martes, 25 de agosto de 2009

Más allá del enojo con los Kirchner, es llamativa la confusión en la opinión pública

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Revista Imagen). Un conjunto de datos negativos sobre la imagen de gestión del Gobierno, con un crecimiento de la pobreza que, de acuerdo a la Iglesia Católica ”adquiere niveles de escándalo”, a lo que se suma la crisis no resuelta con el campo, augurios poco optimistas sobre su futuro, y altos índices de inseguridad y desempleo, resultan la contracara de un espejo en el cual el matrimonio gobernante, a menos de 2 meses de su derrota electoral en las legislativas, se exhibe ejerciendo el poder como si el resultado de los comicios del 28/06 fuera apenas un hecho anecdótico. Por ello resultan tan ilustrativos los guarismos que arrojó una encuesta elaborada por un equipo que conduce Raúl Aragón, de la Universidad Interamericana (UAI), que revelaron una brusca caída en la imagen de gestión del Gobierno, en poco más de 1 año y medio, tal como ocurrió con el ex presidente Fernando de la Rúa, aunque en contextos económicos y políticos extremadamente distintos..

A la pregunta '¿Cómo juzga la gestión de gobierno de la presidente Cristina Kirchner?', respondieron,

> En todo el país,

Muy Bien, 2,8%;

Bien, 12,3%;

Regular, 44,2%;

Mal, 18,9%;

Muy Mal, 17,7%;

No sabe/No contesta, 4,1%;

> En la Capital Federal,

Muy Bien1,8%;

Bien, 9,7%;

Regular, 46,8%;

Mal, 20,8%;

Muy Mal, 16,2%;

No sabe/No contesta, 4,5%; y

> En el Gran Buenos Aires,

Muy Bien, 3,5%;

Bien, 14,5%;

Regular, 42%;

Mal, 17,3%;

Muy Mal, 18,9%;

No sabe/No contesta, 3,8%.

Sin embargo, desde el llamado al 'diálogo' -que, a esta altura, casi toda la oposición califica como una escenificación para retomar la agenda política-, el matrimonio gobernante parece estar cumpliendo a rajatabla aquel anticipo de Néstor Kirchner cuando, en la madrugada del 29/06, luego de admitir a regañadientes el triunfo de Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires, anticipó que se iba a profundizar el modelo.

La cuestión de la concurrencia o no al 'diálogo' de parte de las fuerzas opositoras, además de generar un violento temporal entre los integrantes de la Coalición Cívica, de acuerdo al estudio de la UAI, también dejó mal parada a Elisa Carrió, a pesar de que la dirigente opositora acertó con su pronóstico cuando sospechó de la repentina hospitalidad del oficialismo derrotado en las urnas y dijo que no iría porque era “una farsa”. Al respecto, en dicho relevamiento de opiniones, 50% de los entrevistados respondió no estar al tanto de lo que dijo Carrió acerca de la convocatoria oficial al diálogo y, en la otra mitad, superó el 40% de respuestas el apoyo a la líder de la CC.

Al responder a la pregunta '¿Cree Ud. que la convocatoria al diálogo que hizo la Presidenta es una apertura a un diálogo serio y sincero de su parte?',

43,2% dijo que No;

16,4% respondió Sí;

11,7% contestó Relativamente, y

28,7% quedó agrupado en No Sabe/No Contesta.

Sin embargo el apoyo a la posición de Carrió evidencia una cierta incoherencia entre las apreciaciones de los entrevistados ya que sólo el 25,1% dijo que “Carrió tiene razón”, mientras que 67,3% se inclinó por responder “Siempre se debe aceptar la invitación al diálogo”.

En este mar de confusiones entre imagen del Gobierno y gestión, surgido del escenario poselectoral, Revista Imagen consultó a dos expertos en marketing político:

> Carlos Fara, de Carlos Fara y Asociados, con una vasta experiencia en consultoría y encuestas de opinión dentro y fuera del país; y

> Rodrigo Lugones, socio de la consultora Durán Barba y Asociados, responsables de la más reciente campaña electoral de Unión-PRO y asesores permanentes del marketing de gestión de Mauricio Macri.

Acerca de la imagen de gestión del Gobierno que, en la encuesta de Aragón sólo alcanza 15% de calificaciones positivas, Lugones prefiere trazar una diferenciación entre los números y la interpretación del interesado: “Un estudio de opinión pública es como un hemograma: los números son objetivos, pero cada médico tendrá una lectura personal de ellos, basada en estudios, años de práctica y experiencia, generando diagnósticos diversos. Es probable que en el Ejecutivo lean la caída de imagen de la Presidenta y su gestión y, su diagnostico sea distinto al que hace el resto de la sociedad; llevándolos a profundizar su forma de gestión, y cómo tratar a los distintos actores sociales”.

Fara, por su parte, planteó: “Una cosa es el poder político efectivo, institucional, y otra es lo que piensa la gente del gobierno. Lo 2do. influye sobre lo 1ro., sin duda, porque cuando el barco se hunde, hay más tendencia a saltar”.

La realidad hasta hoy señala que hubo errores de pronóstico y hasta un exagerado optimismo en sectores de la oposición, aventurando un cambio significativo en el discurso y en la acción de gobierno.

Sin embargo, el escenario poslectoral está lejos del que imaginaron.

Lugones lo sintetiza en la distancia que hay cuando el Ejecutivo tiene por delante casi 30 meses de gestión: “Si seguimos los estudios de opinión publica, el Gobierno no mejoró su relación con la gente. La ciudadanía sigue teniendo una mala percepción de ellos y su gestión. Han ganado tiempo, pero no faltan dos minutos para que termine el partido.Falta todo el 2do. tiempo…”.

Para Carlos Fara, la clave surge del panorama que ofrecen las opciones alternativas, que “no está claro, ni lo estará por mucho tiempo”.

Por eso, él afirma, el Gobierno juega sus propias cartas y “le resulta más sencillo seguir disciplinando a su tropa. Creo –destaca- que pocos están convencidos del proyecto, perotratarán de seguir sacándole jugo mientras los K manejen la lapicera”.

El realineamiento político en torno al kirchnerismo parece garantizado, a pesar de los sofocones que amenazaron su estrategia de supervivencia tras la derrota electoral, como fue la fuerte resistencia social al tarifazo energético y su vuelta atrás sin más trámite.

Según todos los indicios, el éxito del gobierno reagrupando fidelidades que parecían irrecuperables para prorrogar una vez más los cuestionados superpoderes, nuevamente surgió del poder de la caja.

Por eso Fara señala que la clave sigue siendo “quién tiene la firma para distribuir los fondos y generar así numerosas sorpresas que no estaban en los cálculos de muchos analistas después del 28/06”.

Lugones: “Tal como están evolucionando los eventos en la Argentina, hablar a un mes ya es casi largo plazo y, a un año, es de ciencia ficción. Si hablamos de lo que uno desearía, seguramente que la pareja gobernante cambie el análisis que hace del resultado electoral -70% eligió no acompañarlos-, y que abra su circulo de discusión y escuche, para evitar uno de los mayores facilitadores de las grandes crisis: el pensamiento de grupo”.

Fara, por su parte vislumbra que el éxito legislativo de los Kirchner, uno de cuyos mayores afectados nuevamente será el sector agropecuario, ésta vez tendría plazo fijo: “La oposición podría voltearlos a partir de marzo de 2010, con la nueva composición de las cámaras y cuando se inician las sesiones ordinarias. Es cierto que por estos días habrá una victoria del Gobierno, pero no cambia la esencia de la cuestión: el cansancio popular".

Otro encuesta significativa que realizó la UAI fue el 10/07, con un universo de 1.038 personas en todo el país, para consultarlos sobre quien sería el próximo Presidente. Procesados los datos subieron al podio con 19,9% cada uno Julio Cobos yMauricio Macri.

Lejos de ellos, con 7,2% se mencionó a Carlos Reutemann, y más atrás aún, fueron mencionados Néstor Kirchner con 3,8% de las respuestas y su esposa Cristina con 2,7%, detrás de De Narváez, que alcanzó el 3,3% de los pronósticos.

Cabe señalar que sumaron 37,2% las respuestas que se abstuvieron con el consabido no sabe, no contesta.

A la hora de analizar el horizonte inmediato, Carlos Fara: “En materia política, el escenario le dará la razón a los que dicen que hay que esperar a diciembre para hacer las movidas importantes, y no gastar capital político ahora, cuando el gobierno sigue teniendo mayoría, solo para mostrar que se está activo. Me parece que la oposición pensará dos veces antes de plantear otros debates que tenía en agenda para el corto plazo”. El desafío de los próximos meses en la transición hacia el nuevo Parlamento permitirá comprobar si, tal como dicen desde las filas oficiales, a pesar de la caída en la imagen del Gobierno: “el poder sigue intacto” o, como auguran en la oposición, “la falta de fondos, sobre todo en las provincias, obligará al kirchnerismo a barajar y dar de nuevo”.

Fuente: Urgente 24