lunes, 8 de marzo de 2010

La Casa Blanca apuesta a Twitter para la comunicación

WASHINGTON (AP).- La Casa Blanca y el gobierno federal emplean Twitter cada vez más, mezclando detalles tras bambalinas con una defensa de las políticas del presidente Barack Obama.

En esa red el alias del secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, es "@PressSec ".

¿Quién necesita los comunicados de prensa? Gibbs y su segundo, Bill Burton, comparten ahora noticias en mensajes en Twitter. Hasta ahora, unas 33.000 personas se han subscrito para seguir los mensajes de Gibbs y más de 6.000 los de Burton. A ambos les falta mucho para alcanzar al actor Ashton Kustcher y sus 4,6 millones de seguidores.

Durante la reciente final de hockey sobre hielo masculino entre Estados Unidos y Canadá en las Olimpiadas Invernales de Vancouver, tanto Gibbs como Burton colocaron mensajes en Twitter sobre el partido y el ambiente en la Casa Blanca.

No es el tipo de pronunciamientos que uno espera de los portavoces presidenciales, pero con el equipo de Obama continuando la estrategia en Internet que iniciaron durante la campaña, son algo natural en un plan de comunicaciones que se extiende a todo el gobierno.

La embajadora estadounidense en la ONU Susan Rice habla de diplomacia, el subsecretario de Estado Arturo Valenzuela sobre el Hemisferio Occidental y el secretario de Comercio Gary Locke sobre comercio.

Macon Phillips, el nuevo director de medios de comunicaciones en la Casa Blanca, dijo que los mensajes en Twitter permiten a los funcionarios "tener una idea de las preguntas que tiene el público en su forma natural, en lugar de las preguntas que hacen los expertos y periodistas televisivos".

Fuente: La Nación

Cristina ya sugiere un adelanto de elecciones

El miércoles 3, la jefa de Estado abrió en Misiones el ciclo lectivo. Inauguraría tres escuelas y un hospital en Posadas. La primera etapa se cumplió, la visita presidencial al hospital fue suspendida: a esas mismas horas, en el Senado, el oficialismo perdía todas las votaciones y, con ellas, la mayoría en las comisiones. La noticia, aunque previsible, hizo trizas la agenda. Cristina Fernández había acusado el impacto. Sentida, le confió al gobernador de Misiones, Maurice Closs: “Preparate para febrero o marzo porque a lo mejor anticipamos las elecciones”. Impulsada por la vida y las encuestas, la idea flota desde hace semanas en la atmósfera de Olivos. Un sondeo reciente de Management & Fit muestra que Néstor Kirchner goza de una imagen negativa del 57,2% y la positiva apenas llega al 22,4%; el 42,8% de los entrevistados cree que la oposición debe imponer su mayoría en la agenda, contra el 32,1% proclive a consensuar; el 54,4% supone que la oposición debe marcar límites, mientras que el 23,7% entiende que tiene que corresponsabilizarse de gobernar.

Pero la política, aunque se mida con encuestas, está hecha de acciones, omisiones y gestos. Un apesadumbrado aliado K dibujó sobre una servilleta el mapa del llamativo silencio mantenido por quienes deben tener algo qué decir: “Misiones, gobernador K, mudo / Formosa, gobernador K, mudo / Jujuy, gobernador K, mudo / Corrientes, gobernador medio K, mudo / Chaco, gobernador K, afónico / Salta, K, gobernador en retirada / Santa Fe, gobernador medio K, asfixiado / Córdoba, gobernador medio K, asfixiado / Mendoza, gobernador K , mudo / San Luis, gobernador anti-K / San Juan, gobernador K, mudo / Buenos Aires, K, gobernador resignado / Salta, gobernador K, mudo / Santa Cruz, gobernador ultra-K, mudo / Tierra del Fuego, gobernadora medio K, muda”.

Kirchner confía en que los actos del miércoles 10, en el Chaco, donde reasumirá la conducción formal del PJ, y del jueves 11 (aniversario del triunfo de Héctor J. Cámpora) dejarán en claro que aún se encuentra en estado de gracia. Sin embargo, los mitines y los estadios no son una muestra a escala de las tendencias de la sociedad y, enfrentado a enormes dificultades concretas, el oficialismo da la pelea con el único destacamento que lo sigue ciegamente: el triángulo piquetero D’Elía-Depetri-Pérsico, los camioneros de Hugo Moyano, La Cámpora, las Madres de Plaza de Mayo y un elenco estable de intelectuales, cuyas firmas asoman, con la monotonía de un cucú, al ritmo de las necesidades de los Kirchner.

Es, si se quiere, una soledad buscada. En lugar de enfriar el incendio, el jueves 4 la Presidenta echó gasolina a las llamas para vengar lo que había vivido como un agravio el miércoles 3. El presidente provisional del Senado, José Pampuro, planteó la imperiosa necesidad de negociar una salida a la crisis. La oposición subió a ese tren sin saber con exactitud cuál era la estación final; Pampuro sabía que ese vagón fantasma estaba cargado de disensos. La oposición, era casi seguro, no daría marcha atrás ni con los pliegos de Marcó del Pont ni con la modificación de la Ley del Cheque. Sólo en torno de la bicameral podía aparecer una fórmula de transacción: la integración a partes iguales (8 y 8), pero con la presidencia (cuyo voto es doble) para la oposición. Cobos arriesgó incluso la lejana posibilidad de mantener la presidencia en manos del oficialismo, siempre y cuando se trate de un nombre confiable. Es más sencillo hacer pasar un camello por el ojo de una aguja que darle luz verde a esa alternativa. Fue entonces, cuenta el entorno del vicepresidente, cuando llegó Florencio Randazzo con una nueva orden: el esfuerzo no estaba vetado, quien había sido vetado era el negociador. Pampuro debía abandonar la mesa y dejar su lugar a Miguel Pichetto, una figura que, en la emergencia, Olivos considera más disciplinada.

Aníbal F., las reservas y los hechos consumados

“Ya está”. Con esas dos palabras, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reafirmó el planteo que hizo Cristina Kirchner la última semana: que el Gobierno tiene la decisión de pagar la deuda con los bonistas privados a través de los fondos que transfirió el Banco Central a una cuenta del Ministerio de Economía para conformar el denominado Fondo de Desendeudamiento. El decreto 298 de necesidad y urgencia será discutido esta semana en el Congreso y la oposición asegura que tiene número para rechazarlo. Sobre el DNU pesa, además, una medida cautelar que suspendió la transferencia de fondos, e inmovilizó la cuenta que maneja Economía.

Pero Aníbal Fernández subrayó que cualquier medida que se tome sobre el decreto habrá llegado tarde porque no hay posibilidad de revisar las decisiones ya tomadas. “Por más que el decreto sea rechazado, ya está”, sostuvo el funcionario. Fernández sentenció que, según la normativa, “los derechos adquiridos tendrán vigencia hasta su rechazo” por lo que “todo lo actuado hasta el momento tiene validez”.

También alentó las sospechas destituyentes que Cristina sembró: “En la cabecita de varios de los responsables de esta situación está la intención velada de tratar de remover a la Presidenta”, afirmó.
Fuente: Crítica

Kirchner está cabeza a cabeza con Cleto y Macri

El año pasado, el Gobierno adelantó las elecciones legislativas para morigerar el desgaste político que se veía venir. Igual perdió. Por estos días, la presidente Cristina Kirchner volvió a sugerir en privado la posibilidad de adelantar las presidenciales ante un panorama similar: una nueva encuesta revela que Néstor Kirchner, la principal espada oficialista, es el dirigente con peor imagen en la provincia de Buenos Aires, distrito que supo ser un bastión K, agrupa el porcentaje más alto de votos y define la competencia nacional.

Un artículo de Crítica de la Argentina expone una encuesta de Management & Fit que muestra preocupantes números para el ex presidente. Este lunes, otra consultora publicó un nuevo sondeo que refleja el cielo gris que se tiende sobre el kirchnerismo en tierras bonaerenses: según Poliarquía Consultores, Kirchner recoge una imagen negativa del 61 por ciento y una positiva del 37 por ciento.

El trabajo de Poliarquía –consultora que conoce la Provincia y que vaticinó la victoria de Francisco De Narváez el 28 de junio pasado- está hecho sobre 1.000 casos en la provincia de Buenos Aires. Según el estudio, el presidente del PJ es el de peor imagen, seguido por Eduardo Duhalde y Elisa Carrió. Pero con una salvedad: cuando la medición apunta a la intención de voto presidencial, aparece sólo un punto por debajo de Julio Cobos y Mauricio Macri -quien siempre tuvo buenos números en la provincia de Daniel Scioli-, con 23 por ciento.

EL CASO MENEM. “Lo que le está pasando a Kirchner es lo que le pasó a (Carlos) Menem en los últimos años. Tiene un nivel de polarización muy fuerte y la gente que tiene buena imagen la vota toda. Menem, en 2003, tenía 25% de imagen positiva y sacó 24% de los votos”, explicó a este medio Alejandro Catterberg. Uno de los directores de Poliarquía.

La diferencia más importante que existe entre Kirchner y el resto de los candidatos que podría plantar la oposición es que si bien tiene un piso de intención de voto alto, el techo es bajo. “Si en primera vuelta se presentan muchos candidatos y se fracciona mucho la oposición, el 23 por ciento de Kirchner parece un número fuerte. Aumenta sus chances. Aunque si llega a un ballotage las chances serían nulas”, asegura el analista.

Y agrega: “Tanto Cobos como Macri tienen un techo electoral más amplio que Kirchner. Hay que tener en cuenta además que esta encuesta es sólo en la provincia de Buenos Aires. En Capital Federal, Córdoba o Santa Fe el escenario es peor para el gobierno”. Extrañamente, Cristina no fue medida a la hora de sondear la intención de voto presidencial.

RICARDITO, CANDIDATO. Según el trabajo de Poliarquía, el dirigente con mejor relación entre imagen positiva y negativa es sorpresivamente Ricardo Alfonsín, un dirigente que hasta el fallecimiento de su padre y la campaña 2009 tenía un alto desconocimiento en el electorado. Hoy, sólo lo desconoce el 10 por ciento, tiene una imagen positiva del 55 por ciento y una negativa del 26 por ciento.

“Estos datos, igual, se dan un contexto de electorado muy enojado con la política y con valores de imagen positivo muy por debajo de los que se veían hace dos o tres años atrás. Igual, hay que destacar que hace mucho tiempo que no se veía a un dirigente radical arriba”, estimó Catterberg.

Aunque la encuesta no ofrece datos sobre la lucha por la gobernación bonaerense, el análisis de la imagen sirve para armar un panorama, aunque precario.

Si Alfonsín asoma como el nombre más fuerte del Acuerdo Cívico y Social (ACyS) –muy por encima de Margarita Stolbizer-, De Narváez sostiene interesantes cifras luego de la sorprendente performance del 28 de junio pasado para erigirse en el principal nombre del PJ disidente. Habrá que ver cuánto le repercute la posible ruptura de Unión PRO, donde aparece pegado a Macri, ya que el jefe de Gobierno porteño tiene alta estima en el electorado provincial.

Por último, Daniel Scioli -“más por carisma personal que por ser oficialista”, estimó Catterberg- emerge como la principal figura de la Casa Rosada.
Fuente: Critica