martes, 30 de junio de 2009

El modelo del Cavaliere Berlusconi


El surgimiento de una nueva derecha no es un fenómeno limitado a la Argentina, sino una tendencia más general que tiene un origen geopolítico. Entre mediados de los ’80 y principios de los ’90, Estados Unidos decidió que había llegado el momento de dejar que la democracia volviera a América latina. Los brotes guerrilleros y los movimientos populares que en el pasado espantaban a Washington estaban o aplastados o domesticados, y desde 1989 la caída del Muro de Berlín había desactivado el riesgo de que la región siguiera el ejemplo de Cuba y se alineara con la Unión Soviética.

A este Washington más tolerante y democrático se sumó la creciente conciencia internacional acerca de las violaciones a los derechos humanos por parte de las dictaduras, sobre todo en Argentina, Chile y Centroamérica. Y también la imprevisibilidad de los gobiernos autoritarios: al fin y al cabo, fue un militar y no un líder izquierdista quien decidió invadir las Malvinas y declararle la guerra nada menos que a Gran Bretaña.

En el nuevo mundo unipolar, hasta el último rincón del planeta quedó expuesto a la influencia estadounidense, pero era una influencia distinta, más difusa, menos directa. Tras el 11 de septiembre, Washington cerró el círculo de su nueva doctrina de seguridad (el enemigo ya no era el comunismo sino el terrorismo) y desvió su atención a lugares más remotos y urgentes. Esto explica el giro a la izquierda en América latina y el tranquilo ascenso de líderes y partidos que en el pasado seguramente hubieran sido bloqueados por Estados Unidos mediante la desestabilización o el golpe de Estado. Y esto explica también que esté surgiendo, más lenta y dificultosamente, una nueva derecha.

Es nueva porque es democrática: aunque la tentación de la desestabilización y el golpe están presentes, sobre todo en los países institucionalmente más frágiles y económicamente más concentrados, como Bolivia, insistamos en que el componente democrático tiene un sentido más profundo y estructural: es una derecha que defiende electoralmente los intereses (empresariales, económicos) y valores (estabilidad, orden en las calles, propiedad privada) que en el pasado se imponían por las armas. Esa es la novedad.

Entrepeneurs

El progreso individual y el ascenso como fruto del esfuerzo son desde siempre valores importantes para la derecha, que no sólo no reniega del individualismo, sino que incluso lo considera un motor clave para el progreso de la sociedad (lo cual explica, según la famosa tesis de Norberto Bobbio, que la derecha acepte las diferencias sociales, es decir la desigualdad, lo cual produce a su vez una visión definida del balance Estado-mercado y del rol de este último en la economía y en la sociedad). Así, frente a una izquierda que tradicionalmente ha buscado a sus líderes en los movimientos colectivos (sindicatos, partidos, asambleas), hoy existe una derecha que ha hecho del mundo empresarial la cantera de la que salen sus dirigentes más taquilleros.

Un rápido recorrido por América latina ayuda a comprobar esta intuición. El próximo miércoles asumirá la presidencia de Panamá Ricardo Martinelli, millonario propietario de la cadena de supermercados Super 99 y –dato a tener en cuenta– el primer presidente desde la recuperación de la democracia que no proviene de los partidos tradicionales. Hace poco menos de un mes dejó la presidencia de El Salvador Elías Saca, un empresario perteneciente al derechista Arena. En Chile, todas las encuestas señalan como el favorito a Sebastián Piñera, el propietario de LAN y poseedor de una fortuna de 1200 millones de dólares (y el único líder importante de derecha que votó por el No a Pinochet en el plebiscito de 1988). Durante seis años gobernó México Vicente Fox, que ingresó a Coca-Cola como supervisor de reparto y fue ascendiendo hasta convertirse en gerente de la división latinoamericana de la empresa. Y ahí está también el pintoresco magnate ecuatoriano Alvaro Noboa, el rey de los exportadores de banano y camarón, que había salido segundo en tres elecciones presidenciales y quedó tercero en las últimas.

Populismo de derecha

La nueva derecha de Mauricio Macri y Francisco de Narváez, que ayer consolidó su primacía en la Capital y ganó la elección en la provincia, es parte de esta tendencia latinoamericana más amplia. Y como el origen de nuestra política hay que buscarlo siempre en Europa, la comparación transatlántica ayuda a explorar algunas claves de este nuevo fenómeno, aunque el paralelismo más pertinente no sea la reaccionaria y dogmática derecha del PP español, ni la sobria centeroderecha socialcristiana alemana ni el tradicional partido conservador británico, sino la nueva derecha italiana que desde hace un par de décadas lidera Silvio Berlusconi. En ambos casos, en Argentina y en Italia, el origen se remonta a un colapso político y el estallido de una crisis de representación, por imperio de las cacerolas (acá) o de la investigación judicial de la Tangetopoli (allá).

Como los líderes de Unión-PRO, Berlusconi es un símbolo de la alianza entre negocios (aunque hay que reconocerle al Duce que él sí hizo su propia fortuna), medios de comunicación (Berlusconi fue el primer empresario televisivo en romper el monopolio de la RAI) y deporte (es el dueño del club Milan). Pero no es sólo el origen empresarial ni la capacidad de expresar la poderosa fusión entre espectáculo, política y deporte lo que emparienta al líder italiano con los jefes del peronismo disidente, sino también una manera particular de entender la política. Desde un carisma muy mediático pero no por eso menos real, los tres han logrado construir una relación directa con el electorado (Berlusconi, pese a todas sus boutades o debido a ellas, es el dirigente más querido de Italia) y afirmar una popularidad que traspasa las fronteras de clase, lo que da forma a una especie de populismo de derecha.

Hay en ellos un fondo común ultrapragmático que les permite moldear su discurso de acuerdo con la necesidad del momento. De Alsogaray o Cavallo podía pensarse cualquier cosa, menos que alguno de ellos propondría, en la misma campaña, eliminar las retenciones, quitar el IVA a los alimentos y extender masivamente los planes sociales –es decir, desfinanciar totalmente al Estado–, como hizo De Narváez en los últimos meses. Y también hay en Macri y en De Narváez, como en Berlusconi, una tensa combinación de conservadurismo y liberalismo, que si por un lado implica una relación cercana con la Iglesia (Berlusconi acompañó a los obispos italianos en su resistencia a la despenalización de la eutanasia y se opone a la legalización del aborto), por otro se traduce en una libertad muy moderna –y en el caso del italiano muy vistosa– de la vida privada.

Estos vacíos y estas tensiones requieren necesariamente un cemento que los unifique más allá de la popularidad de los líderes. Berlusconi lo encontró en el terror a la inmigración norafricana y su campaña para endurecer las leyes, que la semana pasada quedó crudamente comprobada con la violenta expulsión de los gitanos de Nápoles. ¿Ocupará la inseguridad el lugar en el proyecto nacional de Macri y De Narváez que ocupó la inmigración a la candidatura de Berlusconi en 2007? Podría ser, pero sólo podría. Aunque el tema fue uno de los ejes de la campaña y en buena medida explica el ascenso del peronismo disidente en la provincia de Buenos Aires, la experiencia enseña que las elecciones presidenciales suelen estar dominadas por otras cuestiones, de la economía a la política, y que la inseguridad resulta decisiva básicamente en los comicios distritales. Hasta ahora.

Algo más que jabón en polvo

Macri y De Narváez son empresarios y no economistas ultraideologizados, como sus antecesores Alvaro Alsogaray, Domingo Cavallo y Ricardo López Murphy. Quizás por eso, porque provienen del flexible y pragmático mundo de los negocios y no de las consultoras o las cátedras de economía (en sus propias palabras, del mundo de la acción y los hechos y no del mundo de los discursos), ambos han comprendido una verdad esencial que sus antepasados nunca lograron entender: para ganar una elección y gobernar es necesario contar con el apoyo de al menos un sector de los votos y del aparato del peronismo. Y si Menem consiguió en su momento reconvertirse a la derecha luego de una larga y muy tradicional carrera en el PJ (fue gobernador, estuvo detenido por los militares y acompañó a Cafiero en la renovación peronista), los jefes de Unión-PRO avanzan por un camino inverso: su plan es llegar al peronismo desde la derecha y no a la derecha del peronismo. Menemismo por otros medios.

Por eso, el peor error que se podría cometer en la lectura de los resultados de ayer es pensar que la consolidación electoral del macrismo y el ascenso rutilante de De Narváez se explican simplemente por la astucia de la publicidad, el poder de sus millones o la influencia de los medios de comunicación. Desde que en 1952 Dwight Eisenhower se convirtió en el primer candidato presidencial en apelar a los servicios de una agencia de publicidad, el marketing político ha ido ocupando cada vez más espacio en las campañas. Y aunque las primeras teorías hablaban de vender a un candidato como si se tratara de jabón en polvo, desde hace al menos dos décadas sabemos que esto no es posible, que la publicidad y el dinero y la televisión no alcanzan para ganar una elección (aunque sí para otras cosas, por ejemplo para hacer conocido –instalar– a un postulante). Hay miles de ejemplos de brillantes campañas publicitarias y millones de dólares convertidos en unos pocos votos, el último de los cuales fue el patético ensayo presidencial de Jorge Sobisch.

Del mismo modo, si por un lado es cierto que algunos medios de comunicación contribuyeron al ascenso de De Narváez, el consenso mediático tampoco alcanza por sí mismo para ganar una elección como la de ayer. También hay miles de ejemplos de candidatos que, pese a la oposición de buena parte de los medios, ganaron las elecciones (la reelección de Chávez, por ejemplo, o la victoria de Ricardo Lagos en Chile en el 2000).

Con esto se pretende señalar algo evidente, pero que, a la luz de algunos comentarios de los últimos días, vale la pena subrayar: el ascenso de la nueva derecha no se explica por los consejos de Durán Barba ni por la campaña de Agulla, y ni siquiera por las fortunas de sus candidatos, sino por un contexto geopolítico nuevo y, en la Argentina, por la muy política estrategia de sus líderes de morder un sector del peronismo en el conurbano, construir a una candidata imbatible en la Capital y, sobre todo, ganar la disputa con el panradicalismo por el voto anti K. En suma, un fenómeno que no es ni publicitario ni mediático, sino estrictamente político. Por supuesto, explicarlo en términos de marketing quizás resulte tranquilizador para las conciencias progresistas que se niegan a aceptar que la derecha puede ser popular incluso en los sectores más pobres, pero ayuda muy poco a entender las cosas.

Fuente: Pagina 12

Las dudas que dejaron los números

Los sondeos en la provincia de Buenos Aires fueron los que más fallas tuvieron. Los consultores lo explican por la diferencia de la boleta de diputados y la de concejales en algunos distritos. Admiten la influencia del optimismo de los comandos de campaña.

Las encuestas estuvieron en el centro de la atención y las polémicas en los dos meses anteriores a la elección del domingo y en el propio día de los comicios. Hubo un fuerte debate por los pronósticos en provincia de Buenos Aires. Casi todas las consultoras adelantaron la llegada al segundo lugar en Capital Federal de Pino Solanas, sólo dos encuestas acertaron el triunfo de Carlos Reutemann y, aunque sin mucha precisión, se pronosticaron los triunfos de Luis Juez en Córdoba y el cobismo en Mendoza.

Pero los resultados provocaron una serie de interrogantes:

1 ¿Cuáles fueron los pronósticos en la provincia de Buenos Aires?

La consultora Poliarquía fue la gran ganadora en la polémica por los sondeos en territorio bonaerense. Durante el mes de abril, en tres estudios sucesivos, la empresa que comandan Alejandro Catterberg, Sergio Berenzstein, Eduardo Fidanza y Fabián Perechodnik afirmó que Francisco de Narváez estaba a la cabeza por márgenes que oscilaban entre los 2,5 y tres puntos, muy cerca del resultado final. Página/12 publicó el domingo la opinión de once encuestadores, de los cuales cinco –CEOP, Analogías, Equis, Ibarómetro y Rouvier– dieron triunfos de Néstor Kirchner por un rango que estaba entre los cinco y los seis puntos, mientras que otros dos –Haime y Mora y Araujo– hablaban de una diferencia de cuatro a favor del ex presidente. En una situación de empate, pero con ventaja para Kirchner, se ubicó Opinión Autenticada y hubo tres encuestadores que le daban una luz a De Narváez. Poliarquía lo venía haciendo desde principios de mes y, en los últimos días de la campaña, se sumaron –y acertaron en el pronóstico– Isonomía y Giacobbe y Asociados.

2 ¿Por qué acertó Poliarquía y la mayoría de los encuestadores estuvieron inclusive fuera del margen de error?

“No puedo saber las razones de la diferencia entre el pronóstico de Poliarquía y el de otras consultoras. Para eso deberíamos poder comparar las metodologías y las estrategias de investigación. De cualquier modo, Poliarquía no fue la única que hizo un pronóstico correcto. Lo que sí puedo decir es cómo procedió Poliarquía: trabajamos con muestras domiciliarias y telefónicas sistemáticas y con encuestas de tipo “panel”, en las que se pregunta a las mismas personas su intención de voto en distintos momentos para conocer si cambian las preferencias durante el transcurso de la campaña. Los resultados fueron consistentes desde 30 días antes de las elecciones, oscilando la ventaja de De Narváez en torno de los tres puntos. Fue muy significativo un dato: Kirchner apenas obtenía una mínima diferencia en el Gran Buenos Aires mientras Unión-PRO obtenía una ventaja muy neta en el interior de la provincia. Ese fue el principal indicador de que De Narváez tenía fuerte probabilidad de ganar”, explicó Eduardo Fidanza.

3 No faltan quienes afirman que las encuestas se manipulan al servicio de la fuerza política o candidato que las contrata. ¿Cómo operaría eso? ¿Qué explican los consultores que no acertaron?

Todos los encuestadores consultados por este diario afirman que ninguna de las empresas conocidas, con años en el mercado, publica un dato que cree que no se va a verificar en las urnas. “Es suicidar a la empresa”, afirman. Pero todos admiten que el clima de los comandos electorales es, casi por naturaleza, de un optimismo desbordante. Y así ocurrió en el caso de Kirchner: los intendentes hacían cola para informar que, de acuerdo con sus propias encuestas, el ex presidente iba ganando por diez, quince o veinte puntos en cada distrito del conurbano. Eso ya creaba una fuerte presión. “Uno siempre afronta decisiones interpretativas de los números –señala Enrique Zuleta Puceiro–. Porque el analista debe resolver sobre inconsistencias, resultados que no le cierran del todo, indefiniciones, porcentajes de indecisos. Y ahí juega un lugar común de la política argentina: el mito de la infraestructura y el aparato del peronismo en el Gran Buenos Aires. Eso lleva, muchísimas veces, a ser el sostén de proyecciones demasiado optimistas.”

Roberto Bacman, de CEOP, afirma en forma categórica que la diferencia estuvo en la evaluación de las candidaturas testimoniales. Quiere decir que la mayoría de las consultoras que daban ganando a Kirchner consideraron que los intendentes traccionaban votos a la lista de diputados del Frente para la Victoria. “Nosotros acertamos tres de los cuatro datos: dijimos que De Narváez iba a tener aproximadamente 33 por ciento de los votos; Stolbizer 21 y Sabbatella 6. Eso se dio así. ¿En dónde erramos? En el voto a Kirchner-Scioli, que nosotros diagnosticamos en 38. Y lo cierto es que consiguió sólo 32. ¿Qué pasó? Hubo una corriente de votos que sí fueron para los intendentes, muchas veces a través de listas espejo, de partidos vecinales, y fueron en blanco para diputados o directamente cortaron a favor de algún otro candidato, ya sea De Narváez o Stolbizer.” Eso explicaría, por ejemplo, que el intendente Gabriel Bruera de La Plata sacara 34 por ciento en la lista de concejales y la boleta Kirchner-Scioli 13 puntos menos, o que la esposa de Sergio Massa haya conseguido casi el 50 por ciento de los votos en Tigre para concejal y que allí Kirchner ganara por apenas un punto, o que las boletas en las que figuraba el intendente de Mar del Plata consiguieran 32 por ciento para concejales y 26 por ciento para diputados. O que el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, haya vencido por diez puntos y la boleta Kirchner-Scioli, perdido por uno. En Quilmes, la diferencia entre la lista de concejales, encabezada por el intendente Francisco Gutiérrez, y la de Kirchner-Scioli fue de cinco puntos. Y así en muchísimos distritos. Poliarquía no se dejó guiar por las candidaturas testimoniales y acertó.

“Durante todo el mes hubo una situación de empate, de tironeo –señala Analía Del Franco–. Pero en los últimos días nos terminamos inclinando por la variante más optimista, en primer lugar porque cuando les exhibíamos a los encuestados la boleta con los intendentes, la intención de voto a Kirchner subía. Además, la imagen del ex presidente mejoró, mientras que el voto a De Narváez y Stolbizer parecía inestable. Nos inclinamos para la visión optimista y nos equivocamos.”

Por supuesto que algunos hablan de traición de los intendentes, pero otros insisten en que hubo una corriente de protesta, de sentimiento anti K, que se verificó también, por ejemplo, en Santa Cruz y en Entre Ríos.

4 ¿Qué pasó en la Capital Federal?

La performance de las consultoras en Capital Federal fue impecable. El fenómeno de Fernando “Pino” Solanas fue percibido dos semanas antes de las elecciones y primero Hugo Haime y después Artemio López predijeron su segundo puesto. Al final, casi todas las encuestas llegaron a la misma conclusión: Solanas desbordaba a Alfonso Prat Gay. El CEOP, Equis, Rouvier, Poliarquía y Analogías estuvieron muy cerca de acertar también el 24 por ciento que consiguió el cineasta. El resto de los resultados de la elección también fue captado por los sondeos: el primer lugar de Gabriela Michetti, el tercero de Prat Gay y el cuarto de Carlos Heller.

5 ¿Hubo aciertos en Santa Fe?

En una elección tan pareja, dos consultores sostuvieron que ganaría Carlos Reutemann, pese a que la mayoría se inclinaba por Rubén Giustiniani. Hugo Haime y OPSM, la encuestadora de Zuleta, percibieron la victoria del Lole.

6 ¿Qué pasó con Córdoba y Mendoza?

En ambos distritos, todas las encuestas dieron bien al ganador, pero hubo bastante error en las dimensiones. Luis Juez venció en la carrera a senador, aunque por una diferencia muchísimo menor a la pensada, y el cobista Ernesto Sanz consiguió casi el 50 por ciento de los votos, algo que tampoco estaba en los planes.

7 ¿Qué papel jugaron las encuestas?

Otra vez se confirmaron tres experiencias de importancia. La primera: los ciudadanos no siempre votan al que va ganando y, por lo tanto, la incidencia de la encuesta en una campaña es bastante más un mito que una realidad. La mayoría de las consultoras decían que ganaba Kirchner y la leve diferencia fue para De Narváez. El segundo elemento es que las encuestas le sirven al ciudadano para orientarse. En este caso, muchos vieron que De Narváez-Solá era una alternativa para manifestar su oposición a Kirchner y, aunque no les entusiasmara el propio candidato, lo utilizaron como instrumento para manifestar su voluntad. Por último, la prohibición de publicar bocas de urna a las 18 –que no existe prácticamente en ningún lugar del mundo– quedó evidenciada otra vez como algo inútil. En Francia, la propia Corte Suprema declaró inconstitucional la prohibición de publicar sondeos.

Fuente: Pagina 12

Los carteles del día despues en Capital Federal







Fuente: La Nación

viernes, 26 de junio de 2009

Cierres de campaña con creces de vaticinios en Córdoba

Los principales candidatos a legisladores nacionales por Córdoba cerraron ayer sus campañas (la veda rige hoy desde las 8), con una danza de vaticinios sobre el resultado del domingo.
Ayer circularon encuestas para todos los gustos, que van desde las que mantienen una ventaja de entre 6 y 10 por puntos para Luis Juez hasta las que auguran un resultado cerrado entre el líder del Frente Cívico, el radical Ramón Mestre y el justicialista Eduardo Mondino.
En el puente. A tono con el despliegue general de no demasiados gastos, que caracterizó su campaña, el Frente Cívico cerró ayer su tarea proselitista con una movilización de militantes en una decena de puentes a lo largo del Río Suquía, en la ciudad de Córdoba.
La actividad central tuvo lugar en el puente Centenario donde se congregaron los candidatos a senadores Luis Juez y Norma Morandini. Hubo fuegos artificiales, suelta de globos y reparto de votos, pero ningún discurso formal de cierre.
Juez (con fuerte estado gripal a cuestas) reiteró que ganará pese "al obsceno despliegue de recursos que hizo el Estado nacional, provincial y municipal gastando millones de pesos en publicidad". Respecto a la "municipalización" de la campaña, con eje en su gestión como intendente de Córdoba, dijo que se trató de "una picardía" de Daniel Giacomino, pero que "le salió mal", porque "los cordobeses se dieron cuenta de la maniobra". Respecto a que habría un empate técnico. "¿Empate técnico? Al fútbol podemos empatar. Vamos a ganar por 12 puntos", vaticinó.
En el barrio. Unión por Córdoba cerró anoche la campaña con un acto en la sede social del club Bella Vista. El gobernador Juan Schiaretti y el candidato a senador nacional, Eduardo Mondino, fueron los únicos oradores.
Ante un salón colmado, Schiaretti pidió el voto para los candidatos de Unión por Córdoba, que "hablan poco y hacen mucho", dijo en referencia directa al candidato del Frente Cívico, Luis Juez.
Por su parte, Mondino centró su discurso en atacar a Juez y resaltar que Unión por Córdoba es la "única lista peronista", para marcar diferencias con el kirchnerismo.
Mondino culpó al ex intendente de la crisis del municipio capitalino y se presentó como quien abrió el camino para la solución del conflicto. "Si quisiéramos sacar réditos electoral hubiéramos dejado que se incendiara la ciudad. Sin embargo, logramos apagar el caos".
En la plaza. En sus últimos mensajes, los candidatos radicales se plantearon como la única alternativa opositora en Córdoba.
El candidato a senador Ramón Mestre encabezó una cena en Colonia Caroya. Sostuvo que el radicalismo demostró que es la fuerza que defiende los intereses de Córdoba y que es la "única alternativa opositora, seria y coherente".
En la Capital, Mestre participó en actividades junto a militantes en la Plaza de la Intendencia. Destacó que ese sitio es un símbolo porque está frente a la Municipalidad, donde los radicales "hicieron tan buenas gestiones entre 1983 y 1999" y donde "hace una década hay malas gestiones". El candidato exhortó a los militantes a "cuidar la urnas el domingo". "Vamos a dar la sorpresa y el juecismo y el PJ no están acostumbrados a perder", advirtió.
Por su parte, el primer candidato a diputado nacional Oscar Aguad subrayó en Villa María que el radicalismo es la fuerza que defiende la inversión, el trabajo y el salario.
En su pago. El Frente para la Victoria, con el primer candidato a senador, Eduardo Accastello, a la cabeza, cerró ayer su campaña de cara a las urnas del domingo con una caravana que transcurrió entre Villa María y la vecina Villa Nueva. Los organizadores de la movida K estimaron una participación de 300 vehículos por los barrios de Villa María, de donde Accastello es intendente.
El postulante al Senado instó a los vecinos a cumplir con el deber cívico el domingo y denunció: "Hemos sufrido permanentemente agresiones en esta campaña; hasta agresiones publicitarias por parte del oficialismo. Ahora sufrimos una nueva agresión por la alteración de nuestros votos".
En tanto, el Frente Es Posible cerró en La Carlota, con Javier Pretto y César Albrisi, quienes pidieron "llevar los sueños del interior" al Congreso.
Por otra parte, Rodolfo Eiben, candidato a diputado por el Partido Demócrata, pidió a "los jóvenes tienen empezar a cambiar la historia.
Raúl Gómez, del MST-Nueva Izquierda, vaticinó un crecimiento de esa fuerza.
Fuente: La Voz del Interior

En Capital, lidera Michetti y pelean Prat Gay y Solanas el segundo lugar

Las últimas encuestas realizadas en la Capital Federal ratificaron la comodidad de la candidata de PRO Gabriela Michetti y la pelea desatada a último momento por el segundo puesto entre el cineasta Fernando "Pino" Solanas y el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) de Elisa Carrió para diputados nacionales. Esa batalla puede llegar a ser ganada por el candidato de Proyecto Sur.

Las ocho encuestas a las que tuvo acceso Clarín dan en el primer lugar a Michetti con una diferencia de entre 10 y 18 puntos sobre su más inmediato perseguidor. Con esos números, el PRO de Mauricio Macri conseguiría cinco bancas de las trece en juego.

La pelea por el segundo lugar es la incógnita más grande. Seis encuestadoras lo ponen en ese lugar a Solanas, mientras que las otras dos sitúan detrás de Michetti a Alfonso Prat Gay, cabeza de la lista del AcyS. La definición de esta pelea es importante para saber si Carrió es electa. Parecería que sí.

Para Ricardo Rouvier -que suele trabajar para el kirchnerismo-, Solanas todavía puede crecer más de aquí al domingo. En cambio, para Julio Aurelio (habitual encuestador del PRO), el candidato de Proyecto Sur ya tocó su techo.

Salvo Ibarómetro -que trabaja para el Gobierno y lo ubica tercero- todos coinciden en poner en el cuarto lugar al candidato kirchnerista, Carlos Heller. Allí cierra el primer lote de candidatos que superarían los 10 puntos. Por debajo, el segundo lote es liderado por Aníbal Ibarra, aunque no le alcanzaría para ser electo.

Así, PRO obtendría cinco bancas (Michetti, Esteban Bullrich, Paula Bertol, Jorge Triaca y Laura Alonso), Proyecto Sur otras tres (Solanas, Alcira Argumedo y Jorge Cardelli), el Acuerdo Cívico otras tres (Prat Gay, Ricardo Gil Lavedra y Carrió) y el kirchnerismo dos (Heller y Noemí Rial).
Fuente: Clarín

En la Provincia de Buenos Aires se define voto a voto, según 8 encuestas

A dos días de las elecciones legislativas del domingo, que definirán liderazgos y realineamientos políticos y serán un escalón clave para la pelea mayor de 2011, las encuestas, divididas, auguran un comicio reñido en la provincia de Buenos Aires entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, quienes cerraron ayer sus campañas en una disputa voto a voto.

Los cinco sondeos que dan ganador al oficialismo le otorgan una ventaja a Kirchner de entre 5 y 6 puntos. Cuatro de ellos fueron realizados por consultoras que suelen trabajar para el Gobierno: CEOP, Ibarómetro, Analogías y Ricardo Rouvier. Para Opinión Autenticada, Kirchner está arriba pero por una diferencia más ajustada.

Otros tres estudios exhiben en cambio una mayor paridad o le dan una leve ventaja a De Narváez. Management & Fit -entre cuyos clientes hay peronistas no kirchneristas-, apunta un virtual empate, pero al proyectar indecisos le da el triunfo a De Narváez por apenas 2 puntos.

La medición coincide con Isonomía, la consultora que midió la Provincia para de De Narváez y pronosticó un triunfo de su cliente por exactos 2 puntos. En tanto, para Jorge Giaccobe, la dupla ganadora sería De Narváez-Felipe Solá, aunque por menos de 1 punto, y advirtiendo sobre un probable "corrimiento de votos de última hora" de los que quieren la derrota de Kirchner.

Las ocho consultoras que aquí se consignan coincidieron en ubicar en tercer lugar a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, del Acuerdo Cívico y Social, desde una mínima de 16,5 (Isonomía) a una máxima de 21,9 (Rouvier). Cuarto marcha el intendente de Morón, Martín Sabbatella, con su Nuevo Encuentro, y de 4 a 5 puntos.

Parece consolidarse así la tendencia a la polarización que empezó a notarse hace un mes, y en perjuicio del Acuerdo Cívico y Social. Con una inversión multimillonaria, sólo equiparable a la del oficialismo, De Narváez captaría buena parte del voto antikirchnerista en Buenos Aires, el distrito más importante tanto por número de electores a nivel nacional (37 por ciento) como por concentrar la apuesta mayor del kirchnerismo para mantener su proyecto político en el poder.
Fuente: Clarín

De Narváez le saca 2,5 puntos a Kirchner. (La última encuesta de Poliarquía)

El escenario de paridad con ventaja para Francisco de Narváez se mantiene en las mediciones de la provincia de Buenos Aires con miras a las elecciones legislativas de pasado mañana. El candidato a diputado nacional de la alianza Unión Pro mantiene una leve diferencia en su favor de 2,5% sobre su principal adversario, el ex presidente Néstor Kirchner, candidato del Frente para la Victoria. Ese es el resultado con la proyección del voto de los indecisos de la última encuesta que Poliarquía Consultores elaboró para LA NACION.

Se confirma así también el cuadro de fuerte polarización registrado en las últimas tres semanas, en un distrito crucial para la preservación del poder del gobierno de Cristina Kirchner.

La encuesta muestra claramente que la candidata del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), Margarita Stolbizer, quedaría relegada a un tercer puesto, a 21,2 puntos de De Narváez y a 18,7 de Kirchner.

El sondeo fue realizado entre el viernes 20 y ayer, sobre un universo de 2104 casos. Tiene un margen de error estadístico de 2,1 por ciento.

En números concretos, con proyección de indecisos, De Narváez obtuvo el 37,9% de intención de voto, en tanto que Kirchner se queda con el 35,4%. Stolbizer sumó 16,7% y en cuarto lugar se ubicó el candidato de Nuevo Encuentro, Martín Sabatella, con 4,6 puntos.

"Si bien existe una fuerte pelea, se consolida por tercera vez consecutiva una paridad con ventaja para De Narváez, por lo que si bien no hay nada definido, no me animaría a hablar de un empate técnico", dijo a LA NACION uno de los directores, Fabián Perechodnik.

Si no se computa la proyección de votos indecisos, en cambio, esta tercera encuesta registró sólo un 5,3% de consultados que no saben a quién votarán en las elecciones de pasado mañana. En ese escenario, De Narváez obtuvo el 33,9%; Kirchner, 31,6%; Stolbizer, 14,9%, y Sabatella, el 4,2%. Otros candidatos reunieron el 5,2% y el voto en blanco o impugnado fue del 4,9.

En la proyección de votos del 5,3% de indecisos, Poliarquía advirtió que se manejan "rangos de oscilación" para cada uno de los candidatos.

Según otro de sus directores, Alejandro Catterberg, De Narváez tiene un margen de oscilación de entre el 36 y el 39% de los votos; Kirchner, entre un 34 y 37%, y Stolbizer, entre un 15 y 18.

"El voto opositor nunca estuvo dividido, como pretendía el Gobierno para que Kirchner se impusiera. Y Stolbizer no lo pudo concentrar. Siempre estuvo por debajo de 20 puntos y ello le permitió ganar a De Narváez", dijo Perechodnik.

Según la ficha técnica del estudio, se consultó a 589 casos domiciliarios realizados en los 24 distritos del Gran Buenos Aires y 1515 encuestas telefónicas en toda la provincia. El método telefónico empleado es el denominado "Cati for Windows". Se consultó a ciudadanos mayores de 18 años en condiciones de votar en ciudades de más de 2000 habitantes de toda la provincia.

Polarización

"El bajo rendimiento del Acuerdo Cívico y Social se estaría registrando por el alto nivel de polarización entre Unión Pro y el Frente Justicialista para la Victoria, que se absorbió el voto opositor", agregó Perechodnik.

Sin embargo, advirtió que "podría haber sorpresas en favor de Kirchner por el arrastre que pueden producir las candidaturas testimoniales de los intendentes del conurbano a favor del oficialismo".

Eso obedece a que los jefes comunales pueden aportan el sufragio desequilibrante de sus aparatos partidiarios.

Con este cuadro de polarización, es posible que el domingo se registre una elección muy reñida, con un conteo de votos que en la provincia de Buenos Aires se pueda prolongar hasta entrada la noche.

Con respecto a las últimas encuestas de Poliarquía publicadas el 7 y el 21 de junio, la tendencia se mantiene relativamente estable.

En la encuesta de Poliarquía publicada por LA NACION a principios del mes actual, la lista que lideran De Narváez y Felipe Solá obtenía 27,6 puntos de intención de voto; Kirchner y Daniel Scioli tenían 24,5; la lista de Stolbizer y Ricardo Alfonsín, con 12,6 puntos, y la de Sabbatella, tenía 3,9. En ese caso, los indecisos eran el 20 por ciento.

El sondeo publicado el domingo pasado registraba una diferencia en favor de De Narváez idéntica a la actual: 2,5 puntos. De Narváez atraía al 32,5%, Kirchner, 30, Stolbizer, 13,2 y Sabbatella el 3,9. En aquel sondeo el nivel de indecisos se había reducido a la mitad: el 9,5%.

"La mayoría se repartió entre los dos primeros candidatos. La polarización es prácticamente irreversible", dijo ayer Perechodnik.

Fuente: La Nación

jueves, 25 de junio de 2009

Ego y deseo, un cóctel explosivo para un político

¿Qué les pasa a estos políticos mujeriegos?

¿Por qué los hombres que están en el poder creen que son superiores y que pueden engañar a sus esposas sin que nadie se entere, particularmente ahora que el escrutinio de los medios es tan intenso y que esas aventuras tienen un enorme costo político, especialmente en Estados Unidos?

Hay una larga lista de los que pensaron que podían tomarse un avión a la Argentina, registrarse en un hotel bajo otro nombre o usar un servicio de acompañantes sin que los pescaran y que no salieron indemnes: el gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford; los senadores republicanos John Ensign y David Vitter; el ex presidente de la Cámara Newt Gingrich; los precandidatos presidenciales demócratas John Edwards y Gary Hart; el ex gobernador de Nueva York Eliot Spitzer; el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, y el actual gobernador de Nueva York, David Paterson.

En estos días, las consecuencias pueden ser nefastas. Pueden acabar con una carrera política, como le sucedió al ex gobernador de Nueva Jersey Jim McGreevey. O terminar en juicios políticos, como pasó con Bill Clinton.

No siempre fue así. Hay políticos que se dedicaron a coquetear en privado y nunca lo pagaron en público, entre ellos John F. Kennedy y Franklin Roosevelt. Pero ya no. Este es un mundo diferente, con un público que se alimenta de las hazañas de Paris Hilton, Lindsay Lohan y Britney Spears y que ha desarrollado un insaciable apetito por el escándalo. Eso hace mucho más sorprendente que estos hombres tienten al destino. Y, particularmente, los hombres con aspiraciones presidenciales.

"El narcisismo es un riesgo profesional para los dirigentes políticos. Hay que tener una ambición desmesurada y un ego desmesurado para aspirar a un cargo público", dijo Stanley Reshon, psicólogo de la Universidad de Nueva York.

O tal vez creer que es posible descarriarse de la vida matrimonial sin ninguna consecuencia.

"En el proceso político, uno empieza a considerarse el amo del propio universo, el amo del propio conjunto de reglas éticas, el amo de las decisiones sobre uno mismo", dijo ayer a la NBC McGreevey, que renunció debido al escándalo provocado por su admisión de una relación homosexual.

Renshon agregó que un político adúltero no sólo traiciona la confianza de su familia, sino también la confianza pública. Si pueden mentirles a sus seres queridos, ¿quién dice que no le mentirán al resto del mundo? Si no pueden respetar sus votos matrimoniales, ¿quién dijo que serán fieles al juramento que hicieron al asumir su cargo?

En cierto aspecto, no resulta difícil entender por qué engañan. Fred Greenstein, de la Universidad de Princeton, sugirió que la adrenalina era el denominador común: "Para algunos individuos, la excitación producida por la actividad sexual ilícita podría generar el mismo deseo", tal como ocurre en el caso de "la excitación producida por la política".

También puede haber una clave en la clase de personas que se sienten atraídas por la política. Son hombres con profundo amor por sí mismos, necesidad de reconocimiento. Adoran ser elogiados y con frecuencia se rodean de enjambres de aduladores. Creen que las reglas no se aplican a ellos y se creen intocables.

Como líderes, son además la clase de hombres que probablemente no cumplen promesas, son manipuladores y reducen gastos equivocadamente. Probablemente son personas que corren grandes riesgos. Y siempre tienden a pensar primero en ellos.

Parece que no hay un solo año en el que no se produzca un escándalo sexual, y tanto demócratas como republicanos son culpables.

El año pasado, Edwards, Vitter y Spitzer aparecieron en público para admitir sus errores. Este mes les ha tocado el turno a dos republicanos, Ensign y Sanford, mencionados como posibles candidatos presidenciales en 2012. Esos sueños probablemente se han esfumado, y la doble revelación de infidelidad causó vergüenza e incomodidad a un partido dedicado a buscar un nuevo líder.

Liz Sidoti. Traducción de Mirta Rosenberg

Fuente: La Nación

Cierre del Acuerdo Cívico: "Somos la alternativa al PJ"

El Acuerdo Cívico y Social (ACyS) alertó esta noche durante el cierre de campaña que las elecciones legislativas "no es una decisión menor" sino que definirá el país en "los próximos 20 años". Así, los candidatos a diputados nacionales Alfonso Prat Gay, Elisa Carrió, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín además del titular de la UCR, Gerardo Morales, se encargaron de subrayar el carácter "nacional" y "federal" del ACyS que representa, insistieron, "la única alternativa al justicialismo".

Unos 500 militantes y dirigentes, entre los cuales brillaron por su ausencia las banderas del radicalismo a diferencia del inicio de la campaña, escucharon al diputado Fernando Iglesias realizar durante una hora una serie de preguntas para cada candidato y también para Morales que estaban sentados en sillones individuales en un salón del Buenos Aires Design en Recoleta.

El diálogo fue abierto y cerrado por Carrió quien se dirigió directamente a los electores y les pidió su apoyo el domingo. "Sepa que su voto el domingo decide algo más que senadores y diputados. No es una decisión menor, se entraña la responsabilidad de todos y es una decisión para los próximos 20 años de la Argentina no sólo para el 2011", cuando se deba elegir presidente de la Nación, aseveró la chaqueña, vestida de pollera y camisa negra con un tul fucsia. Aseguró que "no es que gane o pierda (Néstor) Kirchner sino que la Argentina salga de su peor historia", en un intento por desterrar la idea de "polarización" entre el kirchnerismo y el peronismo disidente.

"Debo ser la persona con mayor autoridad política de esta nación",aseveró y enfatizó que "vamos a ganar desde la Quiaca a Ushuaia". Si bien Carrió llamó a que "voten libremente", aclaró que "nadie puede decir, que no estuve cuando ustedes tuvieron algún problema" o "que no acompañe al campo en los '90 cuando no podía pagar deudas y ahora contra la embestida de (Néstor) Kirchner". Así, hizo un repaso de su trayectoria política, y reveló que conoció a Alfredo de Angeli hace años atrás durante una marcha en una plantación de naranjas de la localidad entrerriana de Chajarí. Con un tono tranquilo y bajo, la líder de la Coalición Cívica descalificó al ex presidente al considerarlo como "una cosa de dimensión diminuta".

"Kirchner es pequeño, lo sentí a (ex jefe de Estado Carlos) Menem así una vez", sentenció. Los referentes del ACyS tuvieron dos últimos minutos sobre el cierre de campaña para dirigirse al electorado.

Morales, por su parte, resaltó que "en 20 días logramos un acuerdo" en "16 provincias y en las otras 8 el socialismo, la CC y el radicalismo forman parte del mismo proyecto". Sobre el final de su discurso, el senador jujeño apuntó sus dardos sobre el candidato a diputado Fernando Pino Solanas, quien en los últimos sondeos le pisa los talones al Acuerdo Cívico en la Ciudad. "Pino pactó con el gobierno con la modificación de la ley de radiodifusión y va a ser de Kirchner el Chávez argentino" en referencia al presidente de Venezuela.

En tanto, Prat Gay remarcó que "el cambio no es una opción sino una necesidad", pidió "reflexión y confianza" para "llevar a Lilita al Congreso y Gil Lavedra (que estuvo ausente en el acto por un problema personal) y al porteño que más sabe de la Ciudad, Enrique Olivera". Asimismo, el economista sostuvo que "no alcanza con ser buenos y amables", en alusión a la candidata de PRO Gabriela Michetti sino que, agregó, "hay que ser firmes y tener equipos".

Stolbizer advirtió que a partir de lunes se comenzará "a construir un mañana porque Kirchner agotó su propio proceso, se autoliquidó" y citó una frase de Mario Benedetti que señala que "viene llegando, despacio y lento, pero viene llegando el futuro", y confió en que el domingo "vamos a festejar, no tengo ninguna duda".

Alfonsin, en tanto, se encargó de rechazar que exista una polarización entre Néstor Kirchner y Francisco de Narváez, calificó de "neomenemista" a Unión Pro y destacó que el objetivo es ser alternativa del justicialismo y no del kirchnerismo porque "después del 28 ni Kirchner va ser kirchnerista".

Fuente: DYN / Perfil