lunes, 21 de junio de 2010

Santos arrasó y es presidente electo

BOGOTA (De un enviado especial).- Esta vez no hubo sorpresas. A diferencia de lo ocurrido en la primera vuelta, el 30 de mayo, cuando los sondeos vaticinaban un empate y finalmente el oficialismo se impuso holgadamente, ayer pasó lo que todos esperaban: el uribista Juan Manuel Santos arrasó en las urnas en el ballottage y alcanzó un 69,5% de los votos, contra un 27,5% de su rival, Antanas Mockus, del Partido Verde.

El porcentaje implica que Santos, del Partido de la U, obtuvo 9 millones de sufragios, 5,5 millones más que Mockus. Se trata de una cifra récord que superó incluso la del presidente Alvaro Uribe, cuando fue reelegido en 2006 con 7,3 millones de votos.

Santos, que gobernará hasta 2014, logró en el ballottage de ayer 2,1 millones de votos más que en la primera rueda, presumiblemente en virtud de los acuerdos que enhebró con el Partido Conservador, Cambio Radical y el grueso del Partido Liberal.

Estos sectores políticos, que habían sumado un 20% en el primer turno, acogieron favorablemente la propuesta de Santos de formar parte de un gobierno de "unidad nacional" y dotarán al presidente electo de un inédito respaldo parlamentario, superior al de Uribe: lo apoyará el 80% de los congresistas.

"Soy y seré el presidente de la unidad nacional. Llegó la hora de la concordia entre los colombianos. Llegó la hora de trabajar juntos para la prosperidad", dijo Santos, a las 19 (hora local), en su discurso en el Coliseo Cubierto El Campín, un estadio techado con capacidad para 28.000 personas en el que miles de partidarios, agitando globos y pancartas con la leyenda "Colombia de acuerdo", lo esperaban desde el cierre de la votación bailando salsa.

"Continuaremos los programas sociales del actual gobierno y adelantaremos ambiciosas iniciativas para sacar por lo menos a 7 millones de colombianos de la pobreza y a 4 millones de la indigencia", dijo Santos, vestido con un traje azul y una camisa celeste y cada vez más consustanciado con su rol de presidente, en un discurso enérgico interrumpido varias veces por ovaciones y cánticos.

Anteriormente, Mockus, que esperó los resultados en un centro de convenciones ubicado en el norte de Bogotá, había reconocido su derrota. Con un traje negro y su tradicional corbata verde, flanqueado por su mujer, Adriana, y por sus dos hijas, Laima y Dala, que lucían un pintoresco girasol en el pelo, el candidato opositor afirmó: "Quiero felicitar a Santos, a su partido y a todos los que votaron por él".

"Tenemos dos opciones: desistir y justificar la renuncia o persistir y aprender de las dificultades", dijo Mockus antes de manifestar que su fuerza política optará por la segunda opción y ejercerá "un control justo" del futuro gobierno.

Mockus, un excéntrico ex alcalde de Bogotá de ascendencia lituana, también pudo incrementar los sufragios respecto de la primera vuelta (obtuvo 450.000 más), aunque su estrategia de "alianza ciudadana", que desestimó los acuerdos con otros partidos, y de ir a explicar "casa por casa" su propuesta de "cambio cultural", con un gran énfasis en la salud, la educación y la transparencia, estuvo lejos de suponer un riesgo para Santos.

El presidente electo prometió durante la campaña profundizar la exitosa política de seguridad democrática de Uribe (que propinó los golpes más duros a las FARC en sus 46 años de existencia (como la ejecución del líder guerrillero Raúl Reyes y la liberación de Ingrid Betancourt) y convertirla en "prosperidad democrática", una iniciativa que promete crear millones de empleos (ver aparte).

Estos resultados, tan favorables para Santos, se produjeron en el día en que más se temió por la abstención: llovió copiosamente en Bogotá y en buena parte de Colombia, y dos partidos del Mundial (Italia-Nueva Zelanda y Brasil-Costa de Marfil), concentraron la atención de los fanáticos del fútbol, que en este país se cuentan por multitudes. En definitiva, hubo 1,5 millones de votantes menos que en la primera vuelta; un 43% del electorado emitió su sufragio ayer, contra el 49% del 30 de mayo.

Poco después del cierre de la votación, a las 16, hora local (las 18 de la Argentina), y cuando los resultados ya vaticinaban un contundente triunfo oficialista, Uribe se comunicó con Santos para felicitarlo por los resultados.

"Lo encomiendo a Dios por el bien de la patria", le dijo al presidente electo Uribe, cuya gestión es respaldada por el 70% de los colombianos.

Santos también se acordó de él en su discurso de El Campín. Lo calificó como "uno de los mejores presidentes" de Colombia "en dos siglos de vida republicana" y añadió, como en la primera vuelta: "¡Este también es su triunfo, presidente Uribe!".

Después transmitió sus condolencias a los familiares de los siete policías y los tres soldados que murieron ayer en ataques de las guerrillas FARC y ELN durante el acto electoral. Los calificó de mártires de la democracia y dijo que a la "guerrilla se le agotó el tiempo". La respuesta del público fue el clamor de toda la sociedad colombiana: "¡No más FARC!".

Fuente: La Nación

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