lunes, 7 de diciembre de 2009

Frei: “Chile necesita un Presidente, no un gerente”

En entrevista con La Nación Domingo, el candidato de la Concertación asegura que será un puente entre las viejas y las nuevas generaciones en su futuro gobierno. Destaca sus propuestas para la clase media y el anuncio que hizo la Presidenta Bachelet del ingreso de Chile a la OCDE, la organización que reúne a los países desarrollados. También resume los logros de la Concertación en 20 años, que él desea proyectar más allá del bicentenario.

Viene llegando del puerto de Valparaíso donde estuvo con los sindicatos y trabajadores del sector y partirá en pocos minutos a un acto masivo al lado de la Quinta Vergara en Viña del Mar. El candidato presidencial de los partidos de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se ve relajado y cómodo en su calidad de entrevistado, a pesar de llevar más de un año en campaña.

Él es uno de los dos candidatos que respondieron positivamente a la carta de La Nación, solicitando una entrevista que permita a los electores tomar una mejor decisión. La de Jorge Arrate ya se publicó. Tanto Marco Enríquez-Ominami como Sebastián Piñera se negaron a responder nuestras preguntas.

A una semana de las elecciones, ya es posible efectuar un recuento de la campaña y pensar en lo que viene después del 13 de diciembre, porque él está seguro que pasará a segunda vuelta. Adelanta que quiere sumar a todas las fuerzas progresistas, aunque prefiere esperar hasta la noche de ese día para explicar el cómo.

Junto con hacer una encendida defensa del legado de la Concertación y del por qué se requieren cuatro años más para consolidar su obra, ataca duramente a Piñera y su “chiste” de invitar a destacados demócratacristianos a su gobierno. Revela también cuáles serán las características del equipo que formará para dirigir al país desde el bicentenario.

-Evaluemos la campaña. ¿Sigue pensando que es farandulizarla hablar sobre los méritos de sus competidores?

-Lo que yo dije es que cada programa tiene su objetivo. Si a mí me invitan a un debate a las diez de la noche para hablar sobre los programas de gobierno, hablemos de eso y no empecemos con que la envidia y que esto que el otro. He ido al programa de Kike Morandé, he ido a los programas de la mañana, he hecho huevos revueltos. No voy a estar allí dictando cátedra. Pero tampoco quiero que si me invitan a debatir, me pregunten si soy o no soy envidioso. Mejor, invítenme a bailar o hagamos un malón.

-El 4 que le puso a Salvador Allende, que le dolió incluso a algunos que apoyan su campaña, ¿lo mantiene?

-Hace mucho rato que lo he dicho. Uno de los grandes déficits que tuvo este país en los años sesenta y setenta es que las fuerzas progresistas no fueron capaces de comprenderse y, si perdimos la democracia, es porque tuvimos mucha responsabilidad. Yo en esa época estaba comenzando mi carrera profesional. Me recibí en 1968 y fui a trabajar a Europa. No era activo en la política, pero sí mi padre. Pero, evidentemente, uno de los grandes problemas que tuvimos es que no fuimos capaces de entendernos y uno de los grandes éxitos de la Concertación es que nos entendimos. La evaluación que hice se fundamenta justamente en el hecho de que estábamos divididos. Hoy, hemos logrado entendernos, superamos esos traumas y por eso Chile está donde está.

-Las rencillas en su comando, que quedaron en evidencia con la entrevista que dio Sebastián Bowen a “Qué Pasa”, ha sido otro de sus problemas.

-Yo lo he dicho claramente: el protagonista es el candidato. Los comentarios a favor o en contra de otras personas no son importantes. Todos tenemos que dedicarnos a trabajar y a estar en terreno. Ahora, lo que a mí me parece más curioso es que hasta hace dos días, el único comando que tenía problemas era el nuestro. Los otros eran vírgenes necias. No pasaba nada, mientras se destruían la propaganda, se agarraban a balazos en las calles, iban a tribunales. Las dos veces que el candidato de derecha fue a Concepción se agarraron a puñetes sus partidarios y eso no aparecía en ninguna parte. Vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Lo que es verdaderamente escandaloso, y lo he visto aquí al llegar a Viña, es el gasto en las campañas de la derecha. Aquí se están comprando los cargos, se está comprando la Presidencia. Se gasta por sobre lo que permite la ley y nadie dice nada.

-Si pasa a segunda vuelta, como indican las encuestas, el día 13 en la noche ¿va a llamar a formar una nueva coalición o va a pedir que los otros candidatos se sumen a la Concertación?

-Lo primero es terminar bien la campaña. A partir del día 14 nos desplegaremos con todas nuestras energías para sumar a todas las fuerzas progresistas. ¿En qué forma?, ¿cómo lo vamos a hacer? Todos los ciudadanos lo van a saber el día 13 en la noche. Todos sabemos, y lo ha dicho muy bien Arrate, que sería muy negativo para este país que la derecha llegara al gobierno.

-Lo ha criticado Arrate por no responder a la propuesta del acuerdo mínimo antes de la primera vuelta. Dice que está como un moai, silencioso.

-Yo pienso que Arrate es una persona que trabajó mucho en mi gobierno. Una persona muy capaz. Yo sé que ha hecho esa propuesta, que fue desechada por todo el mundo en su momento. Es parte de lo que tenemos que discutir en segunda vuelta.

-Pensando en ese momento, ¿qué tan distinta es su opción a la de Piñera, que es de familia democratacristiana y que incluso alguna vez quiso ser gerente de la DC?

-Con la pregunta usted me lo ha dicho todo. Es que Chile no necesita un gerente, necesita un Presidente. Él nunca ha separado la política de los negocios. Como lo ha dicho la derecha, activo en los negocios y activo en la política. Y eso no es bueno para Chile. Por lo tanto tenemos diferencias que son muy importantes.

-Llevamos 20 años de Concertación, ¿por qué la gente tendría que elegir más de lo mismo?

-Hace tres días la Presidenta Bachelet comunicó al país desde Portugal que Chile ingresaba a la OCDE. Es decir, estamos entre los países más importantes del mundo. Hoy día conversaba con unos periodistas argentinos en Valparaíso y les decía: tenemos el ingreso per cápita más alto de América Latina, somos líderes en la región del Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, todo ello impensable el noventa, cuando teníamos un 45 por ciento de pobreza. Eso se ha logrado gracias a la Concertación. Se ha debido también a los millones de personas que trabajan en el país con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio. Eso no hay que perderlo. En ese cuadro, qué le decimos al país: vote por una coalición que le ha dado todo esto a Chile y no vote por una derecha que es volver al pasado, porque son los mismos que gobernaron durante 17 años de dictadura. Y no es una descalificación personal. Cuando se vota una reforma laboral, dicen que no, y cuando se vota la píldora del día después, la rechazan.

-Pero también hay quienes sostienen que se cumplió un ciclo, que la Concertación lo hizo bien, pero ya cumplió con lo suyo y que se necesita una superación de lo que ha sido esta coalición.

-Para gobernar se requieren equipos. Un Presidente no gobierna solo. Necesita parlamentarios, alcaldes y concejales, bases sociales. Aquí no existen los súper hombres. Lo que se requiere es un gran equipo humano. Por eso he dicho que un nuevo equipo, una nueva generación se hace cargo. Por eso he dicho que yo soy el puente entre las viejas y las nuevas generaciones. La experiencia de los antiguos, el dinamismo y la fuerza de la juventud. He llegado ha decir que voy a tener un equipo nuevo, de mujeres, bajo los 45 años, como una señal potente de que Chile tiene que cambiar.

-Es cierto que estamos en las ligas mayores, en la OCDE, casi como un país desarrollado. Pero, ¿por qué deberíamos seguir hacia delante después del bicentenario, con más Concertación?

-Efectivamente, hay mucha gente desencantada, especialmente en la clase media. Es la familia de clase media, la que perdió la pega debido a la crisis, los que dicen “por fin estaba comprándome mi casa, por fin estaba siguiendo estudios superiores, tenía mi autito”. Tuvieron por primera vez en la historia de Chile una oportunidad que nunca tuvieron y sienten que nosotros no tenemos la capacidad para asegurarles eso. Por eso nuestro programa plantea un mundo de protección social hacia la clase media, seguros para la clase media, más educación, más entrega de computadores a los niños. Nosotros lo podemos hacer, porque proponemos más Estado. La derecha no lo va a hacer, ellos van a achicar el Estado.

-¿Qué es lo que le falta por hacer a la Concertación para consolidar esta obra de 20 años que usted señala?

-La primera labor es la educación y la cultura. Vamos a incrementar el presupuesto en educación en 1.500 millones de dólares más. Eso incluye nuevo estatuto docente, nuevas asignaciones para los profesores, participación de los centros de padres. Vamos a fortalecer la educación pública. En segundo término, está el tema de los abusos, la gente hoy día se siente abusada por la letra chica de los contratos. La gente no es respetada, muchas veces no es respetada por el sector público y el privado. Cuando a una pyme no le pagan por 60 ó 90 días, eso es un abuso, y para que no se produzca tenemos que modernizar el Estado. Están las tareas pendientes como la reforma laboral, la ampliación del Plan AUGE. Y lo otro es que tenemos que dignificar la política. Desde los tiempos de Pinochet venimos con esto del desprestigio de la política. Hoy día, estar en un cargo público es sinónimo de ladrón o abusador, y eso está destruyendo la política. Tenemos que hacer cambios que signifiquen abrir el sistema político para la participación de los ciudadanos: elecciones primarias para elegir candidatos en los partidos, implementar la inscripción automática y el voto voluntario. Nosotros hemos hecho el acuerdo con el Juntos Podemos, que yo lo planteé desde el primer día, porque no puede ser que tengamos a un 10 a 15 por ciento de los ciudadanos sin representación parlamentaria.

-¿Y usted va a integrar a su gabinete a gente que apoya a otros candidatos presidenciales como propuso Piñera, que nombró a varios probables ministros de la Concertación para su futuro equipo?

-Son voladores de luces de campaña. Mire, Piñera nombró entre sus elegidos a René Cortázar, cuando hace sólo tres años estaban preparando una acusación constitucional en contra de él. Esto parece un chiste.

-Pero usted, ¿va a integrar a su gobierno a personas que hayan apoyado otras candidaturas?

-Lógico. A nadie le voy a pedir su carné de partido para que se integre a mi gobierno. Ahora, que eso significa que integre gente de derecha, no, porque hay que compartir el programa. Pero habrá independientes. Muchos profesionales jóvenes, los Océanos Azules. Allí hay mucha gente de centro centro que quiere participar. Como Jaime Ruiz-Tagle. Lo que está claro es que viene una nueva generación. Cosa que yo ya hice en mi gobierno, en el que integré a muchos jóvenes, de menos de 45 años.

-La derecha ha tratado de instalar, con relativo éxito, que el suyo fue un mal gobierno, porque entregó el país con una recesión y se dedicó buena parte de los seis años a viajar. ¿Cuál es la defensa que usted hace de su gestión?

-Le doy dos o tres cifras, comparando cómo se enfrentó la crisis asiática y cómo la del ’82. La recesión causada por la crisis asiática duró sólo un año y el 2000 la economía ya estaba creciendo a un 5 por ciento. El 82 tuvimos tres años sin crecimiento y retrocedimos un año en 13 por ciento. Yo no endeudé a Chile en ni un peso y la derecha quebró el sistema financiero y eso le costó a Chile 25 mil millones de dólares. Entre paréntesis, habría que preguntarse qué pasó con el Banco de Talca. Hablan de que hubo alto desempleo en 1999, no más de 10 por ciento. ¿Y en los ochenta? Más de 30 por ciento, con los tristemente conocidos PEM y POJH. Sobre mis viajes, quiero recordar que no viajaba solo, viajaba siempre con empresarios que hicieron muy buenos negocios. Pregúntele a los empresarios si no tuvieron éxito. Por ejemplo, los cielos abiertos con Estados Unidos para nuestras líneas aéreas.

-Usted ha planteado que se requiere más Estado. Para cumplir con el programa que usted le propone al país se requerirán más recursos. Entonces, ¿por qué no impulsar una reforma tributaria como la que consideran en sus programas Arrate y Enríquez-Ominami?

-Hoy día con los ingresos que estamos teniendo, con las alzas constantes en el precio del cobre, tenemos financiado el presupuesto de 2010 y, en base a un crecimiento de 5 por ciento, tenemos financiado los presupuestos de los próximos años. Por qué decidimos no hablar de reforma tributaria: de eso hay que hablar cuando no tengamos los recursos y porque estamos saliendo de una recesión. Hoy día la tarea uno, que ha encargado la Presidenta Bachelet, es terminar con la recesión y disminuir el desempleo. Cuando estamos saliendo de una crisis, no es bueno subir los impuestos. Si vamos a crecer 5 por ciento el próximo año, tendremos los recursos suficientes para realizar nuestro programa.

-En materia energética también ha habido planteamientos durante la campaña, como el de Enríquez-Ominami, en contra de la construcción de las centrales hidroeléctricas de Aysén. ¿Cuál es su definición al respecto?

-Lo primero que tiene que terminar en este país es que haya un señor que actúa como dictador y que manda, aprueba o rechaza proyectos. Si el proyecto pasa las normas ambientales, se puede realizar; si no lo hace, no puede haber ninguna autoridad que transgreda esas normas. En el tema energético, lo único que he dicho es que tenemos que diversificar. Y por eso hemos hablado de una economía verde. En ninguna parte del mundo la energía eólica, la solar, la geotérmica se hace sin subsidios estatales. Chile no puede darse el lujo de que el 50 por ciento de sus proyectos del sector de energía sean térmicos, de carbón. Si hacemos esas inversiones, Chile va a ser el país que va a emitir más CO2 en Latinoamérica. Y, si eso pasa, no vamos a poder exportar, porque nos van a poner la trazabilidad para establecer cuánto contaminamos y, de acuerdo a eso, nos van a poner impuestos. Eso ya se está discutiendo en la Unión Europea. Por último, el tema nuclear no lo podemos descartar. Lo tienen en Argentina, en Brasil. Nosotros no podemos renunciar a ello, porque es renunciar a nuestra soberanía. //LND

Fuente: La Nación.cl

Arrasó Evo Morales y su poder será casi total

Leandro Uría
Enviado especial

LA PAZ.- Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, obtuvo ayer un aplastante triunfo que le permitirá gobernar el país durante otros cinco años, al imponerse por el 62% de los votos contra el 24% del derechista Manfred Reyes Villa, según los resultados en boca de urna.

De confirmarse estos porcentajes, serán los mayores logrados alguna vez por un candidato en Bolivia. Sin esperar los resultados oficiales, sus simpatizantes salieron masivamente a las calles para festejar el histórico triunfo.

Según resultados difundidos ayer por dos cadenas de televisión (APB y Unitel), Evo Morales conseguiría además una mayoría de dos tercios en el Parlamento, con lo cual tendrá carta blanca para profundizar su revolución socialista e indigenista, algo que preocupa a los partidos tradicionales, que denuncian que una dictadura está en ciernes.

"Tenemos la gran responsabilidad de acelerar este proceso de cambio", dijo Evo en un discurso desde un balcón del Palacio Quemado ante una multitud que festejaba su reelección. "Ahora tenemos el camino abierto para aplicar la primera Constitución aprobada por el pueblo", agregó el presidente, en referencia a los dos tercios que habría logrado en el Senado y que le permitirían controlar la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional.

El mandatario había pedido expresamente los dos tercios durante la campaña, en la que sus partidarios llamaron a "enterrar para siempre a la derecha y a los neoliberales" para realizar las reformas que permitan convertir en realidad lo enunciado por su Constitución indigenista.

Ninguno de los antecesores de Evo obtuvo semejante respaldo legislativo en toda la historia de Bolivia. Además, es la primera vez que un presidente de este país logra la reelección desde 1964, cuando Víctor Paz Estenssoro inició su segundo gobierno.

"Lo más importante que he aprendido en estos cuatro años ha sido gobernar subordinado al pueblo. El pueblo tiene derecho a decidir si sigue profundizando la democracia o está con el liberalismo", había dicho Evo, confiado en su triunfo, al votar en el Chapare (Cochabamba), donde se inició en política como líder cocalero.

"Con su voto, en los últimos cinco años el pueblo dio estabilidad al país. Si revisamos, en los últimos cinco años de gobiernos neoliberales, entre 2001 y 2005, hubo cinco presidentes. ¿Qué garantía democrática dieron ellos a Bolivia? Ninguna. ¿Qué garantía económica? Menos, un Estado vendido", añadió.

Pero tal vez el dato más relevante de ayer sea que el mandatario, que obtuvo un rotundo triunfo en los departamentos del Altiplano, sacó ventaja de la agresiva campaña que realizó en los cuatro departamentos del oriente boliviano (Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz), que fueron acérrimos opositores durante los cuatro años que lleva de mandato.

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo disputaba anoche voto a voto el triunfo en estos cuatro departamentos de la llamada "medialuna". Incluso, en una imagen inimaginable pocos años atrás, hubo festejos del MAS en Trinidad y en Riberalta, Beni, un departamento históricamente rebelde en el que el oficialismo se habría impuesto.

"La medialuna se transformará en luna llena", había advertido, irónicamente, el mandatario, antes de partir del Chapare y dirigirse a su residencia de La Paz, donde esperó los resultados junto con sus ministros.

De todos modos, los prefectos de los departamentos rebeldes podrán tener su revancha en abril, cuando se celebrarán elecciones autonómicas en las que podrían ser reelegidos. O, por el contrario, si triunfan los candidatos del MAS, su movimiento autonomista podría tener su derrota final.

Alrededor de las 18.30 de ayer, estalló la euforia en La Paz, donde empezaron a oírse petardos y bocinazos y la gente comenzó a concentrarse para festejar en la Plaza Murillo, frente a la casa de gobierno. Todo comenzó cuando la red televisiva ATB informó que Evo había logrado el 63,2% de los votos, según las encuestas en boca de urna de la consultora Ipsos. Por su parte, la red Unitel anticipó el 62% de los votos para Morales, según las encuestas en boca de urna de Equipos Mori.

ATB dijo que el candidato derechista Manfred Reyes Villa logró el 24%, mientras que Unitel le otorgó el 23% de los votos. El candidato centrista Samuel Doria Medina (Unidad Nacional) obtendría el 7,7%, y René Joaquino, de Alianza Social (centroizquierda), el 2,2 por ciento.

Los resultados oficiales, demorados por una falla en el equipo de computación, se conocerán hoy.

Evo logró un notable avance respecto del 20,9% de los votos que obtuvo como candidato presidencial en 2002, cuando perdió por apenas 1,6% ante Gonzalo Sánchez de Lozada, y respecto del 53% que recibió en 2005, cuando se impuso por 25 puntos frente al derechista Jorge Quiroga. Sin embargo, perdió cinco puntos respecto del 67% de aprobación que obtuvo en el referéndum revocatorio de agosto del año pasado, en el que plebiscitó su cargo y el de los prefectos rebeldes para intentar sacar al país de un duro enfrentamiento que no lo dejaba avanzar con sus reformas.

Anoche, Reyes Villa evitó reconocer su derrota. De todos modos, lo había hecho implícitamente, antes de que comenzaran a difundirse los datos oficiales, su compañero de fórmula Leopoldo Fernández, ex prefecto de Pando que se encuentra encarcelado bajo la acusación de ordenar el homicidio, en su departamento, de una veintena de partidarios de Evo. "Los resultados no traerán sorpresa y se repetirá el panorama de los últimos comicios en Bolivia. Tampoco lo harán las elecciones de prefectos y de alcaldes de abril de 2010, que no van a resolver el problema que tenemos", estimó, desde la cárcel.

Horas después, lo hizo Doria Medina. "Nosotros no cambiamos nuestra idea de que ha aumentado la pobreza, de que falta trabajo y de que se violan los derechos democráticos y de separación de poderes mientras crece en forma desmedida la producción de coca y cocaína. Sí, nos preocupa que, por estos resultados, los problemas se agraven más, pero vamos a vigilar que esto no suceda", expresó.

Mientras tanto, en la Plaza Murillo, flameaban las wiphalas (banderas multicolores indígenas) y las azules, negras y blancas del MAS. Allí, Marta Chimó, una chola de 37 años, que había añadido a su vestimenta tradicional una bufanda azul del MAS, dijo, emocionada, a LA NACION: "Estoy muy contenta. Evo es la persona elegida porque sabe defender a los pobres".

Fuente: La Nación

BOCA DE URNA

62%
Evo Morales
El presidente fue reelegido por 5 años.
24%
Manfred Reyes Villa
Plan Progreso para Bolivia (derecha).