viernes, 23 de enero de 2009

Ateos y creyentes libran batalla en las calles de Barcelona y Madrid

Las batallas religiosas se libran ahora en los autobuses de las grandes ciudades. La campaña publicitaria proateísmo de Londres llega a partir del lunes a Barcelona y el día 26 a Madrid con un lema provocador e irónico: Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida.

La campaña ha molestado a colectivos de creyentes. El arzobispado de Barcelona argumenta que la fe no es incompatible con "gozar honestamente". Y una Iglesia evangélica de Fuenlabrada ya ha replicado a los ateos con un anuncio que, desde el pasado día 25 luce en un bus por varias localidades de la Comunidad de Madrid:Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo."Queremos dar a conocer nuestras creencias", explicó Paco Rubiales, padre de la idea y pastor de una parroquia con 70 fieles. Con la ofrenda que recoge del cestillo cada domingo, Rubiales ha podido pagar también la publicidad en un autobús que podrá verse por el centro de Madrid la próxima semana.

La batalla simbólica, mediática y publicitaria entre creyentes y no creyentes nació en el Reino Unido. Una web cristiana amenazó a los ateos con "pasar la eternidad en el infierno y ardiendo en un lago de fuego". Y una periodista de The Guardian cogió la idea y le dio la vuelta con éxito. "Nos pareció interesante e importamos la propuesta. La Iglesia emite mensajes, ¿por qué no íbamos a hacerlo nosotros?", reflexionó Albert Riba, líder de Ateos de Cataluña.

Barcelona ha abanderado la campaña de los ateos, que en pocos días han recaudado 6.411 euros a través de su sitio en la Red (www.busateo.org). Las donaciones -de 3 a 550 euros- son suficientes para pagar la publicidad, durante 15 días, de dos autobuses de Barcelona y extenderla a Madrid y, quizá, a Valencia y Bilbao.

En Madrid, la empresa que lleva la publicidad en los buses urbanos tampoco considera que la campaña sea ofensiva o vulnere la ley de publicidad, por lo que permitirá la inserción de anuncios que la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores desea contratar durante dos semanas. Una opinión que comparte el presidente del Instituto Europeo de Márketing, Comunicación y Publicidad, Clemente Ferrer: "La idea de un dios es vendible, y lo contrario también. Los eslóganes son correctos". Antoni Gutiérrez Rubí, asesor de comunicación, augura que la fórmula se extenderá en los próximos meses a otras confesiones. "Creo que no será excepcional, vamos a acostumbrarnos a que las diferentes expresiones religiosas y cívicas se manifiesten con total naturalidad".

¿Por qué surgen ahora estas campañas de signo contrario? Al margen de la "chispa" que alumbró la idea (el "lago de fuego"), los expertos creen que en un contexto de incertidumbre se reafirman los propios valores. Juzgan "normal" el recurso a la publicidad, y, en ese sentido, valoran la "habilidad" de los ateos, que han logrado un "gran eco" con una acción limitada: cuatro buses frente a una flota de más de 3.000 vehículos entre Barcelona y Madrid.

La irrupción de la fe en las calles tiene defensores y oponentes. Los grupos laicos creen que el papel de la religión (y, en concreto, de la Iglesia católica) es todavía "excesivo" en el ámbito social y en la educación. "Una campaña así no hace daño a nadie, es un soplo de aire fresco y una bofetada al fanatismo", según el presidente del Ateneo Ecléctico y Liberal de Ateos y Agnósticos, Emili Vives.

Musulmanes, conversos al islam y evangélicos expresaron su "respeto" a la libertad de expresión. Y se reservaron el derecho a impulsar sus propias campañas. Pero cuestionaron, en la línea del arzobispado de Barcelona, la supuesta incompatibilidad entre disfrutar la vida y creer en una entidad trascendente. Ni el arzobispado de Madrid ni la Conferencia Episcopal quisieron pronunciarse sobre el tema. Sí lo hizo el Observatorio Antidifamación Religiosa: "Es una falta de respeto hacia quienes sí creemos".

El Pais.com

¿Por qué Obama genera tanta empatía?

A niños, jóvenes y adultos que vieron la jura de Barack Obama como el nuevo presidente de Estados Unidos se les dibujó, sin distinción de edades, una sonrisa o se les erizó la piel. ¿Tiene el fenómeno Obama una explicación? Su juventud, el factor racial, ser la contracara de George W. Bush y la aplicación de nuevas tecnologías son algunas de las respuestas que arriesgaron los especialistas en marketing político consultados por lanacion.com .

Ricardo Rouvier, sociólogo especializado en imagen gubernamental, no ahorró elogios cuando tuvo que analizar las virtudes del "producto Obama". "Tiene características personales muy favorables. Es un buen orador, sabe improvisar, tiene carisma y, además, tiene un aspecto físico agradable", detalló.

Ninguno de los especialistas omitió la mención al su color de piel. El cambio que deseaba la sociedad norteamericana también era simbólico. Aunque, según los analistas, no fue un factor determinante. "Que un negro sea presidente de Estados Unidos es una superación. Es un hito importante, que tuvo un rol clave en la campaña, pero no fue el único", dijo Daniel Ivoskus, autor del libro Vivir conectados . Y agregó: "Lo que atrae de Obama es el perfil distinto que tiene un joven negro al frente de la Casa Blanca".

En la misma línea, Gustavo Martínez Pandiani, ex decano de la facultad de Comunicación de la Universidad del Salvador, aclaró: "Su color de piel no es crucial para su imagen. No se presenta como un hombre de color sino como un representante creíble de la nueva política".

Felipe Noguera, especialista en desarrollo de imagen para proyectos políticos, explicó este éxito: "Le gente quería un cambio. Y él ofreció el cambio. Ese es el motivo del fenómeno Obama".

Por su parte, el publicista oficialista Fernando Braga Menéndez, encargado diseñó la campaña presidencial de Néstor Kirchner, describió la imagen de este político que tantas esperanzas genera entre los norteamericanos: "Obama es el modelo de hombre contemporáneo. Es desestructurado, espontáneo, cosmopolita y culto. Cuida su físico. Es encantador. Me gustaría irme de vacaciones con él".

Pero es imposible describir la "imagen Obama" sin analizar algunos de sus comportamientos. "Durante la ceremonia de asunción demostró que es una persona natural. No sobreactúa, ni está inhibido", dijo Braga Menéndez.

"Tiene una forma de caminar pausada pero firme. Toca los temas con simpleza y los resuelve con la misma fórmula. Pero por eso no deja de ser profundo", agregó Ivoskus.

Martínez Pandiani se animó a deducir la fórmula del éxito: "Lo que más atrae de Obama es la conjugación de dos elementos: el cambio y el equilibrio. Es joven pero está aplomado, es fresco pero transmite capacidad de mando". Y Noguera sintetizó: "Es una mezcla de carisma y sangre fría con un gran capacidad de contención para los norteamericanos".

El contrapunto. Pero la figura de Obama se agiganta cuando se trata de comparaciones. George W. Bush, el presidente de Estados Unidos con menor popularidad en la historia, fue el promotor de este boom. "De Bush tengo la imagen de un tipo pendenciero, desafiante y violento. Eso agranda la figura de Obama", afirmó Braga Menéndez.

"No es posible comprender este fenómeno si no se lo pone en el contexto de la decadencia de Bush. En cierto sentido, Bush fue a Obama, lo que Herminio Iglesias fue a Raúl Alfonsín en 1983", dijo Martínez Pandiani.

Los motivos que explican la "imagen Obama" también están vinculados con el sentido de pertenencia que genera entre el electorado. "Tiene muchos factores en común con los norteamericanos; entiende las necesidades de la gente, que siente que su Presidente vive en el mismo país que ellos", afirmó Noguera.

Esa empatía se manifestó durante toda la campaña electoral. El lema "Yes, we can" ("Sí, podemos") saturó los sitioss de Internet y puso a los jóvenes como el actor fundamental para el triunfo del candidato negro. Buena parte de esas adhesiones las cosechó desde la web. Su cuenta de Facebook almacenó, durante la campaña, las direcciones de correo electrónico de cuatro millones de amigos. Sus mensajes de texto a celulares y sus actualizaciones constantes por Twitter lo posicionaron como el candidato del futuro. "Si no viviéramos en un mundo 2.0, Obama no hubiera sido presidente. Sin el apoyo económico que generó desde Internet durante la campaña no le hubiera ganado nunca a Hillary Clinton en la interna demócrata", explicó Ivoskus.

Pero la empatía no es eterna. Obama tendrá cuatro años para demostrar que puede satisfacer las expectativas. Martínez Pandiani sentenció: "Obama combina a la perfección sus valores y su apariencia. Es, sin dudas, el modelo de político para el siglo XXI".

Por Iván Ruiz (La Nación)

martes, 20 de enero de 2009

La asunción de Obama

Por qué lloró mi abuela por Obama
El martes 20 de enero de 2009, dos millones de almas frente al Capitolio de los Estados Unidos y  varios de millones más a lo largo y ancho del mundo fueron testigos de un suceso histórico: Un muchacho que promedia los 40, de tez negra, de padre keniata y madre estadounidense, casado con una abogada egresada de Harvard y con la cual tiene dos hijas, juraba como el Presidente número 44 de ese país, con una mano sobre la biblia de Lincoln, frente al presidente de la Corte Suprema de los Estados Unidos de América y bajo la atenta mirada, que lo custodiaba, de la quien dijo es, su compañera de vida.

Hasta aquí no he contado nada nuevo, nada que el resto del mundo no sepa o no haya sido testigo gracias a los inagotables recursos que la tecnología nos ha brindado.

Ahora bien,  de lo que el mundo no fue testigo, lo que no pudieron presenciar dos millones de almas al frente del Capitolio y muchas millones más a lo largo y ancho del mundo, fueron las lágrimas derramadas por mi abuela, cuyo culpable  fue ese muchacho de tez negra que promedia los cuarenta y que en ese preciso momento estaba jurando sobre la biblia de Lincoln.

Tuve el privilegio de ser el único testigo de ese acto, de esas lágrimas, que  resultan inmejorable evidencia que la naturaleza humana y los sentimientos humanos no reconocen fronteras, idiomas, himnos o banderas.

Que me perdone mi antecesora, pero voy a cometer una infidencia. Ella no comprende absolutamente nada de política internacional, le resultan completamente ajenos las cuestiones de la diplomacia ó los organismos internacionales. Par ella, reitero, éste es un mundo enteramente extraño. La pregunta surge entonces ¿Por qué lloró mi abuela por Obama? La respuesta es compleja y sencilla a la vez. Llora por el sencillo motivo de sentirse identificada con lo que representa Obama para el estadounidense, de clase media y baja, que lo vio jurar soportando estoicamente el frío de Washington: la esperanza y la creencia que este mundo se puede mejorar.

Ahora es donde aparece la parte compleja de la respuesta. Los hacedores de la campaña monumental que culminó en las elecciones del 4 de noviembre de 2008 con Barack Hussein Obama como  Presidente electo de los Estados Unidos, tuvieron la virtud de lograr convertir a ese afroamericano en un envase en cuyo interior se encuentran sentimientos que tocan la fibra más íntima del ser humano.

Queda claro que Obama no es Obama, sino las expectativas de una sociedad y un planeta enfrascadas en un solo Hombre,  que carga sobre sus hombros con el peso de ser quien tuerza la historia en honor a las luchas por igualdad y justicia llevadas adelante por sus antepasados y que hoy en día, trascienden lo meramente racial para ser una bandera bajo la cual se cobijan millones de seres humanos en el mundo. Sin lugar a dudas, un gran peso el que lleva  este hombre.

Además del carisma y la elocuencia de Obama, cabe destacar que el contexto en el cual está inmerso el mundo en general y  nuestro país en particular, ayudan a las lágrimas de mi abuela.

En un mundo donde los despidos masivos, el egoísmo de unos pocos y la desesperación de muchos, son noticia a diario en los distintos medios de comunicación, el ser solidario ante el dolor ajeno no le es extraño a mi abuela y por eso derrama sus lágrimas, al igual que mucha gente, pidiendo que Obama sea la esperanza de un mundo desesperanzado.

En nuestro país, donde se piensa que uno es superman, capaz de resolver por si mismo los innumerables problemas de una sociedad compleja (y que además debe enfrentar la crisis mundial), despreciando a los que piensan distinto y humillando a quienes lo siguen,  las palabras de Obama  llamando a un diálogo abierto entre todas las partes que conforman su sociedad para poder enfrentar juntos la crisis, despierta en mi antecesora, una nostalgia de por qué allá es tan diferente que acá.

La imagen que se construyó de Obama a lo largo de la campaña, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, hicieron posible esta similitud de sentimientos, que como mencioné no reconocen fronteras o idiomas. La esperanza y la cordura que representa Obama, son expresiones universales. Hacen valedero ese dicho popular que dice “una imagen vale más que mil palabras”. Esto sin lugar a dudas fue un éxito de quienes dirigieron la campaña demócrata. Pero debe saber Obama, que si las expectativas se rompen, son más difíciles de reconstruir que una economía en ruinas. Y que tal como dijo el Primer Ministro ruso, “De las grandes expectativas, provienen los grandes fracasos”. Pero esto no lo cuestionaré ahora, este asunto se lo dejo al tiempo y a la historia que se está escribiendo.

Mi abuela puede no saber absolutamente nada de política internacional, puede no entender de diplomacia u organismos internacionales, pero sabe como ser solidaria ante el dolor ajeno, ante el sufrimiento de una sociedad que pidió cambio y encontró la imagen del mismo, en un afroamericano que promedia los cuarenta, de padre keniata y madre norteamericana, casado con una abogada egresada de Harvard; y cuya sola imagen, jurando con una mano sobre la biblia de Lincoln y llamando al diálogo, le despierta tanta nostalgia de por qué allá es tan distinto que acá. Por estas cosas de la vida, mi abuela lloró por Obama.

Daniel Roura

Crónicas norteamericanas

Más que una asunción, fue una refundación

Por Mario Diament

MIAMI.- La trascendencia del acontecimiento no escapaba a nadie. Pero una vez decantada la emoción y el asombro de asistir a la asunción del primer presidente negro de la historia norteamericana, lo que prevaleció a lo largo del discurso inaugural de Barack Obama fue la gradual comprobación de que lo que estaba teniendo lugar sobre las escaleras del Capitolio era la refundación de Estados Unidos.

Nunca antes el discurso inaugural de un presidente desmanteló en 18 minutos y medio el edificio filosófico y político de su antecesor y lo hizo en presencia suya, con tanta elegancia y tanta elocuencia.

Uno a uno, todos los preceptos que durante ocho años sustentó George W. Bush, que le valieron a Estados Unidos un repudio casi universal, fueron revertidos y reemplazados por un concepto que el mundo esperaba escuchar de un mandatario norteamericano desde hace mucho tiempo: "El poder no nos da derecho a hacer lo que nos plazca". La frase es tan aplicable adentro como afuera. Se conjuga con esa otra decisión de rechazar "la falsa disyuntiva" entre seguridad e ideales, una definición que no sólo debe haber chirriado en los oídos de Bush y Dick Cheney, sino en los de todos los regímenes autocráticos.

Desde la economía hasta el medio ambiente, desde el rol de Estados Unidos en el mundo hasta la investigación científica, desde la guerra en Irak y Afganistán hasta la salud pública y la educación, Obama prometió hacer exactamente lo opuesto que su predecesor.

No fueron meramente palabras. Al día siguiente, su primera orden ejecutiva fue congelar el sistema legal establecido por la administración anterior para juzgar a los sospechosos de terrorismo islámico, seguida por el anuncio de la clausura de la cárcel de Guantánamo, la orden a la CIA de cerrar las cárceles clandestinas diseminadas por el mundo, la prohibición del uso de la tortura y la aplicación inmediata de la Convención de Ginebra a todos los presos en la guerra contra el terrorismo.

Otra serie de decretos congeló los salarios de los funcionarios de la Casa Blanca e impuso severas reglas éticas en la administración pública, al tiempo que promovió la transparencia sobre las acciones del gobierno.

Consciente de la urgencia que demanda la profunda crisis económica, Obama se reunió ayer con legisladores demócratas y republicanos para asegurarles que tomaría en consideración sus objeciones al paquete de estímulo elaborado por su equipo. Además, firmó la orden que revocaba la prohibición de destinar fondos federales para grupos internacionales que promueven o practican abortos, otro de los siniestros legados de la administración anterior.

También en franca disparidad con lo que fue la doctrina de Bush para Medio Oriente, que preconizaba la abstención de Washington de intervenir, se designó a dos veteranos negociadores como enviados especiales al conflicto palestino-israelí y a Afganistán y Paquistán.

En política, los gestos tiene tanta importancia como las acciones, y las primeras 72 horas que siguieron a la pompa del martes fueron una formidable combinación de símbolo y sustancia, destinada a señalar de manera indudable que el nuevo ocupante de la Casa Blanca se proponía, como él mismo lo planteó en su discurso, "comenzar nuevamente el trabajo de refundar Estados Unidos".

Desde Ottawa, una mujer llamada Sharon Griffin envió una carta al The New York Times que parecía resumir el sentimiento generalizado: "Señor editor: toda mi oficina acaba de presenciar la ceremonia inaugural, aquí en Ottawa, y había muy pocos ojos secos en la sala. Nuestras sinceras felicitaciones por la asunción de su nuevo presidente, Barack Obama. ¡Feliz retorno, queridos Estados Unidos! ¡Los habíamos echado de menos!" 

Fuente: La Nación

viernes, 16 de enero de 2009

jueves, 15 de enero de 2009

Empleadas domésticas en blanco.




Carteles de comunicación gubernamental sobre el empleo en blanco. Estas gigantografías se encuentraban en Bajada Roque Saenz Peña, bajo las vías del tren, en Córdoba. Pero ha habido carteles de estos en todos los centros turísticos del país. 
El cartel dice: 370.000 empleadas domésticas en blanco, y esta firmado por Presidencia de la Nación y la AFIP.

jueves, 8 de enero de 2009

Obama aparecerá en el próximo cómic del Hombre Araña

La semana que viene sale a la venta en los Estados Unidos el Amazing Spider-Man 583. Hasta ahí, no hay ninguna novedad fuera de lo común. Pero la nota curiosa del nuevo número del superhéroe arácnido es que aparece en la asunción del presidente electo Barack Obama, quién para muchos norteamericanos ya es un héroe nacional.

Luego de las declaraciones del propio Obama de hace unas pocas semanas, en las que reconoce ser un fan del popular trepamuros, los directivos de Marvel decidieron realizar el debut del próximo presidente norteamericano en el cómic, justo en la semana previa en la que asumirá la primera magistratura.

Los autores encargados de plasmar el encuentro entre tan importantes personalidades son Zeb Wells y Todd Knauck, quienes relataron la historia en la que Obama es salvado por el Hombre Araña de un plan maléfico del villano Camaleón, que intentará boicotear el acto.

"Si tu puedes aparecer en mi portada, yo puedo aparecer en el billete de dólar", dice el Hombre Araña en la publicación, a quien tomará posesión de la Casa Blanca el próximo 20 de enero en Washington. (Fuente: La Nación)

domingo, 4 de enero de 2009

Afiches Políticos de la Democracia

En la guerra de los afiches no se salvó nadie

Candidatos a cualquier cargo, peronistas, radicales conservadores, socialistas: todos cayeron bajo el filo del ingenio y el veneno publicitario.

Alberto Amato

Apareció como un grito rectangular, azul y blanco, cuando todavía la última dictadura tiraba a la nada sus manotazos de autoamnistía. El afiche decía "Somos la rabia". Lo firmaba la Juventud Peronista. Tres días después, otro afiche, del mismo tamaño, firmado por la Juventud Radical, proclamaba en rojo y blanco "Somos la vida". Quién sabe cuánto de su triunfo electoral del 30 de octubre de 1983 le debe Raúl Alfonsín a aquel duelo de pegatinas que repartían razón por partes iguales.

Los afiches, el engrudo y las paredes están ligados a la política argentina desde siempre. Pero nunca como en estos últimos veinticinco años la "campaña sucia" tuvo tan altas muestras de ese ingenio para el mal que es, casi, un elemento más en nuestra cultura.

Una foto de Alfonsín tomada de espaldas, que lo mostraba parado sobre un cajón vacío de botellas de Coca Cola en un acto partidario, sirvió para desatar una campaña feroz, a 90 días de su elección, en la que se lo vinculaba con el imperialismo norteamericano. Apenas asumió, unos carteles que inundaron Buenos Aires pedían "Patria querida, dáme un presidente como Alan García". ¿Cuál era el sentido de esa pegatina que mencionaba al entonces presidente de Perú? Su creador, el publicista Osvaldo Agosto, un peronista que fue jefe de prensa de José Rucci, recuerda hoy: "Alfonsín se presentaba como una alternativa de la socialdemocracia. Y quisimos recordarle que Alan García era también un heredero de Haya de la Torre."

La comparación no era para favorecer a Alfonsín, era para joderlo, como diría el gran Tato Bores. La publicidad tiene esos mecanismos que comparan para no favorecer. Existe una publicidad blanca, otra gris y otra negra. Y cada color revela sus intenciones. Rubén Morales, especializado en publicidad política y docente de la Universidad de El Salvador, explica.

-La campaña "blanca" no tiene secretos: es a favor del candidato, lo ensalza, lo elogia. La "gris", en cambio, es la que se hace en contra de alguien, sin firma o con una firma apócrifa. Pero la negra es la propaganda hecha ya no en contra, sino para hacerle un mal determinado al candidato, donde la fuente es indistinguible o se puede confundir con una fuente confiable.

Un ejemplo de propaganda gris. Ya en los primeros meses del gobierno de Alfonsín circuló un afiche con cincuenta supuestos hechos desgraciados ocurridos desde su llegada al poder. Se titulaba: "Ahora, la mufa", en remedo de aquel "Ahora, Alfonsín", y lo firmaba la Unidad Básica Facundo Quiroga de la Circunscripción 17 que, dicen los responsables de aquel afiche, jamás existió.

Lo bueno de hablar de campaña negra es que nadie da la cara. Muchos publicitarios de nombre ganado a fuerza de épicas campañas blancas, no resisten la tentación de jugar sucio.

Hay trampas de otro tipo. En el 87, con Cafiero candidato a Gobernador de Buenos Aires, un afiche en azul y blanco rezaba: "Argentina te quiero, por eso voto a Cafiero". Campaña blanca, pura. Pero... El eslógan "Argentina te quiero" era el inicio de una campaña publicitaria que Francisco Manrique dirigía desde la secretaría de Turismo del alfonsinismo. La idea era completar la primera tanda de afiches que sólo decían "Argentina te quiero", con otros con la leyenda "Por eso visito Bariloche, o Salta, o Puerto Madryn". Los muchachos peronistas, Agosto entre ellos, se enteraron y le mejicanearon la idea, la campaña y el eslógan a la "competencia" política. Ganó Cafiero y además, le dieron un disgusto a Manrique, a quien los peronistas detestaban con fervor por su pasado en la "Libertadora".

El menemismo triunfante tras la debacle radical de 1989, hiperinflación y saqueos mediante, no se salvó de los afiches sucios. Usó los grises en respuesta a "La silla vacía de Menem", con los que el candidato radical Eduardo Angeloz le reprochó no haber ido a un debate por televisión. El menemismo contestó con un "Las sillas vacías de Angeloz", en el que hablaban de la soledad política de la UCR

Pero en mayo de 1990, con Menem en su primer año de gobierno y los primeros escándalos de corrupción que salían a la luz, la ciudad amaneció empapelada con un cartel titulado "Lealtad al Presidente, pero no a los delincuentes", que aludían a tres ministros y al hermano del Presidente. Citaban a "Eduardo 'Pan de Azúcar' Menem, a "Eduardo 'Guardapolvos' Bauza, a Roberto 'Cometa' Dromi" y a "Chupete 'Petroquímica' Manzano". Se les adjudicaba una cuenta en el banco uruguayo Pan de Azúcar (a Eduardo Menem) y supuestos actos de corrupción al resto. La justicia determinó que los afiches habían sido impresos en uno de los talleres del hoy secretario de medios, Enrique Albistur, un especialista en ese tipo de propaganda callejera. Y en la confección, que le fue endilgada al secretario de Turismo Omar Fassi Lavalle, parece haber participado de algún modo la entonces esposa del presidente, Zulema Yoma. Poco tiempo después, la pareja se divorció. Para hablar de esto y de otras historias de la picaresca publicitaria política del país, Clarín intentó, en vano, dialogar con el señor Albistur.

En 1995 la reelección de Menem fue turbada por un afiche con la leyenda "Chau Menem, Hola Chacho" con el que se pretendía dar el adiós anticipado al Presidente a manos del binomio José Octavio Bordón, Carlos "Chacho" Alvarez. El resultado electoral hizo que el menemismo, sin firma, empapelara las paredes con un "Chau Bordón. Candidato Virgen".

A "Chacho" Alvarez no le fue mejor cuando renunció como vicepresidente del gobierno de la Alianza. "Jódanse. Yo me voy de vacaciones", decía uno de los centenares de afiches que aparecieron en la ciudad junto a otro "Chacho, ahora ¿con Meijide qué hacemos?", firmados todos por una inexistente "CPC - Coordinadora Popular contra la Corrupción". Alvarez renunció después de haber denunciado corrupción en el gobierno de la Alianza.

Después del corralito de Cavallo, de la huida de De la Rúa en helicóptero; después de los ahorros confiscados y del efímero "quesevayantodismo", algunos partidos hicieron campaña, blanquísima, que destacaba como virtud de sus dirigentes, la decencia.

En 2002, Menem, que sabía que su nombre y su imagen le caían a la gente como la munición al pato, hizo pegar dos globitos como de historieta, hechos afiche. "¿Con quién no habría vacilaciones en el tema seguridad?" Y la respuesta era: "Vos sabés." Después, era el segundo semestre del 2002, el globito era uno solo y decía: "Con Menem estábamos mejor", frase de felicidad al menos dudosa.

Entre enero y marzo de 2003, previos a las elecciones de abril que llevarían a Néstor Kirchner al gobierno, Menem fue blanco de infinitas campañas negras. "Síganme que los vuelvo a defraudar", decía un afiche en el que se veía al ex presidente con un palo de golf. Un intento de respuesta que intentaba rescatar al ex presidente y a la convertibilidad, y se titulaba "1 A 1" ("Equipamos la casa", "Teníamos crédito", "Entramos a Internet", seguía) mereció una réplica fulminante. Un ignoto "Nuevo Encuentro Sindical Argentino" hizo mismo afiche y la misma leyenda "1 A 1", pero debajo se leía: "Nos fuimos quedando sin trabajo", "Se fueron yendo nuestros hijos", "Ya somos 20 millones de pobres".

Cuando Kirchner con el apoyo de Eduardo Duhalde (¿se acuerdan que Duhalde apoyaba a Kirchner?) se convirtió en un candidato firme contra Menem, unos afiches lo mostraron sentado en las rodillas de un sonriente Duhalde. Debajo, la leyenda: "Chirolita".

El mensaje, nada críptico, que encerraba el cartelón, hizo que Kirchner, con el país como palote de la letra mayúscula K saliera a responder con: "Argentina, un país en serio". En 1989 Angeloz había usado el eslógan "Angeloz, un presidente en serio". Lo que demuestra o bien reiteración de ideas o una escandalosa falta de seriedad política por estos lares.

Ricardo López Murphy intentó con Recrear acercarse a la Rosada. "Ley de López Murphy N° 1 - Si vas a votar igual, todo va a ser peor". Buena idea. La destrozaron dos afiches: "Ley de López Morfi n° 17. Si como ministro de Economía duró 15 días, ¿sabés cuánto va a durar como presidente?" Y el otro, que mostraba el apoyo de un sonriente De la Rúa: "Yo voto a López Murphy y desde ya pongo mi helicóptero a su disposición". Puestos a hacer el bien, a estos muchachos es imposible detenerlos.

La picaresca se tiñó de rojo con Kirchner ya Presidente, después de que Menem renunciara a una segunda vuelta electoral. En cada afiche donde aparecía la palabra "Menem", se pegó un "Fuiste", que lo sintetizaba casi todo.

El último "bendecido" por una campaña sucia fue el vicepresidente Julio Cobos. Después de su voto "no positivo" a las retenciones móviles, los cartelones más benévolos proclamaban "Más solo que Cobos en el Día del Amigo"

Bondad por bondad, el siniestro affaire de la efedrina y el asesinato de Sebastián Forza, un empresario que aportó a la campaña de Cristina fernández, hizo que en algunas paredes se pegaran afiches que decían "Forza Cristina".

Para Dante Gullo, hoy diputado nacional por el PJ y alguna vez vinculado a publicidad callejera, "El afiche cumple un rol muy importante en la publicidad política, sobre todo en América Latina y en los partidos nacionales, populares y revolucionarios".

Pero ¿de dónde sale tanto ingenio y tanta mala uva? Los expertos dicen que, en algunos casos, también sale de la benemérita SIDE, siempre dispuesta a hacer favores y negocios.

Pero en el adverbio de modo que usan los que saben, en ese "también", queda implícito que la chispa, la sal, la pimienta y el veneno, sobre todo el veneno, sale de la bocha de publicitarios ilustres, gozosos de echarse de vez en vez una cana al engrudo.

Este recuento que, como todos, se quedó muy corto es el anticipo de lo que vendrá en el año electoral que recién empieza.

Atentos a las paredes. Gritan.

 

Las campañas sucias en la prehistoria

No se nombra, no se dice. Es sólo una pera grande. Un Perón. Está plantado sobre una esvástica. Es de los afiches "ingenuos", pero maliciosos de la segunda mitad de los años 40, cuando el ascenso del coronel se hacía imparable. Paga tributo a las simpatías por el nazismo del GOU, el grupo que lo llevó al poder.

 

Picardías, ingenio y veneno para perjudicar al adversario

Trampa. En 1987 "Argentina te quiero" era un eslógan turístico del gobierno radical. Fue robado y adaptado para Cafiero por el PJ.

1 a 1. La campaña original elogiaba la convertibilidad de Menem. "1 a 1 teníamos crédito", decía entre otras cosas. Al lado de esos afiches originales se pegaron estos otros, iguales en todo, salvo en la leyenda inferior. El Nuevo Encuentro Sindical Argentino" jamás existió.

Duelo. En 1989 Menem se negó a debatir con Angeloz en la televisión. La UCR lo acusó: "No se esconda". La respuesta llegó enseguida. Las sillas vacías de Angeloz simbolizan, dice el afiche, la soledad de los radicales en el gobierno "del cual Angeloz forma parte".

Fuente: Clarin.