vivo, con acusaciones cruzadas casi a diario y una interminable guerra de encuestas que todavía no muestran un claro vencedor en las elecciones del 3 de octubre.

Consciente de que Rousseff, candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), necesita su respaldo para lograr un apoyo masivo de los brasileños, a Lula no parece importarle que el Tribunal Superior Electoral lo haya multado ya en seis ocasiones por saltarse las normas que impiden que el presidente haga campaña a favor de un candidato.

"Yo hago campaña en mis horas libres, no como presidente", ha respondido Lula a sus críticos.

El viernes por la noche, Lula y Dilma coincidieron en la tierra natal del presidente. Pero antes de que llegara la candidata, el mandatario visitó la casa donde nació hace 64 años en Caetés, un poblado que en el pasado perteneció al vecino municipio de Garanhuns (130.000 habitantes), donde los dos dirigentes protagonizaron un acto político que sin duda impulsará la carrera de Rousseff hacia la presidencia de Brasil.

En escena, Lula deslumbra a la audiencia por sus facultades innatas para improvisar y conectar con la gente con un discurso llano y directo. Micrófono en mano y sin un solo papel a la vista, el ex tornero que un día abandonó el empobrecido nordeste brasileño para viajar con su familia en un "pau de arará" (un camión informal) rumbo a San Pablo, no para de moverse en el estrado.

Gesticula como un predicador evangélico, pero su voz ronca lanza un mensaje muy terrenal. Ante unos 2000 seguidores, habla de los programas sociales que ha emprendido su gobierno y que han logrado reducir significativamente la pobreza en el país, y asegura que con Rousseff esa política seguirá vigente.

Al hablar de Dilma, se acerca a la candidata, la acaricia y recuerda los años en prisión que pasó la ex ministra de la Casa Civil en tiempos de la dictadura.

"Esta mujer fue detenida por luchar por la libertad cuando estaba prohibido hacerlo. Esta mujer fue bárbaramente torturada. No existe nada más grave que la tortura. Ustedes saben porque Jesucristo también fue torturado", dijo Lula.

Guerra de encuestas

"El éxito de este gobierno se debe en gran parte a la compañera Dilma, una mujer brava y competente; será la próxima presidenta de Brasil, así lo dice la última encuesta, en la que ya está 8 puntos por encima de [José] Serra", agregó.

Lula se refiere a la encuesta divulgada el viernes por Vox Populi, que sitúa a Rousseff muy por delante del candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Sin embargo, en la guerra de encuestas que vive Brasil, las posiciones varían en función de la consultora que publique el sondeo.

Ayer, Datafolha rebajó el optimismo del PT al presentar a Serra y a Rousseff virtualmente empatados (37% frente a 36%, respectivamente), un resultado que parece más ajustado a la realidad, como reconocieron a La Nacion fuentes del PT.

"Serra está tratando de ensuciar la campaña con acusaciones como el vínculo entre el gobierno y las FARC, pero no está teniendo éxito y poco a poco nos vamos despegando en las encuestas", señalaron las mismas fuentes, en alusión a las denuncias sobre los lazos de la guerrilla colombiana con otros países. Hace sólo unos meses, Serra aventajaba a Rousseff por goleada, pero gracias al respaldo decidido de Lula, el ascenso de la ex ministra parece imparable.

Los asesores de Dilma son conscientes de que ese apoyo está resultando decisivo, pero advierten de que la candidata oficialista conecta cada vez mejor con el electorado.

"Ella aprende día a día y se aplica mucho en la campaña; es consciente de que suceder a un hombre como Lula es complicado, sabe que el carisma es algo innato y a cambio ofrece una gran capacidad de trabajo", aseguran fuentes de su equipo de campaña.

La candidata del PT cuenta con especialistas que la asesoran en técnicas de telegenia y oratoria. "Es una persona muy centrada en todo lo que hace, exigente con ella misma y también con sus colaboradores, a los que pide informes muy detallados de los lugares que va a visitar durante la campaña", añaden.

Mandato de continuidad

La sobriedad de Dilma se refleja a la hora de dirigirse a la gente. Muy diferente en las formas, su programa político coincide bastante con el de Lula, al que elogia en su discurso en Garanhuns: "Lula hizo una revolución pacífica en este país y dio grandes pasos por revertir la situación secular de pobreza".

Si logra imponerse en las elecciones de octubre, Dilma dará continuidad a la política económica de Lula y reforzará los programas sociales. Tampoco se desviará mucho de la estrategia que ha marcado la política exterior del gobierno actual: la no intromisión en los asuntos internos de otros países y el fomento del multilateralismo.

El respaldo de Lula a su candidata seguirá en las próximas semanas.

El presidente hará coincidir su agenda con la de su candidata en actos políticos a lo largo y ancho del país, para desgracia de Serra, consciente de que cada aparición como la de Lula en Garanhuns suma votos a favor de Rousseff.

Para la candidata oficialista, la presencia en sus actos de su mentor político, lejos de ensombrecer su figura, la acercan a un electorado que tiene fe ciega en todo lo que haga o diga Lula.

Y ahora, el único empeño del mandatario es que Dilma Rousseff se convierta en la primera presidenta de Brasil.

DE LA GUERRILLA A LA ANTESALA DEL PODER1947
La infancia

Hija de un abogado búlgaro y de una maestra brasileña, Dilma nació en Belo Horizonte en 1947 y creció entre niñeras, clases de música e idiomas y colegios caros.

1964
La guerrilla

A los 17 años, Dilma comenzó su militancia en organizaciones de izquierda; dos años después, se sumó a grupos armados y pasó a la clandestinidad. Aunque niega haber participado de la lucha armada, en su época la llamaban "la Juana de Arco de la subversión".

1977
La funcionaria

Dilma estudió economía y se involucró en la política. En los 80 inició una carrera que la conduciría a la Secretaría de Hacienda de Porto Alegre y, luego, al Ministerio de Energía de Rio Grande do Sul.

2002
La metamorfosis

La ministra se tomó dos semanas de vacaciones y volvió con la cara renovada. El cambio estaba destinado a presentar una candidata atractiva y cercana a la gente.

2008
La relación con Lula

Impresionado con la eficaz reacción de Dilma ante los apagones en el Sur, Lula la nombra ministra de Energía en 2002. Tres años después, la designa jefa de la Casa Civil.

2010
La nominación

A pesar de no contar con el aval de ciertos sectores del Partido de los Trabajadores, Dilma fue confirmada como candidata en febrero de este año. Atrás suyo, y como respaldo excluyente, estaba Lula, quien aún no ha dicho si espera volver en 2014.

Fuente: La Nación


Pesquisa Datafolha: 41% apostam em vitória de Dilma; 30%, na de Serra

RIO - Pesquisa Datafolha, publicada na edição deste domingo do jornal "Folha de S.Paulo", mostra que, para 41% dos entrevistados, a vencedora da corrida eleitoral será Dilma Rousseff (PT), enquanto outros 30% acreditam na eleição de Serra. No levantamento divulgado na véspera, a petista e o tucano aparecem em empate técnico . Dos entrevistados, 2% apostam em uma vitória de Marina Silva (PV), e 26% dizem não saber quem será eleito. A margem de erro é de dois pontos percentuais.

Questionados sobre o grau de convicção em relação ao voto, os eleitores de Dilma se dizem mais decididos do que os de Serra. Segundo a pesquisa, 78% dos que apoiam Dilma dizem estar "totalmente decididos" - índice que se manteve estável em relação à sondagem anterior-, contra 19% que admitem mudar de candidato - antes, eram 20%. Dos eleitores de Serra, 30% declaram que podem mudar de voto - contra 28% do último levantamento. Já 67% dizem estar "totalmente decididos" - antes, eram 70%.

De acordo com a pesquisa, entre os eleitores de Marina, 38% admitem mudar de voto, contra 58% que não têm dúvida da escolha. No total, 69% dizem ter escolhido o candidato com convicção, enquanto 27% admitem que ainda podem mudar de ideia.

Tucano continua na frente entre as mulheres

A pesquisa mostra ainda que o eleitorado feminino continua sendo o principal desafio para Dilma. De acordo com o levantamento, Serra tem 38% das intenções de voto entre as mulheres, oito pontos à frente da petista. A vantagem do tucano no eleitorado feminino se mantém desde março.

Por outro lado, Dilma alcançou mais apoio entre os homens e, desde maio, está na frente nessa fatia do eleitorado. Na atual pesquisa, abriu seis pontos de vantagem: 42% a 36%.

Ao se levar em consideração a renda dos entrevistados, Serra tem 37% das intenções de voto entre os que ganham mais de dez salários mínimos, contra 35% de Dilma. Entre os mais pobres (até dois mínimos), ambos têm 35%.

Fuente: O Globo

sábado, 24 de julio de 2010

EL MATRIMONIO GAY Y LAS FARC, EN LA CAMPAÑA BRASILEÑA



El matrimonio extendido hacia los homosexuales aprobado en Argentina y la polémica sobre la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son los temas "extranjeros" que dominan la recta inicial de la campaña electoral en Brasil, de cara a los comicios presidenciales del 3 de octubre.
Desde que el Congreso argentino aprobó la extensión de la ley de matrimonio a personas del mismo sexo, con todos los derechos de los heterosexuales, en Brasil el tema es recurrente.
"Creo que se transformó en una pregunta de moda", dijo, a modo de queja, el opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), aliado a una coalición de centroderecha, al canal público TV Brasil.
En Brasil, la unión civil apenas fue determinada por razones de herencia en algunos tribunales. Para el opositor Serra, ex gobernador de Sao Paulo, "es una cuestión en la que el Estado no debe entrar". Serra está empatado en la última encuesta Ibope con 39% de intencion de voto junto a Dilma Rousseff, la aspirante del oficialista Partido de los Trabajadores y de la coalición de centroizquierda que respalda al presidente Luiz Lula da Silva.
Rousseff, ex jefa de ministros de Lula y la funcionaria mas poderosa del gabinete de los últimos cinco años en Brasil, dijo estar "a favor de la unión civil entre homosexuales". DFB
23/07/2010 19:27

martes, 6 de julio de 2010

Un apoyo masivo a la igualdad de derechos

El sondeo revela también un acuerdo importante en el interior del país. Y muestra rechazo a la posición de la Iglesia contra el casamiento entre personas del mismo sexo. Respaldo a los legisladores que votan a favor de la igualdad de derechos.
Por Soledad Vallejos
Más de las tres cuartas partes de la población (el 81 por ciento) está de acuerdo con que homosexuales y heterosexuales tengan los mismos derechos. Apenas un poco menos (el 69 por ciento) se declara de acuerdo con el proyecto de ley de matrimonio civil que la Cámara de Diputados aprobó en mayo. Más de la mitad de los ciudadanos (el 57,6 por ciento) está en desacuerdo con que la Iglesia católica rechace el matrimonio entre personas del mismo sexo; la mayoría de esas personas se define como católica practicante. Así lo asegura un estudio que la consultora Analogías realizó a nivel nacional a mediados de junio, en 1250 casos, a pedido de la Federación Argentina LGBT. Los números trazan un panorama notablemente menos polarizado y opositor al proyecto de ley que hoy mismo empieza a transitar momentos claves en el Senado (ver aparte). Tan diferentes de lo que se ha dicho resultan los números que muchos de los distritos cuyos senadores y senadoras se oponen al proyecto difícilmente puedan argüir que lo hacen porque así lo quieren sus electores.

La existencia de derechos civiles que protejan tanto a heterosexuales como a homosexuales es afirmada por una amplia mayoría. El 81 por ciento lo ha ratificado, y un respaldo aún mayor se manifiesta cuando se trata de que las parejas homosexuales puedan compartir la obra social (88,1 por ciento) o que quien enviude pueda cobrar una pensión (el 83 por ciento). A la luz de esas respuestas no sorprende que el 68,6 por ciento se muestre de acuerdo con que dos personas del mismo sexo puedan casarse porque “todos somos iguales” (44,2) y “es importante que cada persona tenga libertad para decidir qué hacer con su vida” (37,6). La cercanía cuenta: el hecho de conocer situaciones particulares no es una razón despreciable para este apoyo: un 9 por ciento respondió que avalaba el matrimonio para dos personas del mismo sexo porque “tengo amigos/as, hijo/as, parientes, compañeros/as de trabajo homosexuales y los entiendo”.

Notablemente, quienes se manifestaron en desacuerdo abreviaron los argumentos: la naturaleza, las leyes de Dios (31,1 entre ambas) y la religión (4 por ciento), la tradición (25) y la moral (9) sumaron el 69, 1 por ciento.

El proyecto que la Cámara de Diputados aprobó en mayo cosecha un 69 por ciento de apoyo, y el 66,8 por ciento de todos los encuestados cree “muy probable que lo aprueben” los senadores. La respuesta llegará en los próximos días.

De gira por las provincias

En la ciudad de Buenos Aires, el 85,8 por ciento se definió a favor del proyecto con media sanción de Diputados, lo cual posiblemente no sorprenda al sus detractores, en los últimos días embarcados en acotar el apoyo a suelo porteño. (Los y las senadores por la Ciudad, por otra parte, se han declarado todos a favor.) Sin embargo, las respuestas de la encuesta pintan un paisaje provincial en el cual el apoyo a la ampliación del matrimonio civil oscila entre el 50 y el 70 por ciento. La información resulta todavía más reveladora cuando se revisa qué han proclamado algunos de los y las representantes de esas provincias ante el Senado. A eso, además, es preciso sumar el antes y el después: en la mayoría de las provincias, el apoyo al matrimonio para personas del mismo sexo creció luego de la media sanción en Diputados.

El divorcio entre electorado y representación podría resultar grave en Córdoba. Dos de sus tres representantes (Luis Juez, quien hoy será uno de los seis firmantes del dictamen favorable, y Norma Morandini, quien denunció presiones obispales) se declararon favorables; el tercero, Ramón Mestre, se ha pronunciado en contra alegando que es preciso “que no se desvirtúe la concepción de matrimonio” y sugiriendo realizar una “consulta popular no vinculante” para “saber qué es lo que quiere la sociedad”. El 68,5 por ciento se había manifestado de acuerdo con la propuesta de que el matrimonio civil fuera válido también para parejas homosexuales; ese apoyo trepó al 69,7 luego de la media sanción.

La provincia de Buenos Aires pasó del 66,4 al 67 por ciento de apoyo, contradiciendo la oposición mayoritaria que había alegado Hilda “Chiche” Duhalde. Santa Fe y Corrientes comparten tendencia: el 63,7 por ciento se mostró a favor de lo aprobado en Diputados. En ambos casos, la media sanción parece haber sumado un plus de aprobación social (en Santa Fe, 58,6 por ciento apoyaba el matrimonio en abstracto; en Corrientes el 55,2). Pero mientras que en la primera provincia sólo Carlos Reutemann se opone al proyecto (Rubén Giustiniani y Roxana Latorre ya han hecho público su apoyo), en Corrientes la situación es inversa: sólo Nito Artaza está a favor; Josefina Meabe y José María Roldán (quien mañana posiblemente firme dictamen para unión civil) lo rechazan.

Otro territorio en el que la lectura de sus representantes parece distorsionada es La Pampa: el 63 por ciento se declara a favor de lo que aprobó Diputados (antes de eso lo hacía el 61,1). Y sin embargo sus tres senadores (María de los Angeles Higonet, Juan Carlos Marino y Carlos Verna) han dicho o sugerido en más de ocasión que no lo apoyarán. Dos de los tres representantes de Chubut (Graciela Di Perna y Marcelo Guinle) han anunciado que votarán por la ley; el tercero, Mario Cimadevilla, hoy posiblemente firme dictamen por uno de los proyectos de unión civil. Las encuestan cifran en 62,3 por ciento el apoyo al texto sancionado por Diputados (llegó a esa cifra desde el 55 por ciento).

Más de la mitad de la población mendocina (el 56,2 por ciento) apoya el proyecto que podría convertir en ley el Senado. Precisamente a esa provincia representa Rolando Bermejo, el integrante de la comisión cuya firma hoy podría dar dictamen de mayoría a la ampliación del matrimonio civil. En Neuquén, cuyo senador Marcelo Fuentes hoy dará su firma al proyecto sancionado en mayo, el apoyo a que personas del mismo sexo puedan casarse trepa al 56,4 por ciento.

Fuente: Pagina 12

sábado, 3 de julio de 2010

Brasil: Dilma crece, Serra no avanza

Los sondeos electorales indican una ventaja significativa (cinco puntos) de la candidata Dilma Rousseff, del PT, seleccionada por Lula para sucederlo, sobre el adversario José Serra, del PSDB, el partido socialdemócrata que, siempre que llega al poder, se desborda en neoliberal. Indican, en suma, la percepción de determinado momento. En otras palabras, de aquí al primer domingo de octubre los momentos serán muchos y el escenario podrá cambiar drásticamente, hacia uno u otro lado. Todo dependerá de cómo se conduzcan las campañas.

Dos cosas, sin embargo, son indiscutibles. La primera: luego de empezar su caminata de manera tambaleante, con una serie de equívocos, Dilma Rousseff parece haber encontrado su rumbo, lo que se confirma por la tendencia observada en las encuestas: ella se mantiene en firme ascenso a lo largo de los últimos seis meses. La segunda: luego de empezar su campaña de manera sólida y serena, José Serra parece haber perdido el rumbo, lo que refuerza la tendencia ascendente de su rival mientras él logra, cuando mucho, permanecer donde estaba.

La evidente pérdida de rumbo de Serra, reconocida hasta por algunos de sus correligionarios más radicales, se revela de diferentes formas. La bizarra vía por la cual llegó a su compañero de lista, un oscuro y desconocido diputado de Río en primer mandato, Antonio Indio da Costa, del derechista DEM (Partido de los Demócratas), es una de ellas. Serra y su ahora candidato a vicepresidente se vieron una única vez en la vida, por quince minutos, en un restaurante de Río, mientras acompañaban el juego Brasil versus Corea del Norte, hace pocos días. Luego de manejar nada menos que veinte nombres, hasta el último instante no pudo –o no supo, o las dos cosas– llegar a alguien consistente, capaz de agregar votos a su candidatura. Tan pronto se difundió el nombre de Indio da Costa, el Google rompió todas las marcas de búsquedas en Brasil. Fuera de Río, siquiera la prensa sabía de quién se trataba. ¿Cuántos votos piensa Serra agregar a su nombre gracias a semejante figura? Al fin y al cabo, siquiera en su base electoral Indio da Costa tendría una reelección segura.

Para analistas, la elección de un diputado insignificante indica que ninguno de los nombres capaces de agregar votos a Serra aceptó la postulación por no confiar totalmente en sus posibilidades. Algunos se esquivaron de la invitación argumentando, en privado, que era mejor asegurarse una plaza en la Cámara de Diputados que servir de acompañante a una candidatura con escasas perspectivas de éxito.

Hay exageración en ese pesimismo. Serra está lejos de poder ser considerado derrotado, a menos que se mantenga navegando a ciegas. Trátase de un buen administrador público, un gestor experimentado, con sólida formación. Pero si ésas son sus calidades, otros –y muchos– son sus defectos. Autoritario, manipulador, con un carácter irascible, propenso a berrinches y venganzas mezquinas, su perfil de niño consentido no es exactamente lo ideal para un candidato en desventaja. Sus aires prepotentes lo llevan a declaraciones desastradas, especialmente cuando sería de esperar una visión amplia, de estadista más que de gerente. En 2002, por ejemplo, cuando disputó con Lula (y fue arrollado en las urnas), predijo que en caso que su rival fuese elegido Brasil se tornaría “una Argentina cualquiera”. Ahora, no titubeó en acusar al presidente Evo Morales de ser “cómplice, o al menos connivente”, con el tráfico de cocaína a Brasil. Frente a la protesta del gobierno boliviano, dijo que “la palabra de ellos tiene el mismo valor de un billete de tres reales” (no existe tal nominación en Brasil).

Cuanto más Dilma Rousseff se afirma con el discurso de que trae un proyecto sólido para Brasil, dando continuidad a los logros del actual gobierno, José Serra se parece más y más a un orador en busca de una idea. Habla y habla y dice casi nada. Se vanagloria de una biografía que, según él, es superior a la de su adversaria, y asegura que va a mejorar y profundizar los logros de Lula. Mientras, la gente se pregunta: si es para eso, ¿por qué cambiar?

Serra tiene su espacio en la derecha más elitista y politizada. No avanza un milímetro en la otra banda. En el medio están los millones de ciudadanos cuyo único norte político depende de una pregunta: ¿en qué va a mejorar mi vida? Esos son los que decidirán las elecciones. Y en ese terreno, el discurso de Serra no es siquiera una gota de agua en el desierto. En realidad, no es más que una tenue nube en el cielo. O encuentra una propuesta capaz de hacer frente a la de Dilma Rousseff, o está destinado a una nueva y fragorosa derrota.
Fuente: Pagina 12

Elecciones en Mexico a la sombra del crimen

MÉXICO, D.F.— Eran políticos de mediana presencia que querían ser votados este 4 de julio, pero terminaron en la tumba. Seis en la última semana, 31 en los últimos tres meses: candidatos a alcaldes, hijos y hermanos de éstos; regidores en potencia, coordinadores en campaña, futuros legisladores.
Algunos de ellos apenas habían levantado la mano como precandidatos cuando fueron raptados y desaparecidos hasta la fecha, como Evaristo Ortega y Francisco Mota que contenderían por la candidatura a la presidencia municipal de Nautla, Veracruz, por el derechista Partido Acción Nacional (PAN).
Millones de mexicanos están convocados en 14 estados del país para renovar mañana congresos y alcaldías; en 12 se elegirá también a los ejecutivos tras una campaña a la sombra de espionajes políticos y hechos sangrientos relacionados con la delincuencia organizada.
El asesinato del postulante a la gubernatura del fronterizo estado de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, elevó el nivel jerárquico en los ataques por parte del narcotráfico. Al menos así lo visualizó la dirigente nacional del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes, quien clamó personalmente por justicia.
La historia moderna de México no tiene registro de asesinatos a ese nivel que hayan sido relacionados con el narcotráfico, y sólo existe como antecedente el homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI en 1994, crimen que se ligó con asuntos políticos.
"Se está ejerciendo cada vez más presión", dijo Martín Barrón, analista de temas políticos y seguridad nacional del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe). "Los delincuentes están interesados en el perfil del personaje con el que van a negociar".
A la cantidad de ejecutados se suma también una cifra no precisa de intimidaciones contra funcionarios de alto nivel, entre los que se encuentran los mandatarios de Veracruz, Fidel Herrera; de Sinaloa, Jesús Aguilar; Chihuahua, José Reyes Baeza; de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y el de Tabasco, Andrés Granier, según denuncias de este último.

En días pasados, Xóchitl Gálvez, ex titular de la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y hoy candidata a la gubernatura por la coalición Hidalgo nos Une, integrada por PAN, PRD y Convergencia, cambió el domicilio de su familia por temor a una atentado.
En estados con añejos vínculos con el narcotráfico como Sinaloa (noreste), grupos de oposición han denunciado supuestas ingerencias de los grupos criminales para imponer a sus candidatos, pero nunca han recibido eco para investigar a los políticos, entre los que se encuentra el actual gobernador.
Entre el 12 y el 21 de junio pasados las casas de campaña de los candidatos a gobernador de Sinaloa del PAN, PRI y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) fueron atacadas con bombas molotov ante la pasiva reacción de las autoridades locales.
"Les preocupa más el resultado que habrá en los comicios que la propia seguridad", aseguró Leonel Aguirre, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa.
"Están incidiendo en el voto con regalo de despensas, chanclas, camisas, vajillas, y hay tanto dinero en propaganda que no es raro pensar que alguien poderoso los está apoyando porque el presupuesto de 28 millones de pesos [poco más de dos millones de dólares] alcanzaría para todos", agrega.
Este juego sucio de persuasión el sufragio que por siete décadas atizó el PRI, actualmente se está combinando con otro método más radical y práctico para los criminales: eliminar al enemigo que limita o se opone a sus negocios.
Precisamente en Sinaloa, el 14 de junio pasado Enrique Mendívil,un abogado y exitoso ganadero que pretendía ser regidor de Culiacán por la alianza Para Ayudar a la Gente —que integran PRI, Partido Verde y Nueva Alianza—, murió alcanzado por un bala especial que traspasó el blindaje de su camioneta.
Otros políticos corrieron la misma suerte en días previos a la muerte de Torre Cantú en Tamaulipas, cuna del cartel del Golfo, hoy en disputa con sus ex sicarios Zetas. Mario Guajardo, contendiente del PAN a la alcaldía de Valle Hermoso, y su hijo fueron acribillados en el interior de su empresa.
En esta entidad, el crimen organizado ha impuesto durante lustros, y a punta de fusiles, silencio en los periódicos locales, toques de queda, garitas de cobro en carreteras e incluso a quién no quieren como candidatos, como en el caso de Rodolfo Torre, aunque ahora su hermano Egidio lo releva en la elección.
La situación ha hecho réplica en otros estados, donde algunos políticos han declinado a sus aspiraciones, como ocurrió a Yolanda Sifuentes, aspirante a la presidencia municipal de Santiago Papasquiaro, Durango, que se retiró de la contienda tras recibir amenazas de muerte contra ella y sus hijos.
A pesar de la presión contra los políticos, para los analistas no existe un impacto directo en los votantes, salvo la abstención. "La lucha no es contra la gente, sino entre los mismos delincuentes, las autoridades y en mayor medida con la sociedad, por lo que el miedo puede ser un mero reflejo de protección, pero sin fundamento".
Por lo pronto, algunas organizaciones de mujeres en Ciudad Juárez y civiles en el sureño Oaxaca reconocieron que el temor los ha vencido y no votarán.
Fuente: La Opinión

Alfonsín avanza con su candidatura

Laura Capriata
LA NACION

En un nuevo paso hacia la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín, ayer se presentó en sociedad el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), la corriente interna que lo apoyará en su eventual camino a la Casa Rosada.

El grupo no es nuevo, pero ayer estrenó nombre (hasta ahora se lo conocía como Grupo Rosario), presentó su versión ampliada y anunció que el 21 de agosto será su lanzamiento formal, con un gran acto en Córdoba.

Se espera que ese día Alfonsín lance oficialmente su precandidatura presidencial, que lo enfrentará al otro postulante de la UCR, el vicepresidente Julio Cobos.

Aunque es una realidad palpable desde hace tiempo, la reunión de ayer terminó de definir las dos grandes corrientes internas en las que se dividirá el radicalismo hasta 2011: el cobismo y el Movimiento de Renovación Nacional.

"Me siento preparado para ser presidente, porque el partido está preparado humanamente y técnicamente", había dicho Alfonsín a la radio La Red antes de la reunión.

Como siempre que lo confrontan con su falta de experiencia de gestión, Alfonsín recordó que los presidentes Barack Obama (EE.UU.) y Lula da Silva (Brasil) tampoco la tenían. "Si tuviera que asumir la responsabilidad, lo haría", avanzó.

Sin embargo, en la conferencia de prensa que encabezó cuando terminó el encuentro partidario, prefirió no hablar de candidaturas, y admitió que adelantar esa discusión había sido "un error" que le trajo problemas con sus socios del Acuerdo Cívico y Social (ACyS).

"Llamamos a sumarse a quienes tengan coincidencia", los convocó Alfonsín, que anunció que pretende renovar la alianza con la Coalición Cívica de Elisa Carrió, el socialismo, el GEN, y sumar a nuevos partidos y movimientos sociales.

A pesar de sus reparos, aceptó que él y Cobos son hoy los dos postulantes de la UCR, y que podrían enfrentarse en las internas abiertas previstas para el 14 de agosto de 2011. "Esa es la alternativa si no llegaran a existir consensos", dijo a LA NACION.

Alfonsín cree que para que no haya internas debería existir un programa de gobierno común, que él y Cobos se comprometan a respetar. "Si es así, debería quedar sólo el candidato que tenga más posibilidades de ganar la elección presidencial", confió el diputado, que aseguró que está dispuesto a "bajarse" si esa persona es el vicepresidente.

Alfonsín habló con los periodistas escoltado por los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales, el diputado Ricardo Gil Lavedra, el dirigente cordobés Mario Negri y el ex gobernador chaqueño Angel Rozas, fundadores del Grupo Rosario.

Esa foto marcó el fin de la prescindencia de Sanz, el titular de la UCR, en la competencia para 2011.

"No soy el presidente de la Corte Suprema, sino un militante partidario, y no tengo que excusarme, sino involucrarme", se atajó Sanz, que hasta ayer había evitado aparecer al lado de Alfonsín para no recibir las críticas del cobismo, que le reclama imparcialidad.

Además, dijo que la UCR "celebra el nacimiento de nuevas corrientes nacionales" y que su sector se sentía "orgulloso de tener un candidato presidenciable como Alfonsín".

Mensaje conciliador

A pesar del peso de los hechos, nadie tuvo ni una palabra contra Cobos y el discurso de todos fue llamativamente conciliador.

"Los radicales vamos a estar todos juntos, sólo vamos a confrontar ideas, no personas, porque todos nosotros votamos que Cobos vuelva al partido, y tenemos una relación política y personal muy buena con él", aseguró Rozas. "Este espacio no nace para confrontar con nadie, sino para modernizar las reglas del partido", se sumó Gil Lavedra.

En la reunión participaron unos 200 dirigentes, entre ellos 20 diputados y senadores nacionales; el presidente de la UCR Capital, Carlos Más Vélez; el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy; media docena de intendentes y varios alfonsinistas históricos, como Luis Brandoni, Juan Manuel Casella y Elva Roulet.

Todos prometieron volver a verse en Córdoba para apoyar a Alfonsín como su candidato y elegir la conducción del grupo.

Fuente: La Nación