lunes, 17 de agosto de 1998

Debate televisivo de la Alianza


De la Rúa y Fernández Meijide estuvieron frente a frente, pero no polemizaron
Coincidencias entre los precandidatos de la Alianza
Hablaron sobre desempleo, gobernabilidad, educación y corrupción; él remarcó su experiencia en la función pública; ella propuso a Caritas para manejar los fondos de políticas sociales.
Fuente: La Nación
Fernández Meijide y De la Rúa anoche en "Bajo Palabra", el programa que conduce Joaquín Morales Solá en Canal 9
Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide participaron anoche de lo que debía ser el primer debate televisado entre ambos en la campaña que los llevará hacia las elecciones internas de la Alianza, el próximo 29 de noviembre.
Pero los precandidatos presidenciales no debatieron. Por el contrario, se esmeraron por mostrar sus coincidencias y hasta aprobaron las palabras del otro.
Joaquín Morales Solá, el conductor del programa "Bajo palabra", de Canal 9, sólo ofició de coordinador del encuentro, sin hacer preguntas ni evaluaciones finales.
De la Rúa y Fernández Meijide hablaron sobre los cuatro temas que habían sido acordados previamente: desempleo, gobernabilidad, educación y corrupción.
Muchas de las ideas que expusieron fueron las mismas que contiene la Carta a los argentinos, que fue presentada por la Alianza hace una semana.
De la Rúa volvió a prometer que bajará la desocupación a un 6 por ciento, y Fernández Meijide agregó que la creación de puestos de trabajo dependerá del crecimiento de las exportaciones.
Ambos enfatizaron en la necesidad de que sean aprobadas las leyes de financiamiento de los partidos políticos y de ética pública como mecanismos para combatir la corrupción.
Fernández Meijide propuso poner en manos de Caritas el manejo de los fondos para políticas sociales del Estado.
De la Rúa insistió en su proyecto de crear la figura del fiscal especial para investigar hechos de corrupción.
El análisis de la noticia
El debate que no fue
Por Graciela Mochkofsky
Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide llevaron anoche al extremo la promesa de no mostrarse enfrentados durante el primer debate televisado de la campaña interna de la Alianza.
Tanto que, sólo en el último minuto de la hora que duró el programa "Bajo palabra", por Canal 9, el jefe radical recordó por qué estaban allí: "Estoy confiado de encabezar la fórmula de la Alianza". No hubo desacuerdo alguno entre los precandidatos.
Fernández Meijide, que había impulsado la realización de éste y otros encuentros similares como método para asegurarse una campaña austera y efectiva, apareció nerviosa y poco espontánea.
De la Rúa, que se había visto obligado a aceptar el convite contra su voluntad, se mostró tranquilo y con un lenguaje coloquial.
La candidata del Frepaso había preparado su discurso con cuidado; llevaba sus ideas y propuestas escritas sobre fichas de papel y por eso, en varias oportunidades, le sobró el tiempo asignado por el conductor, Joaquín Morales Solá. El jefe radical, en cambio, no parecía haber llevado un discurso preparado y se excedió en los tres minutos que Morales Solá les ofreció para plantear cada uno de los temas, y en los dos que tenían para completar sus ideas.
Fernández Meijide expuso propuestas, como cuando habló de poner en manos de Caritas el manejo de los fondos para políticas sociales, o de reorientar dineros contemplados por el presupuesto nacional para financiar la educación.
De la Rúa se concentró en mostrar sus cartas credenciales: remarcó su carácter de jefe de Gobierno porteño y ex legislador y recordó sus encuentros con líderes extranjeros en recientes viajes al exterior (mencionó dos veces su encuentro con Yasser Arafat en Israel).
Pero no ofreció más propuestas concretas que las de poner en manos de un fiscal especial la investigación de hechos de corrupción en un futuro gobierno de la Alianza.
Porque no había ido allí para eso. Sabía que tenía mucho más para perder que para ganar, y por eso se había resistido a participar del encuentro. Prefería continuar con el estilo de campaña que viene realizando, apoyado en el partido radical, en su gestión de gobierno y viajando por el interior.
Creía, como su rival, que no era bueno para la Alianza que se los viera enfrentados, cada uno detrás de un atril como si sólo fueran contrincantes.
Fue por eso que ambos se permitieron asentir ante las afirmaciones del otro, e incluso retomar sus ideas con la introducción "...como dijo muy bien Fernando", o "...algo muy importante que dijo Graciela".
De los cuatro temas que se trataron durante el programa, De la Rúa había elegido el segundo, la gobernabilidad, como su mayor apuesta. Sin embargo, los cinco minutos fueron mucho y repitió ideas.
Cuando llegó el momento de hablar sobre corrupción, el jefe radical hizo una referencia indirecta al escribano Jorge Gómez, a quien separó del Gobierno de la Ciudad la semana última por estar sospechado de haber pedido una coima. "En el Gobierno de la Ciudad combatimos la corrupción", dijo.
Curiosamente, señaló como virtud de su gestión el contrato por la recolección de basura en la Capital, uno de los que ha sido más cuestionado por la oposición y que dio origen a una causa judicial.
No hubo fuego
Fernández Meijide ni siquiera mencionó esos casos. Confiaba en salir ganadora en los temas que ella había elegido: la corrupción y la educación. Sólo cuando habló de lo segundo ofreció propuestas concretas.
Cuando las cámaras se habían apagado, al final del programa, Fernández Meijide dijo a De la Rúa lo que fue la síntesis del mismo: "El que esperaba ver fuego, se quedó con las ganas". No quedó claro cuál había sido el objetivo de un encuentro entre quienes mostraban tanta voluntad por coincidir.

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