lunes, 27 de abril de 2009

La campaña de la Revolución Ciudadana de Alianza País

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Backstage de las fotos de campaña

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Intensa campaña de Correa en Facebook

Candidatos por los ciudadanos en Estados Unidos y Canada






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La campaña de Correa en Ecuador 2

Movilización pro Correa
Primero Ecuador



Campaña negativa contra Nebot

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El triunfo de Correa en los diarios argentinos

Página 12

EL PRESIDENTE RAFAEL CORREA FUE REELECTO EN PRIMERA VUELTA, UN HECHO HISTORICO PARA EL PAIS

Tiempos de más izquierda en Ecuador

Todos los boca de urna le dieron a Correa entre un 51 y un 54 por ciento de los votos, frente a un 27 o 30 por ciento del ex mandatario Lucio Gutiérrez. El oficialismo podría conseguir la mayoría absoluta en el Congreso.

Por María Laura Carpineta

Desde Quito

Rafael Correa arrasó ayer en su quinta victoria consecutiva y será presidente de Ecuador por cuatro años más. Todos los bocas de urna le dieron, inmediatamente después de cerrados los centros de votación, entre un 51 y un 54 por ciento de los votos, frente a un 27 o 30 por ciento del ex presidente Lucio Gutiérrez. La victoria, cantada para muchos de los ecuatorianos, fue reivindicada minutos después de conocerse las cifras por el mandatario en una conferencia de prensa en el sur de Guayaquil. “La revolución ciudadana está en marcha y nada ni nadie la puede detener”, gritó, con voz ronca, y su gente estalló en aplausos. Desde la sede central de su partido, Alianza País, en Quito, cientos de manifestantes comenzaron a concentrarse para festejar. El grito era claro y casi ensordecedor: “En primera vuelta”. En las últimas semanas, Gutiérrez había duplicado su intención de voto en todas las encuestas y los medios de comunicación, férreos enemigos del gobierno, habían empezado a sembrar la duda sobre una posible segunda vuelta. Ayer la mayoría de la sociedad ecuatoriana volvió a desmentir a los medios y se volcó masivamente por Correa. Al cierre de esta edición, quedaban tres bancas en disputa y el oficialismo estaba a sólo dos de conseguir una mayoría absoluta en el Congreso, según los boca de urna de la empresa Santiago Pérez. 

“Hemos hecho historia –aseguró un Correa de ojos chinos y sonrisa inalterable–. En un país en el que del ’96 al 2006 ningún presidente democrático terminó su mandato, tuvimos siete presidentes, hoy se gana en una sola vuelta.” La alegría de los correístas no podía ser mayor. “Esto es la felicidad pura”, aseguró Teresa Murillo, intentando recuperar el aliento después de gritar y cantar durante 15 minutos seguidos. “Por fin vamos a tener un país de igualdades, en donde no haya niños con hambre o gente analfabeta, donde todos tengan trabajo y vean respetada su dignidad”, agregó entrecortada la madre de cuatro hijos, que hace cuatro meses decidió sumarse como colaboradora de la campaña del ahora alcalde electo por Quito, Augusto Barrera, un aliado de Correa y veterano dirigente de izquierda. Mientras hablaba, su marido, guardaespaldas del ex ministro de Gobierno y actual diputado electo, Fernando Bustamante, llegó corriendo para abrazarla. “Ganamos”, gritó, mientras la revoleaba de un lado a otro. “Hoy festejamos todos en casa, pero también creo que van a festejar todos los ecuatorianos”, dijo, una vez que logró aterrizar.

La fiesta recién estaba empezando en la céntrica avenida de los Shyris. Los simpatizantes llegaban de a poco de los barrios de las afueras de Quito y se esperaba que Correa, su vice Lenin Moreno y todo su equipo llegaran de Guayaquil tarde en la noche, para sumarse a la celebración. Mientras tanto en esa ciudad costera, Gutiérrez, la esperanza de la oposición en los comicios de ayer, se negó a reconocer los boca de urna y pidió a sus simpatizantes que esperen a los resultados oficiales.

Aunque no lo dijo con todas las palabras, el ex presidente derrocado en 2005 por una revuelta popular sugirió posibles irregularidades. “Este es un gobierno que no respeta la ley, la Constitución, que siguió haciendo campaña después de la entrada en vigencia de la veda electoral. Nosotros vamos a seguir luchando”, dijo, enojado y con la cara casi bordó, haciendo juego con su camisa roja, una marca registrada de su campaña.

Pero las advertencias y la renuencia de la oposición a reconocer su derrota apenas sí afectaron el clima de éxtasis de los correístas. “Ahora el gobierno ya no necesita mostrarse conciliador y pedir permiso”, adelantó el director de Flacso Ecuador, Adrián Bonilla. Para el analista, la contundente victoria del gobierno demuestra que aun cuando la oposición se alineó detrás del ex coronel Gutiérrez con un voto útil anti-Correa, el proyecto político del oficialismo fue más fuerte. “Correa no sólo tuvo una campaña publicitaria impecable, sino que además ha sabido cómo llegar a todas las clases sociales, con gasto social e inversión en educación y salud, pero también rompiendo con el viejo sistema político que encarnaban unas pocas familias patricias”, explicó.

Anoche aún no se habían difundido cifras de ausentismo, pero los reportes de los medios locales de las distintas provincias prevén que no fue muy alto. Según los analistas ecuatorianos, cuanta más gente votara mejor le iría al oficialismo. Y así sucedió. Según los boca de urna, Alianza País, el partido gobernante, ya se aseguró 61 de las 124 bancas de la Asamblea Nacional. Aún falta dirimir tres escaños, que estaba muy empatados.

Aún si no consigue los dos que necesita para una mayoría absoluta, su aliado, el Movimiento Popular Democrático, el brazo político de los sindicatos de maestros y estudiantes secundarios y universitarios, le aportará –con negociación de por medio, seguramente– sus siete diputados. La oposición más dura, mientras tanto, quedó totalmente fragmentada. Sociedad Patriótica, el partido de Gutiérrez, será la primera minoría con 23 legisladores, mientras que el Partido Social Cristiano del re-reelegido alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, contará con sólo seis diputados y el Prian del candidato presidencial que quedó tercero con el 10,7 por ciento, el magnate bananero Alvaro Noboa, tendrá apenas cuatro representantes.

Aunque lo más seguro es que el oficialismo no se quede con las principales ciudades del país, sí consiguió algunas victorias clave y algunas sorpresa. Los aliados del presidente conservarán la alcaldía de Quito y la prefectura (gobernación) de esa provincia, Pinchinca. Además, la hermana del presidente, Pierina Correa, excedió las expectativas al quedar a sólo cuatro puntos del favorito a la prefectura de Guayas, el hombre de Gutiérrez, Jimmy Jairala. Guayas, cuya capital es Guayaquil, es la provincia más poblada y rica del país. Nebot, por tercera vez, arrasó en la ciudad costera con el 69 por ciento de los votos.

“Correa no controlará a los gobiernos locales, pero si consigue la mayoría en el Congreso va a tener el suficiente poder como para avanzar en sus reformas”, señaló Bonilla. Esa es la clave. El presidente necesita al Congreso para aprobar todas las leyes orgánicas –de seguridad, salud, educación– para poner en marcha la nueva Constitución nacional que aprobó el año pasado la sociedad ecuatoriana en un referéndum. La esperanza, finalmente, parece posible en Ecuador. “Creo que está vez vamos a lograrlo”, dijo con los ojos nublados de emoción Enrique Vela, un militante socialista de 87 años que ayer, con bastón y un resfrío, se instaló desde temprano en la sede del oficialismo para festejar.

 Instructivo para votar dado por el Gobierno

Crítica

ELECCIONES EN ECUADOR

Rafael Correa fue reelecto en primera vuelta

Según un estudio de conteo rápido, el actual mandatario obtuvo un triunfo contundente: el 51% de los votos. Lo sigue lejos Gutiérrez y Noboa.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue reelegido este domingo para continuar en su cargo por cuatro años más. Aunque los resultados no son oficiales, un estudio de conteo rápido realizado por la organización Participación Ciudadana relevó un triunfo de 51% y un segundo puesto para Lucio Gutiérrez, con el 30,7 por ciento.

El conteo rápido, realizado en base al envío de resultados de las juntas electorales a través de 9.500 voluntarios a nivel nacional, coincidió con la tendencia de los sondeos de boca de urna, que realizados por el encuestador oficial Santiago Pérez le otorgaron un triunfo de 54% de los votos para el actual mandatario, 29% para Gutiérrez, y el candidato de la derecha, Álvaro Noboa, emerge tercero, con el 9 por ciento.

Con un escenario de victoria irreversible, Correa realizó una conferencia de prensa en la que invitó a todas las fuerzas a lograr “acuerdos políticos programáticos”.

“En lo que coincidimos vamos unidos y en lo que no, lo procesamos democráticamente en la asamblea nacional”, aseguró el presidente desde Guayaquil, acompañado por su compañero de fórmula y sus ministros.

A pesar de las denuncias de fraude realizadas por los tres competidores, el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Enrique Correa, consideró que el proceso tuvo un "buen nivel".

Los comicios estuvieron cruzados por las quejas de los candidatos. El presidente Correa criticó el “proselitismo” de Gutiérrez porque los militantes de su fuerza, el Partido Sociedad Patriótica, se pasearon con la vestimenta propagandística, prohibido por la ley. Por su parte, Gutiérrez denunció una supuesta maniobra del Gobierno para manipular los sufragios con la entrega de artículos para ahorrar energía.

En estas elecciones, las primeras bajo la nueva Constitución, se eligieron 1.975 autoridades, incluidos presidente y vice, legisladores, prefectos provinciales (gobernadores), alcaldes municipales y concejales.

Con el contundente triunfo de Alianza País, Correa, economista de 46 años, continuará al frente del Ejecutivo ecuatoriano por cuatro años y tendrá la posibilidad de presentarse a una re-reelección por el mismo período.

Los únicos incidentes reportados durante esta jornada fueron el atraso de la instalación de juntas receptoras del voto y la detención de unas 50 personas que violaron la ley seca que rige desde el viernes hasta el lunes al mediodía.

En la segunda vuelta, el 14 de junio, se elegirán cinco representantes al Parlamento Andino, 3.985 miembros de las juntas parroquiales.

Gutiérrez -derrocado por una revuelta en el 2005- insistió otra vez con disputar la banda presidencial y durante la campaña buscó limpiar su imagen bajo el lema "Con Lucio estábamos mejor". Pero las promesas de subas salariales, de favorecer la inversión extranjera y también disminuir el gasto público no habrían sido suficientes para derrocar a Correa.

Además de los tres principales postulantes, se presentaron Martha Roldós, por la Red Democrática; Carlos González, por el Movimiento Independentista Justo y Solidario; Carlos Sagnay de la Bastida, por Triunfo Mil; Diego Delgado, por el Movimiento de Integración y Transformación Social; y Melba Jácome, por Tierra Fértil.

Otro de los hechos históricos fue la autorización para que participen los mayores de 16 años, de manera voluntaria, así como los extranjeros residentes, militares y policías en servicio activo. Además, los presos sin sentencia ya votaron en sus cárceles el viernes.

Otros 184 mil ecuatorianos inscriptos en el exterior se pronunciaron en las urnas, aunque sólo pudieron optar por los cargos de presidente, asambleístas nacionales y a sus propios representantes al legislativo: dos por Europa, dos por América del Norte y dos por el resto de América Latina.

Las elecciones adelantadas se celebraron para aplicar la nueva Carta Magna, la vigésima que rige en Ecuador desde su nacimiento como república, impulsada por el gobierno de Correa y aprobada en septiembre pasado en un referendo con un apabullante 80 por ciento de apoyo.

La Nación

Ecuador: el escrutinio parcial ratifica la reelección de Correa

El oficialismo obtenía el 51% de los sufragios con más del 60% de las mesas escrutadas; no habría segunda vuelta por primera vez en 30 años

QUITO (AFP).- El presidente Rafael Correa, que proclamó su reelección en los comicios de ayer apoyado en los sondeos en boca de urna, obtenía el 51% de los votos y una nítida ventaja sobre el ex mandatario Lucio Gutiérrez, después de haberse escrutado el 63,4% de las mesas.

Según informó el Consejo Nacional Electoral, Correa encabeza el conteo oficial con una diferencia de casi 23 puntos porcentuales con respecto de Gutiérrez (28,3%), mientras el magnate Alvaro Noboa acumula 11,8% del escrutinio. Los otros cinco aspirantes suman entre todos el restante 9%, agregó el organismo.

Antes de conocer los resultados oficiales, el jefe de Estado se adjudicó una victoria abrumadora apoyado en tres encuestas a boca de urna. Según esas mediciones, Correa logró su reelección para un período de cuatro años con un promedio de 55% de respaldo, superando a Gutiérrez por 28 puntos.

Si se confirman los resultados sería la primera vez desde el regreso de la democracia al país, en 1979, que un candidato presidencial logra el triunfo en la primera vuelta. "Esta revolución está en marcha y nada ni nadie la detiene [...] Hoy se gana en una sola vuelta, es algo inédito, un hecho histórico [...] Damos un paso más para consolidar nuestra revolución ciudadana [...] Nuestra opción preferencial es por los pobres", dijo un eufórico Correa, que se adjudicó la "victoria" sin esperar los resultados oficiales.

Gutiérrez, que había denunciado irregularidades y un fraude durante la jornada electoral, no admitió su derrota y anunció que esperaría los resultados oficiales. Con la reelección ya en el bolsillo, Correa necesitará una mayoría cómoda en la Asamblea Nacional para lograr la aprobación final de algunas normas de la nueva Constitución, que otorga al Estado una participación decisiva en los principales sectores económicos del país.

Consolidado su proyecto político, y con la oposición fragmentada, el presidente da por concluida la transición política desde su llegada al poder, en enero de 2007, y se prepara para un primer mandato completo, hasta 2013. Además, la Carta Magna lo habilita para una nueva reelección, con lo que Correa podría gobernar hasta 2017.

Felicitación de Chávez. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, felicitó por teléfono a su colega de Ecuador, Rafael Correa, por "la contundente e histórica victoria" electoral de ayer y confirmó que a finales de mayo lo visitará en Quito. Así lo informó un comunicado de la presidencia venezolana que detalló que Chávez "resaltó en la conversación la importancia del proceso popular constituyente que le ha permitido a Ecuador vivir una etapa de refundación democrática por la vía pacífica".

La reelección de Correa en una primera vuelta electoral tras el proceso constituyente obedece a que el pueblo ecuatoriano "reconoce en él un líder que no vacila en defender los intereses de su patria y no cede frente a las fuertes presiones y chantajes de la oligarquía en su empeño para construir el proyecto de la Patria Grande en nuestro continente, desde una auténtica visión socialista del siglo XXI", añade el comunicado.

Sobre la reunión de ambos del próximo mes en Ecuador, el comunicado anuncia que servirá para "seguir profundizando la cooperación bilateral en los ámbitos energético, político, económico y cultural".

Incertidumbre política y riesgo de desesperación

Por Rosendo Fraga 

Menos de dos meses atrás, era impensable que la elección legislativa se adelantara de octubre a junio. Cabe recordar que el 5 de marzo, el ex presidente Néstor Kirchner cerraba la campaña del PJ en Catamarca, con un encendido discurso en el cual atacaba al gobernador Brizuela del Moral, por adelantar la elección provincial.

Menos de una semana después, él mismo argumentaba las razones por las que era necesario adelantar la elección legislativa nacional.

Esta contradicción en menos de una semana, no responde al encubrimiento deliberado de una intención política, sino simplemente al hecho de que el 5 de marzo, no estaba en los planes políticos de Kirchner adelantar la elección. Fue la derrota de Catamarca -posiblemente imprevista sólo para él, sino no hubiera cerrado la campaña- la que llevó a este cambio.

Es así como entre el 8 de marzo y el 8 de abril, la Argentina vive un proceso político vertiginoso. A la derrota del oficialismo en Catamarca, sigue el adelantamiento electoral aprobado en dos semanas por las dos cámaras del Congreso de la Nación, paralelamente un paro del campo muy fuerte pero con menor convocatoria social que el año pasado, la muerte de Alfonsín y sus efectos políticos y el propuesta de la candidatura de Scioli en la provincia de Buenos Aires.

En un proceso político incierto y sorprendente, los días que faltan hasta el cierre de listas y los dos meses hasta la elección del 28 de junio, puede ser un tiempo infinito en términos políticos, si simplemente miramos los cambios que han tenido lugar en pocas semanas.

Pese a ello, hoy sabemos:

a) El oficialismo perderá entre 14 y 18 bancas de diputados nacionales. Como ejemplo, en la provincia de Buenos Aires renueva 20 y obtendría entre 12 y 14, es decir, perdería 7. Cabe recordar que se renueva la mitad de la cámara electa en 2005, cuando el oficialismo tuvo una victoria contundente.

b) También perderá entre 3 y 5 senadores nacionales de los 24 que se renuevan. Se trata de los 8 distritos que los eligieron en 2003.

c) En el interior, el kirchnerismo tendrá un fuerte retroceso. En Santa Fe y Córdoba probablemente no llegue al 10% de los votos, al ir a elecciones por fuera el PJ, que se ha tornado antikirchnerista. Varios de los gobernadores radicales K hoy apoyan a Cobos e incluso gobernadores del PJ -como Das Neves- abandonan la sigla FPV. En Capital, el oficialismo no superará el 20% de los votos. En Mendoza, será derrotado por los seguidores de Cobos.

d) En al provincia de Buenos Aires perderá aproximadamente 10 puntos y obtendrá alrededor del 35% de los votos (no el 45% que obtuvo en 2005 y 2007 para legisladores nacionales). En el Gran Buenos Aires, que es el 23% de los votos del país, mantendrá los porcentajes de años anteriores, pero en el interior de la provincia, que es el 15% del total nacional, hoy no llega al 20%, al haber perdido el voto del campo que tuvo en años anteriores.

Lo que está en discusión es si con ese 35% en la provincia de Buenos Aires gana por pocos puntos, porque la oposición vota dividida en dos bloques más o menos similares, o pierde por estrecho margen, porque el voto opositor se polarizó detrás de alguna de las dos opciones que enfrenta al oficialismo. (De Narváez o Stolbizer).

Pero asumiendo que Kirchner es candidato el 9 de mayo. ¿Qué puede suceder si un mes después, el 9 de junio, a 20 días de la elección, resulta que está perdiendo en la provincia y el electorado opositor se polariza detrás de alguna de las dos alternativas mencionadas?

Escenarios. Pues, a mero título de conjetura, bastaría que la justicia federal con competencia electoral aceptara alguno de los planteos judiciales de la oposición argumentando que el adelantamiento es inconstitucional, para que la elección volviera a octubre y ello sería supuestamente por un fallo independiente de la Justicia, que da razón a un planteo opositor.

¿Se puede decir que esto es imposible a la luz de las experiencias recientes?

Si el Gobierno pierde la elección en Buenos Aires por un voto ¿No podría decidir adelantar la elección presidencial de octubre de 2011 al mismo mes del año en curso?

Bastaría que renuncien la Presidenta y el vicepresidente para que por aplicación de la ley de Acefalía, se esté votando en octubre de este mismo año para elegir el presidente y el vice que gobiernen en lo que resta del mandato.

¿Se puede afirmar que esto es imposible en la política argentina?

En cualquiera de los dos escenarios, de triunfo o derrota del oficialismo en Buenos Aires, es claro que queda un gobierno políticamente más débil para enfrentar una situación más difícil por la crisis económica. Además, restan dos años y medio de mandato.

La gran cuestión es la gobernabilidad de los dos tercios del mandato que restan hasta 2011.

La respuesta es clara: sólo con un gobierno de unión nacional que comparta el poder, la Argentina será gobernable en el escenario post-electoral, haya ganado o perdido el oficialismo la provincia de Buenos Aires por 5 puntos .

El problema es que el kirchnerismo difícilmente se adecue a compartir el poder. La historia muestra que los líderes políticos cambian de ideología de acuerdo a circunstancias, intereses y conveniencias, pero no cambian de personalidad, y esto resulta clave para prever las acciones del ex presidente Kirchner después del 28 de junio, en un proceso político-electoral que resulta el más incierto, por la simple razón de que carece de reglas firmes. La cuestión es que esta incertidumbre, no derive en desesperación.

*El autor es Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

Fuente: La Nación