miércoles, 10 de marzo de 2010

La gran popularidad de Bachelet, intacta

Los habitantes de la desvastada ciudad de Constitución esperan la llegada de la presidenta Michelle Bachelet - . Foto:Reuters

SANTIAGO, Chile.- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, entregará mañana el poder a Sebastián Piñera con la amargura del terremoto que el pasado 27 de febrero devastó una buena parte del país, pero con su popularidad intacta, a pesar de que los analistas le vaticinaban un incierto futuro político a causa de las imágenes de saqueos y los errores en el manejo de la crisis que le siguió al sismo.

Al final de su mandato, un 84% de los chilenos aprueba la gestión de Bachelet, según una encuesta realizada después de la catástrofe por Adimark, una consultora vinculada a la derecha que midió mensualmente la popularidad de la mandataria desde que llegó a La Moneda, en marzo de 2006.

"La presidenta Bachelet sale indemne de la hecatombe", señalaron los autores de la encuesta.

Adimark había finalizado el estudio correspondiente a febrero el día 24 de ese mes y tenía previsto difundirlo el 1° de marzo, con un 84% de aprobación a la gestión de la presidenta. Tras la catástrofe del 27 de febrero, la consultora repitió el sondeo entre los días 3 y 6 de marzo y el resultado fue idéntico: un 84% de aprobación para Bachelet.

El 96% de los encuestados opinó, además, que la mandataria es "querida por los chilenos". Sólo en la pregunta específica respecto del manejo de la situación de emergencia el resultado fue inferior: un 75% de aprobación, considerado, de todas maneras, muy positivo.

Respecto del gobierno en general, la encuesta concluyó que en las zonas más afectadas por el desastre la evaluación no fue tan buena. "En las zonas geográficas más afectadas por el desastre, el estudio detectó una evaluación bastante más crítica del gobierno", dijeron los encuestadores. Sin embargo, añadieron que el tamaño de la muestra "resulta insuficiente para informar separadamente los datos de esas zonas".

El gobierno de Bachelet recibió críticas por la tardanza y la forma en que respondió a la situación creada por el terremoto.

Pero la mandataria ya había dado muchas muestras de su capacidad para levantarse tras recibir golpes: su mandato fue condicionado por crisis heredadas, como la del Transantiago, el nuevo sistema de transporte público de la capital; casos de corrupción, como los dobles sueldos de altos cargos ministeriales, o los malos manejos en empresas estatales durante el gobierno anterior. Además, como el resto de los mandatarios del planeta, debió lidiar con la crisis financiera internacional.

Bachelet derribó un obstáculo tras otro y se asentó como una gobernante respetada y querida por casi todos los chilenos, y ni siquiera el devastador terremoto logró bajarla del pedestal.

La presidenta saliente volvió a recorrer ayer, dos días antes de dejar el cargo, la zona devastada por el terremoto y el posterior tsunami, mientras Concepción regresaba a una normalidad relativa y los bomberos encontraban muerto al joven que el día del sismo ingresó en un edificio céntrico media hora antes de su derrumbe.

"¡La queremos!", gritaban algunas pobladoras damnificadas que se acercaron a Bachelet y le pidieron fotografiarse frente a sus casas destruidas, las cuales se proponen reconstruir en el mismo lugar.

"Yo también los quiero", respondió Bachelet, durante la recorrida para vigilar el reparto de ayuda, principalmente de alimentos.

Traspaso

En tanto, el traspaso de mando de Bachelet a Piñera se inició formalmente ayer, cuando el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, fue reemplazado por Rodrigo Ubilla, que se convirtió en el primer funcionario nuevo en La Moneda, y deberá firmar los decretos de nombramiento de los nuevos ministros que asumirán mañana.

Se anticipa que Piñera, tras asumir en el puerto de Valparaíso, donde está la sede del Parlamento, viajará a Constitución para firmar allí sus primeros proyectos de ley.

Esas iniciativas se vinculan, trascendió, con un bono en dinero de 40.000 pesos (unos 80 dólares) que se entregará a los más pobres y la modificación del presupuesto 2010 para tener los recursos que exigirá la reconstrucción del país.

La misma encuesta de Adimark también indicó que el 59% de los consultados cree que a Piñera le irá "muy bien" o "bien" durante su gobierno, el 27% dice que su gobierno será regular y el 3%, que le irá "muy mal" o "mal".

Agencias AFP, ANSA, EFE y Reuters

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