domingo, 31 de mayo de 2009

Casi el 70% rechaza la gestión K y al 52,8% no le gusta el accionar opositor


El rechazo al gobierno de Cristina Fernández entre los electores de todo el país araña el 70 por ciento. Pero el dato sobresaliente es que la mayoría no respalda tampoco el accionar de la oposición.

Según el relevamiento de Management & Fit, realizado en exclusiva para PERFIL, la desaprobación del gobierno de CFK es del 67,8 por ciento mientras que el 25,3 por ciento acepta su conducción y casi el 7 por ciento prefiere no opinar al respecto.

El 52,8 por ciento de los consultados no está de acuerdo en cómo la oposición desarrolla su labor y el 25,1 por ciento coincide con el accionar de este arco político. Mientras que casi un 22 por ciento no define si acepta o reprueba el trabajo de los opositores.

El líder con mejor imagen es el vicepresidente Julio Cobos, que tuvo un crecimiento exponencial tras el voto no positivo a la Resolución 125. El ranking de los que cosechan buena imagen lo completan Elisa Carrió, Carlos Reutemann, Mauricio Macri, Daniel Scioli y Francisco de Narváez.

Sin embargo, dentro de la imagen de estos dirigentes hay distintos componentes. Entre imagen buena y muy buena, Cobos cosecha el 49,7 por ciento, su imagen negativa (regular y mala) araña el 40 por ciento.

Elisa Carrió sigue al vicepresidente con el 39,2 por ciento de imagen positiva y con un 53,9 por ciento de imagen entre los que la perciben mala y regular.

El ex presidente Eduardo Duhalde es quien cosecha, según este sondeo, la peor imagen. Casi el 80 por ciento de los consultados percibe al caudillo bonaerense con imagen mala y regular.

Si bien Francisco de Narváez tiene una imagen buena del 24,2 por ciento y un 5 por ciento lo percibe con muy buena imagen, un alto porcentaje (el 30,1) no sabe qué percepción tiene del candidato PRO-peronista, posiblemente entre esa franja la mayor parte no lo conozca.

Cristina Kirchner recoge una imagen buena y muy buena del 28 por ciento. El 65 por ciento de los encuestados tiene una visión negativa de la Presidenta de los argentinos. Su esposo, Néstor, tiene una imagen positiva menor a la de CFK: alcanza el 21 por ciento. Mientras que la gente que lo ve regular o mal alcanza el 52 por ciento.

Scioli registra una percepción negativa cercana al 60 por ciento. Reutemann también tiene la imagen negativa alta, al menos así lo percibe el 40 por ciento de los consultados por M & F. La percepción negativa del vicepresidente alcanza el 39,9 por ciento y entre los que opinaron sobre Elisa Carrió, el 53 por ciento la ve con una percepción mala y regular.

Expectativas. El relevamiento de Management & Fit destaca que casi el 80 por ciento de los consultados tiene las mismas o peores expectativas que en elecciones anteriores. Quienes no tienen mayores ilusiones está el 39 por ciento de los encuestados, y entre los que cosechan peores expectativas que en otros comicios está el 34,1 por ciento de los electores.

El voto castigo predomina en opositores

Castigar al Gobierno, premiarlo, temor al caos o simpatía especial por alguno de los candidatos son algunas de las razones que determinan el voto en la provincia de Buenos Aires, donde este 28 de junio se renovarán 35 bancas de la Cámara de Diputados de la Nación. Así surge de un relevamiento realizado entre el 14 y el 16 de mayo por la consultora Opinión Autenticada sobre una base de 600 casos.

Entre los seguidores de la dupla oficial integrada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli, el 45,2 por ciento elige esta opción porque está de acuerdo con la gestión nacional y con la provincial. De la porción que votará al kirchnerismo sólo el 6,5 por ciento dijo que lo hará por temor a que si pierde esa fórmula el país pueda entrar en un caos, tal como sostiene el oficialismo.

Entre los que prefieren al binomio Francisco de Narváez y Felipe Solá predominan los que quieren castigar y ponerle un freno a los Kirchner. Esa franja representa el 33 por ciento de los que dicen que elegirán la boleta del PRO-peronismo. El resto lo hará por simpatía con De Narváez (41,1 por ciento de los votos) o con Solá (19,8 por ciento).

Entre los que optan por el Acuerdo Cívico se perciben dos franjas muy destacadas. Los que quieren castigar al Gobierno representan el 24 por ciento de sus electores, mientras que quienes lo hacen porque se consideran seguidores de Ricardo Alfonsín alcanzan otro 24 por ciento de los consultados.

Según este trabajo, el oficialismo tiene un voto consolidado, mientras que entre los que prefieren las opciones opositoras el sufragio es inestable: pueden cambiar en cualquier momento a favor de una u otra alternativa. Es decir que el voto K tiene carácter estructural, mientras que el opositor es volátil.

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