domingo, 25 de julio de 2010

Lula pone toda su popularidad al servicio de Rousseff

César González-Calero
Enviado especial

GARANHUNS, Brasil.- En el nordeste brasileño, la región más pobre de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva no tiene rival. Y en su ciudad natal, Caetés-Garanhuns, en el estado de Pernambuco, su sola presencia despierta pasiones. Es allí, en esa tierra en la que el gran escritor Gilberto Freyre resaltó el mestizaje como la raíz de la cultura brasileña donde más ha prendido el proyecto político de Lula.

Etapa obligada para la candidata oficialista Dilma Rousseff, Garanhuns fue escenario, este fin de semana, del acto más emotivo de toda la campaña electoral brasileña. Dilma, en la tierra de Lula. Alto voltaje para una campaña que está al rojo vivo, con acusaciones cruzadas casi a diario y una interminable guerra de encuestas que todavía no muestran un claro vencedor en las elecciones del 3 de octubre.

Consciente de que Rousseff, candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), necesita su respaldo para lograr un apoyo masivo de los brasileños, a Lula no parece importarle que el Tribunal Superior Electoral lo haya multado ya en seis ocasiones por saltarse las normas que impiden que el presidente haga campaña a favor de un candidato.

"Yo hago campaña en mis horas libres, no como presidente", ha respondido Lula a sus críticos.

El viernes por la noche, Lula y Dilma coincidieron en la tierra natal del presidente. Pero antes de que llegara la candidata, el mandatario visitó la casa donde nació hace 64 años en Caetés, un poblado que en el pasado perteneció al vecino municipio de Garanhuns (130.000 habitantes), donde los dos dirigentes protagonizaron un acto político que sin duda impulsará la carrera de Rousseff hacia la presidencia de Brasil.

En escena, Lula deslumbra a la audiencia por sus facultades innatas para improvisar y conectar con la gente con un discurso llano y directo. Micrófono en mano y sin un solo papel a la vista, el ex tornero que un día abandonó el empobrecido nordeste brasileño para viajar con su familia en un "pau de arará" (un camión informal) rumbo a San Pablo, no para de moverse en el estrado.

Gesticula como un predicador evangélico, pero su voz ronca lanza un mensaje muy terrenal. Ante unos 2000 seguidores, habla de los programas sociales que ha emprendido su gobierno y que han logrado reducir significativamente la pobreza en el país, y asegura que con Rousseff esa política seguirá vigente.

Al hablar de Dilma, se acerca a la candidata, la acaricia y recuerda los años en prisión que pasó la ex ministra de la Casa Civil en tiempos de la dictadura.

"Esta mujer fue detenida por luchar por la libertad cuando estaba prohibido hacerlo. Esta mujer fue bárbaramente torturada. No existe nada más grave que la tortura. Ustedes saben porque Jesucristo también fue torturado", dijo Lula.

Guerra de encuestas

"El éxito de este gobierno se debe en gran parte a la compañera Dilma, una mujer brava y competente; será la próxima presidenta de Brasil, así lo dice la última encuesta, en la que ya está 8 puntos por encima de [José] Serra", agregó.

Lula se refiere a la encuesta divulgada el viernes por Vox Populi, que sitúa a Rousseff muy por delante del candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Sin embargo, en la guerra de encuestas que vive Brasil, las posiciones varían en función de la consultora que publique el sondeo.

Ayer, Datafolha rebajó el optimismo del PT al presentar a Serra y a Rousseff virtualmente empatados (37% frente a 36%, respectivamente), un resultado que parece más ajustado a la realidad, como reconocieron a La Nacion fuentes del PT.

"Serra está tratando de ensuciar la campaña con acusaciones como el vínculo entre el gobierno y las FARC, pero no está teniendo éxito y poco a poco nos vamos despegando en las encuestas", señalaron las mismas fuentes, en alusión a las denuncias sobre los lazos de la guerrilla colombiana con otros países. Hace sólo unos meses, Serra aventajaba a Rousseff por goleada, pero gracias al respaldo decidido de Lula, el ascenso de la ex ministra parece imparable.

Los asesores de Dilma son conscientes de que ese apoyo está resultando decisivo, pero advierten de que la candidata oficialista conecta cada vez mejor con el electorado.

"Ella aprende día a día y se aplica mucho en la campaña; es consciente de que suceder a un hombre como Lula es complicado, sabe que el carisma es algo innato y a cambio ofrece una gran capacidad de trabajo", aseguran fuentes de su equipo de campaña.

La candidata del PT cuenta con especialistas que la asesoran en técnicas de telegenia y oratoria. "Es una persona muy centrada en todo lo que hace, exigente con ella misma y también con sus colaboradores, a los que pide informes muy detallados de los lugares que va a visitar durante la campaña", añaden.

Mandato de continuidad

La sobriedad de Dilma se refleja a la hora de dirigirse a la gente. Muy diferente en las formas, su programa político coincide bastante con el de Lula, al que elogia en su discurso en Garanhuns: "Lula hizo una revolución pacífica en este país y dio grandes pasos por revertir la situación secular de pobreza".

Si logra imponerse en las elecciones de octubre, Dilma dará continuidad a la política económica de Lula y reforzará los programas sociales. Tampoco se desviará mucho de la estrategia que ha marcado la política exterior del gobierno actual: la no intromisión en los asuntos internos de otros países y el fomento del multilateralismo.

El respaldo de Lula a su candidata seguirá en las próximas semanas.

El presidente hará coincidir su agenda con la de su candidata en actos políticos a lo largo y ancho del país, para desgracia de Serra, consciente de que cada aparición como la de Lula en Garanhuns suma votos a favor de Rousseff.

Para la candidata oficialista, la presencia en sus actos de su mentor político, lejos de ensombrecer su figura, la acercan a un electorado que tiene fe ciega en todo lo que haga o diga Lula.

Y ahora, el único empeño del mandatario es que Dilma Rousseff se convierta en la primera presidenta de Brasil.

DE LA GUERRILLA A LA ANTESALA DEL PODER1947
La infancia

Hija de un abogado búlgaro y de una maestra brasileña, Dilma nació en Belo Horizonte en 1947 y creció entre niñeras, clases de música e idiomas y colegios caros.

1964
La guerrilla

A los 17 años, Dilma comenzó su militancia en organizaciones de izquierda; dos años después, se sumó a grupos armados y pasó a la clandestinidad. Aunque niega haber participado de la lucha armada, en su época la llamaban "la Juana de Arco de la subversión".

1977
La funcionaria

Dilma estudió economía y se involucró en la política. En los 80 inició una carrera que la conduciría a la Secretaría de Hacienda de Porto Alegre y, luego, al Ministerio de Energía de Rio Grande do Sul.

2002
La metamorfosis

La ministra se tomó dos semanas de vacaciones y volvió con la cara renovada. El cambio estaba destinado a presentar una candidata atractiva y cercana a la gente.

2008
La relación con Lula

Impresionado con la eficaz reacción de Dilma ante los apagones en el Sur, Lula la nombra ministra de Energía en 2002. Tres años después, la designa jefa de la Casa Civil.

2010
La nominación

A pesar de no contar con el aval de ciertos sectores del Partido de los Trabajadores, Dilma fue confirmada como candidata en febrero de este año. Atrás suyo, y como respaldo excluyente, estaba Lula, quien aún no ha dicho si espera volver en 2014.

Fuente: La Nación


Pesquisa Datafolha: 41% apostam em vitória de Dilma; 30%, na de Serra

RIO - Pesquisa Datafolha, publicada na edição deste domingo do jornal "Folha de S.Paulo", mostra que, para 41% dos entrevistados, a vencedora da corrida eleitoral será Dilma Rousseff (PT), enquanto outros 30% acreditam na eleição de Serra. No levantamento divulgado na véspera, a petista e o tucano aparecem em empate técnico . Dos entrevistados, 2% apostam em uma vitória de Marina Silva (PV), e 26% dizem não saber quem será eleito. A margem de erro é de dois pontos percentuais.

Questionados sobre o grau de convicção em relação ao voto, os eleitores de Dilma se dizem mais decididos do que os de Serra. Segundo a pesquisa, 78% dos que apoiam Dilma dizem estar "totalmente decididos" - índice que se manteve estável em relação à sondagem anterior-, contra 19% que admitem mudar de candidato - antes, eram 20%. Dos eleitores de Serra, 30% declaram que podem mudar de voto - contra 28% do último levantamento. Já 67% dizem estar "totalmente decididos" - antes, eram 70%.

De acordo com a pesquisa, entre os eleitores de Marina, 38% admitem mudar de voto, contra 58% que não têm dúvida da escolha. No total, 69% dizem ter escolhido o candidato com convicção, enquanto 27% admitem que ainda podem mudar de ideia.

Tucano continua na frente entre as mulheres

A pesquisa mostra ainda que o eleitorado feminino continua sendo o principal desafio para Dilma. De acordo com o levantamento, Serra tem 38% das intenções de voto entre as mulheres, oito pontos à frente da petista. A vantagem do tucano no eleitorado feminino se mantém desde março.

Por outro lado, Dilma alcançou mais apoio entre os homens e, desde maio, está na frente nessa fatia do eleitorado. Na atual pesquisa, abriu seis pontos de vantagem: 42% a 36%.

Ao se levar em consideração a renda dos entrevistados, Serra tem 37% das intenções de voto entre os que ganham mais de dez salários mínimos, contra 35% de Dilma. Entre os mais pobres (até dois mínimos), ambos têm 35%.

Fuente: O Globo

No hay comentarios: