viernes, 7 de mayo de 2010

UNASUR ya tiene SeKretario General

Usualmente, cuando escribo un artículo, las ideas que en él se expresan surgen de un análisis de un compilado de situaciones. Este artículo, será al revés. Son muchas miradas, sobre un solo acontecimiento.

Las miradas que se analizarán aquí, son el resultado de un rico debate realizado entre profesores y colegas amigos a quienes les debo agradecer. Entre ellos quiero agradecer a Romulo Montes, Nadia Nasanovsky, Gonzalo Roza, Marcela Cabello y Yamil Rabbat. Gracias a sus aportes, es que este artículo puede ser escrito.

El pasado lunes 3 de Mayo, los Presidentes miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas, eligieron como secretario general de dicho organismo al ex Presidente argentino, Néstor Carlos Kirchner. Para aquella persona que esté ajena al mundo de las organizaciones internacionales, debemos comentarle que el rol del secretario general, es un rol de vital importancia, es el encargado de llevar adelante a la organización por sí misma, es quién representa los intereses de la organización y el jefe diplomático de ella.

La pregunta que surgió fue: qué intereses hicieron que Kirchner, alguien ajeno a las cuestiones diplomáticas e internacionales, buscara con tanto empeño convertirse en Secretario General de esta institución internacional. Decimos con empeño, porque desde 2007 Kirchner busca este cargo, sin éxito debido al veto que sobre él imponía el ex Presidente uruguayo Tabaré Vázquez. Las respuestas que surgieron dejan más dudas que certezas.

Básicamente hay dos líneas sobre las cuales se puede analizar la elección. Quienes lo ven desde “afuera hacia adentro” y por otro lado quienes lo analizan desde “adentro hacia fuera.” Ambas posturas coinciden que Kirchner buscó este cargo sin perder de vista la elección presidencial que se realizará en Argentina en 2011 y que seguramente lo tendrá como uno de los principales candidatos.

El análisis que va de “afuera hacia adentro” sostiene que Kirchner está buscando apoyo externo para mejorar su imagen e incluso obtener ora fondos de campaña, ora fondos para obras públicas. Por el lado de la imagen, la construcción discursiva girará en torno a la “nueva izquierda” posicionándolo como un “líder sudamericano” en conjunto con Lula, Evo, Correa, Mujica e incluso Chávez. Lo que aquí talla es la creación de imagen por asociación, es decir, el clásico dime con quién andas y te diré quién eres. Imaginemos como podría traccionar, en este sentido, una foto con Lula o con Mujica, líderes que condensan altos porcentajes de imagen positiva tanto en sus países como a nivel internacional. Sumado a este argumento sobre la construcción discursiva, tenemos la posible transferencia de fondos para campaña, como sucedió en la campaña de Cristina en 2007, o bien la obtención de fondos para obras de infraestructura pública vía la iniciativa de Integración de Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA). En conclusión, son más los incentivos (y por ende las potenciales ganancias) que tiene Kirchner para ocupar este cargo con miras a su postulación para 2011, que sus posibles pérdidas, o lo que podría recolectar como diputado nacional.

En la vereda de enfrente, está el grupo que analiza la cuestión con un esquema “de adentro hacia fuera”. Ellos sostienen que, si bien la construcción discursiva, la creación de imagen por asociación e incluso el envío de fondos pueden ser las explicaciones centrales para que Kirchner haya buscado la elección a este cargo internacional, este “combo sudamericano” no causará mayores efectos en el electorado local. Esto surge principalmente de analizar las encuestas en donde los temas centrales que le preocupan al electorado giran en torno a la inflación, el desempleo, pobreza y la seguridad. Cuestiones en las que el gobierno de Cristina Kirchner está por demás involucrado y las cuales no ha podido afrontar hasta ahora con éxito. Por estos motivos, este grupo sostiene que hubo un mal cálculo por parte de Kirchner en buscar este cargo internacional, que lo deja sin posibilidades de construir imagen a nivel interno a través de la obtención de logros internos en este último tramo de cara a las presidenciales, apostando a una imagen y a posibles fondos que poca influencia pueden tener. En conclusión, Kirchner está perdiendo más de lo que gana asumiendo este cargo.

Lo único real y cierto en este debate es que UNASUR cuenta con secretario general y que muy probablemente éste utilice su marco para obtener un nuevo mandato presidencial en 2011. Una apuesta que le deja sabor a poco a este proceso de integración regional.

Daniel Roura