martes, 1 de septiembre de 2009

El "centro" chileno puede ganar las próximas elecciones


En un país como Chile, bien coherente, con un modelo económico exitoso y un rumbo firme, no es extraño que su Presidente,Michelle Bachelet, goce de un alto nivel de aceptación popular. Su gestión, que está camino a culminar, merece la aprobación del 77,5% de los chilenos.


N
o obstante, la sociedad advierte que existe una suerte de principio de "anemia" en su curso y, por ello, pareciera dispuesta a activar la alternancia política, lo que no es sino una muestra más de su notoria madurez democrática. Esto supone que el centro (creador genuino del "modelo chileno") puede bien regresar al poder a través de las urnas, el próximo diciembre.

Este posible "cambio de guardia" (no cambio de "rumbo") en Chile podría, de pronto, estar acompañado en la región de otros de signo político parecido, en Argentina (cuyo electorado acaba de infringir al populismo desbordado de los Kirchner una estrepitosa derrota);Uruguay, donde el Partido Nacional, esto es los "blancos", de pronto pueden recuperar el poder; y en el mismo Brasil, cuando se acerca raudamente el fin de la "era" del Presidente "Lula", que carece visiblemente de "delfines" de su notable estatura política. Esto ha provocado ya señales de preocupación en personajes como Evo Morales, de perfiles totalitarios, para los que nada que no sea la izquierda es confiable.
Según la encuesta PISOS, Sebastián Piñera, el presidenciable de la Coalición por el Cambio, tiene hoy un sólido 35,6% de respaldo. Guarismo que posee, por otra parte, desde hace rato ya.

Del otro lado de la vereda, el oficialismo -o sea la "Conc

ertación"(que está estructurada fundamentalmente sobre la Democracia Cristiana y el Socialismo)- muestra un flaco 22,9% de intención de voto. La popularidad del aburrido Eduardo Frei pareciera estar en una suerte de "caída libre".
Ocurre que, en paralelo, un candidato nuevo e "independiente",Marco Enríquez Ominami -socialista en temas sociales y más bien de corte capitalista a la hora de los planteos económicos- muestra un 20,6% de apoyo. Esto es todo un terremoto político. Un joven carismático, con antecedentes familiares políticos de distintos colores, con un discurso político "moderno", amenaza con hundir las posibilidades de que la Coalición pueda mantenerse en el timón de Chile.Las sorpresas no terminan en esto. Si fuera necesaria una "segunda vuelta", prevista para el 17 de enero próximo, hoy Sebastián Piñera derrotaría tanto a Frei, como aEnríquez Ominami. A los dos, entonces. Fácilmente aEduardo Frei, por un 45,5% contra un 38,1%. A Enríquez Ominami, en cambio, por un margen bastante más estrecho; esto es por un 43,6% contra un 40,3%.
Piñera promete hacer crecer a Chile al 6% anual; crear un millón de nuevos empleos; incentivar la inversión; promover la tecnología de punta y hacerla accesible a todos los chilenos, de manera queChile se acerque a los líderes en la sociedad del conocimiento; simplificar la burocracia; mejorar la calidad de la educación; y fortalecer a la familia. Además, erradicar la indigencia para el 2014 y construir un país con una mayor seguridad personal.
Frei propone adoptar un nuevo Código de Trabajo; repensar la alternativa de la energía nuclear; buscar más exportaciones, especialmente en el capítulo de los servicios; cuidar mejor el medio ambiente; promover un acento más fuerte en la educación estatal; y mantener el rumbo económico social que es y ha sido común.
Enríquez Ominami, por su parte, propone dar más poder a las regiones; una reforma política integral, con poder para los pueblos originarios; revisar el Estatuto del Docente, calificando a los educadores; simplificar y federalizar la estructura tributaria deChile, con un impuesto a la renta más reducido, bajando el "techo" máximo de la tributación a la renta para las personas al 30% y los demás tramos al 25%, así como la tributación a la renta de las sociedades comerciales al 30%; aumentar el seguro contra el desempleo; e incentivar la mejora en las oportunidades de capacitación laboral, para todos.
Chile -líder claro en el desarrollo regional y único país latinoamericano que hoy reduce la pobreza sistemática y genuinamente- se apresta ahora a dar un paso enorme. El que supone apostar ahora -en orden y sin alterar fundamentalmente un "modelo" común- a la alternancia política, haciendo así suyo un ideal democrático central que, no obstante, para otros (particularmente para los llamados "bolivarianos") es tan sólo una barrera a derribar en su inagotable deseo autoritario, que los lleva a pretender eternizarse en el poder, como surge evidente de cada una de sus experiencias.
La situación apuntada presenta para Michelle Bachelet un desafío. Si aspira a regresar alguna vez al poder no puede apoyar demasiado intensamente a quien está a punto de salir tercero. Para ella hacerlo puede significar una hipoteca política a futuro.

Fuente: El diario exterior.com

Emilio Cárdenas, Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

Cristina Kirchner, muy cerca del piso

La Presidenta de la Nación se encuentra muy cerca de su piso histórico. Con todo, está mejor que su esposo y antecesor en el cargo, quien sí perforó su piso.

Al menos así lo indica el último sondeo de opinión pública de Poliarquía Consultores, correspondiente a agosto, efectuado entre 1000 ciudadanos encuestados telefónicamente en cuarenta ciudades de más de 10.000 habitantes de todo el país.

Cristina Kirchner exhibe una imagen positiva del 23 por ciento y una imagen negativa del 50. Su percepción favorable cayó tres puntos respecto de julio, en tanto que la desfavorable se incrementó en tres.

Un análisis de los registros de imagen de la presidenta desde que asumió el Poder Ejecutivo, en diciembre de 2007, hasta la actualidad, da cuenta de que nunca había tenido una imagen negativa tan elevada. En cuanto a su exigua imagen positiva, sólo fue más baja en junio del año pasado, en pleno conflicto con el campo, cuando apenas llegó a tener el 20 por ciento de adhesiones.

Lejos de ser un consuelo para la Presidenta, hay un dato más llamativo de la encuesta mencionada. Es que la imagen de Néstor Kirchner sí está por el piso. De acuerdo con la citada consultora, la percepción positiva del ex jefe del Estado es la más baja de todo el período kirchnerista: 21 por ciento. Su imagen negativa supera a la de su esposa y se ubica en el 55 por ciento.

Un ejercicio comparativo da una idea más cabal de lo significativo de la caída de los Kirchner. Cuando asumió la Presidencia de la Nación, Cristina Kirchner tenía el 56 por ciento de imagen positiva y apenas el 12 por ciento de opiniones negativas. Hoy su percepción favorable ha descendido a menos de la mitad, en tanto que su valoración negativa se multiplicó por algo más de cuatro.

La caída de Néstor Kirchner desde que le cedió el bastón de mando a su mujer es más franca aún. Tenía en aquel entonces el 65 por ciento de imagen positiva, el triple que en la actualidad, y sólo el 12 por ciento de valoraciones negativas.

Agosto no sólo termina con una fuerte disminución en la imagen de los Kirchner. También muestra, según el relevamiento comentado, un aumento de la inseguridad como preocupación ciudadana, ya que de ser mencionada por el 17 por ciento de la población en julio pasó a ser citada por el 27 por ciento al mes siguiente.

Al mismo tiempo, el Indice de Confianza en el Gobierno (ICG), que mide la Universidad Torcuato Di Tella, cayó a su valor histórico más bajo, ubicándose en 1,11 puntos sobre un máximo de 5, lo cual representa una caída del 10 por ciento en los últimos treinta días. Finalmente, el Indice de Confianza del Consumidor disminuyó en agosto el 3,9 por ciento respecto de julio.

Pese a esta tendencia declinante en la opinión pública sobre quiénes nos gobiernan, el Poder Ejecutivo no se aparta de la lógica del enfrentamiento, ya que en agosto agudizó el prolongado conflicto con el campo, vetando el artículo de la ley de emergencia agropecuaria que disponía rebajas en las retenciones en aquellas zonas bonaerenses afectadas por la sequía, al tiempo que sumó más adversarios al tratar de imponer el tratamiento de la ley de radiodifusión antes de que se concrete la renovación legislativa del 10 de diciembre.

Fuente: La Nación